metopa
Banned
Al igual que el codo del golfista y el del tenista, la epicondilitis media y lateral puede atacar a un culturista, haciendo que los movimientos de tracción sin dolor sean completamente imposibles. He aquí qué es el problema y cómo tratar con él.
A pesar de que las áreas más comúnmente lesionadas en los culturistas suelen ser los hombros, las rodillas y la columna, ocasionalmente pueden también aparecer otras que podrían obstaculizar vuestros objetivos de entrenamiento.
La investigación reciente ha descubierto que las lesiones por exceso de uso, tales como la epicondilitis media y lateral (que implica los extensores y los flexores de la muñeca respectivamente) pueden producirse como consecuencia de la sobrecarga repetitiva.1-2 La fuerza de agarre requerida para realizar con éxito ejercicios tales como las dominadas, los remos inclinados con barra, los encogimientos de hombros y los pesos muertos exigen grandes demandas de los flexores y los extensores y pueden ser suficiente para forzar estas estructuras hasta el punto de la lesión, especialmente si intentáis apurar hasta vuestros límites.
La diferencia entre la epicondilitis media y la lateral es la zona del antebrazo que se ve afectada. En la epicondilitis lateral los extensores de la muñeca, particularmente el extensor carpi radialis brevis y el longus son los culpables. En la epicondilitis media son los flexores de la muñeca los que se lesionan.
A pesar de que muchos culturistas de la vieja escuela no creen en usar correas de agarre para realizar los ejercicios de tracción, deberían reconsiderar su actitud si sufren bien sea de la epicondilitis lateral o la media. Un reciente estudio fue presentado en el Simposio de la Práctica Basada en la Evidencia en la Universidad Rocky Mountain de las Profesiones de la Salud (Provo, UTA, EEUU)3 reveló que la utilización de las correas de agarre y muñequeras descarga la tensión de los extensores de la muñeca sin inhibir las fuerzas requeridas del latissimus dorsi o del infraespinoso en los hombres practicantes de fuerza mientras realizaban dominadas.
Por consiguiente, usar correas de agarre durante los ejercicios de tracción puede permitir que aquellos que sufren epicondilitis puedan continuar entrenando con una mejor exigencia impuesta sobre los tejidos inflamados y doloridos.
A pesar de que las áreas más comúnmente lesionadas en los culturistas suelen ser los hombros, las rodillas y la columna, ocasionalmente pueden también aparecer otras que podrían obstaculizar vuestros objetivos de entrenamiento.
La investigación reciente ha descubierto que las lesiones por exceso de uso, tales como la epicondilitis media y lateral (que implica los extensores y los flexores de la muñeca respectivamente) pueden producirse como consecuencia de la sobrecarga repetitiva.1-2 La fuerza de agarre requerida para realizar con éxito ejercicios tales como las dominadas, los remos inclinados con barra, los encogimientos de hombros y los pesos muertos exigen grandes demandas de los flexores y los extensores y pueden ser suficiente para forzar estas estructuras hasta el punto de la lesión, especialmente si intentáis apurar hasta vuestros límites.
La diferencia entre la epicondilitis media y la lateral es la zona del antebrazo que se ve afectada. En la epicondilitis lateral los extensores de la muñeca, particularmente el extensor carpi radialis brevis y el longus son los culpables. En la epicondilitis media son los flexores de la muñeca los que se lesionan.
A pesar de que muchos culturistas de la vieja escuela no creen en usar correas de agarre para realizar los ejercicios de tracción, deberían reconsiderar su actitud si sufren bien sea de la epicondilitis lateral o la media. Un reciente estudio fue presentado en el Simposio de la Práctica Basada en la Evidencia en la Universidad Rocky Mountain de las Profesiones de la Salud (Provo, UTA, EEUU)3 reveló que la utilización de las correas de agarre y muñequeras descarga la tensión de los extensores de la muñeca sin inhibir las fuerzas requeridas del latissimus dorsi o del infraespinoso en los hombres practicantes de fuerza mientras realizaban dominadas.
Por consiguiente, usar correas de agarre durante los ejercicios de tracción puede permitir que aquellos que sufren epicondilitis puedan continuar entrenando con una mejor exigencia impuesta sobre los tejidos inflamados y doloridos.