Yo hace tiempo que entreno como un autista, ni música ni nada, entrando en un estado en el que toda mi atención está puesta en los hierros y no me queda ni una neurona libre para fijarme en lo que suena.
No obstante, sí que he entrenado con música en el pasado y he aprendido que el arte de seleccionar canciones que te motiven durante el entreno tiene más sutilezas de las que parece.
La regla más obvia es que transmitan una sensación de energía, que inciten a moverse y a esforzarse. Una vez que estaba entrenando en el gimnasio pusieron Stairway to Heaven y, vaya, es un temazo, pero no es algo que te anime a tirar un par de repeticiones más cuando estás cansado.
A veces ayuda buscar semejanzas entre la música y la tarea que estás haciendo. Hace años tuve una temporada en la que estuve saliendo a correr, a ritmo suave, con mucho enfásis en la resistencia y poco en la velocidad. Comprobé que las canciones que mejor me iban eran aquellas cuyo tempo se adaptaba al ritmo al que corría. Canciones muy rápidas no me iban bien porque había un desajuste entre el ritmo de la canción y el ritmo al que yo me movía. Las que mejor me iban eran canciones de rap con un tempo intermedio y una base que transmitiera un sentimiento de energía y motivación. Me daban ese sentimiento de autosuperación que te hace decir "vamos, un poco más. No hay dolor". Ejemplos:
Eminem-Lose Yourself
Duo Kie-Pon una cifra
Poco después de eso empecé a hacer pesas en casa y, siguiendo la misma regla, se me ocurrió que para levantar hierros pesados, lo mejor serían canciones con de metal con un tempo relativamente lento y esa sonido "pesado" tan característico. Symphony of Destruction de Megadeth y algunas cosas de Pantera o de Bolt Thrower, por ejemplo. Fue un error, la música "pesada" hacía que pareciera que la barra pesaba más de lo que realmente pesaba y me cansara más, jajaja.
Haciendo pesas lo que me ha ido mejor ha sido justo lo contrario de lo que me iba bien cuando salía a correr; música en la que el tempo vaya más rápido que las repeticiones. Alguna vez que en el gimnasio han puesto chumba chumba muy melódica y acelerada me ha salido un entrenamiento especialmente bueno. Alguna otra vez que me han cerrado el gimnasio y he improvisado un entrenamiento con el material que tengo en casa me ha ido bien algo de thrash metal bastante rápido. Quizá me ha hecho crear el sentimiento contrario al que tenía con los temas más lentos y pesados; creaba la sensación de que la barra es algo ligero que se puede mover fácilmente.
Unas reflexiones demasiado sesudas para una cuestión tan nimia como la de elegir música para entrenar, lo sé. Pero bueno, quería decir que hacer una selección de música para entrenar, si se quiere hacer con esmero, puede no ser tan trivial como elegir canciones que te gusten. Lleva un poquito de ensayo-error e ir seleccionando lo que a uno le va bien (que puede variar de persona a persona).