Ritmo

Isaac Peramos

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Esta semana quería hablar de algo tan fascinante como es el Ritmo. Tiene miles de aplicaciones al movimiento humano. Espero que os guste.

¿Te has centrado alguna vez en trabajar el ritmo?, ¿poner a prueba tu sistema nervioso con un tempo complejo?.

Seguramente no, el traceur hace parkour, el futbolista, futbol, y el gimnasta, gimnasia. No hay interés en trabajar el ritmo, en someterse a actividades rítmicamente complejas. Pese a que existe siempre un tempo o ritmo en estas actividades, nunca se centra en desarrollarse más allá de lo que uno ya sabe.

Luego pagarán el precio de la especialización. Si centras todos tus esfuerzos en algo, dejas de lado otros aspectos. El ritmo es uno de los más dejados debido a la carencia de un desarrollo complejo en ciertas actividades. ¿Y esto tiene importancia?. Pues la verdad es que cuanto más investigo obsesivamente sobre el tema, más cuenta me doy de que sí. Al fin y al cabo es un universo más de movimiento.

Para empezar, la vida humana se forma de muchos ciclos, ritmos; el más grande por ejemplo, la vida en sí, comienza con el nacimiento y acaba con la muerte. Dentro de esta gran ola existen miles de ritmos, de "mini-olas", altos, bajos, etc.

Como dijo el psicólogo Edward F. Kelly en 1988, "somos esencialmente criaturas rítmicas", "Todo desde el ciclo de nuestras ondas cerebrales hasta el latir de nuestros corazones, nuestro ciclo digestivo, ciclo del sueño- todo funciona en ritmos. Somos una masa de ciclos empilada una encima de la otra, por lo que estamos claramente organizados para generar y responder a fenómenos rítmicos."

Nuestro cuerpo ama el ritmo, somos ritmo. De aquí también se deduce la importancia y eficacia de la periodización, los hábitos y las rutinas: estamos pensados para generar ritmos y responder a ritmos eficazmente.

Hay ciclos cortos de actividad que duran hasta 90 minutos, afectando a la hambre, la fase REM y, a los niveles de concentración y energía.

Hay ciclos diarios como el gran ciclo natural humano que controla el dormir y el despertarse, al igual que cambios en la temperatura, presión sanguínea, secreción hormonal, ritmo cardíaco, recuento de células blancas y otras aspectos de la funciones corporales (Romanowski 1973; Wilson 1989).

Winget (1985) dijo que la coordinación neuromuscular, tiempo de reacción, fuerza de agarre, tolerancia al dolor, temperatura corporal, ritmo cardíaco, y el ritmo de ventilación pulmonar, suben y bajan en un ciclo circadiano.

También hay un ciclo de siete días de cambios en el recuento de glóbulos rojos, nivel de hemoglobina, presión sanguínea, ritmo de pulsación y, secreción hormonal (Shephard and Shek 1996).

Hasta ciertas enfermedades se desarrollan en ciclos semanales: como por ejemplo la neumonía y la malaria. Otras como las tos, la fiebre o las paperas en múltiples ciclos de siete días.

¿Te das cuenta de el papel del ritmo en la fisiología humana?. Es más que obvia la importancia y repercusión que puede tener desafiar al sistema nervioso con actividades de ritmos y tempos variantes y complejos.

Desde acertijos cinestésicos y la práctica de danzas hasta malabares y la práctica de artes marciales.

Es un mundo por practicar y descubrir. Es un mundo que amo.

Muévete, más, y con más calidad. Elige un vida más activa, explora, coge de aquí y allá, nútrete de movimiento con una buena dieta de movimiento. Simplemente hazlo.


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