Porque no puede ser con objetivo de salud?
Efectos secundarios
Mareos y dolores de cabeza: este efecto pasa a partir del del tercer dia, es el peor, el cuerpo no tiene energía e incluso si uno se levanta rápido puede marearse. El cerebro necesita glucógeno (o cuerpos cetónicos) para funcionar de ahí este efecto.
Mal aliento: cuando nuestro cuerpo tiene un exceso de cuerpo cetónicos estos se liberan a través del aliento, de ahí que ser recomiende tomar mucha agua, incluso hay personas que han presentado un sabor metálico en su boca.
Orina con olor muy fuerte: los cuerps cetónicos también se eliminan por la orina así que el olor de la misma se vuelve más fuerte.
Sudor fuerte: también se eliminan cuerpos cetónicos por el sudor así que es normal que su olor se vuelva desagradable
Falta de apetito: las proteinas y las grasas sacian mucho además de que cuestan mucho mas ser digeridos que los hidratos de carbono de ahí que el apetito baje considerablemente.
Nauseas, vómitos, dolor abdominal, dificultad respiratoria y decaimiento general.
Perdida de calcio: el exceso de proteínas favorece la pérdida de calcio por el riñón (que previamente se ha extraído de los huesos) y se puede favorecer la osteoporosis.
Posibles arritmias: es posible que produzcan problemas del sistema de conducción eléctrica cardiaco y arritmias.
Pérdida de músculo: si se está mucho tiempo en cetosis primero se tira de la grasa pero cuando esta va bajando se empieza a degradar el músculo para usar sus aminoácidos como combustible
El cerebro y su necesidad de glucógeno
Además de todo esto debemos puntualizar que el cerebro humano tiene a la glucosa como su alimento y por tanto cuando no tiene glucosa para alimentarse lo hace de cuerpos cetónicos. El problema de la cetosis radica en que los cuerpos cetónicos tienen carácter ácido, y hay fuentes que afirman que éstos sólo pueden utilizarse en un 50% por el cerebro y el resto deber ser aportado por glucosa.
Si tenemos en cuenta esta fuente, al no meter hidratos de carbono al cuerpo no se produce glucosa y por tanto no se alimenta al cerebro como se debe y este puede sufrir algún tipo de degradación, quizá no muy caótica pero si significativa que a la larga puede ser contraproducente para el buen funcionamiento del mismo.