Tema colesterol, un tema muy extenso.
Lo primero de todo es conocer que el colesterol es muy necesario para el organismo, se necesita para tener un buen funcionamiento del cerebro, para sintetizar las hormonas sexuales (estrógenos en mujeres, testosterona en hombres), vitamina D, y es un compuesto clave para la bilis. Todas las células del cuerpo humano están cubiertas de una membrana formada por colesterol. Existe una patología congénita llamada Síndrome de Smith-Lemi-Opitz, que consiste en una dificultad para sintetizar colesterol, lo cual trae consecuencias como retraso mental, falta de musculatura, autismo, etc.
Lo siguiente es diferenciar el colesterol de las lipoproteínas. Como el colesterol se encuentra en todas las células y éstas necesitan de más colesterol, requiere ser transportado a cada una de ellas. Se transportan en la sangre, y se empaqueta en lipoproteínas para poder ser transportadas. Antes de ser transportadas, son sintetizadas en el hígado y el intestino.
Tenemos dos tipos de colesterol, la LDL (lipoproteína de baja densidad) que se encarga de llevar el colesterol a las células, y el HDL (lipoproteína de alta densidad) que se encarga de recoger el colesterol sobrante transportado y devolverlo al hígado.
A su vez, en lo que se refiere a LDL existen dos términos, LDL-P que es el número total de partículas (o paquetes que transportan el colesterol), y el LDL-C que es la carga total de colesterol que transportan los paquetes LDL-P. Lo mismo ocurre con el HDL, siendo HDL-P y HDL-C.
Un error es relacionar el colesterol ingerido con el colesterol que se tiene en sangre (que en los análisis se focaliza como LDL-P como indicador de inflamación o saturación de las arterias, lo cual es relacionado con riesgo de enfermedad coronaria). Por lo general, no existe relación entre colesterol en sangre e ingesta de colesterol (
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18575296), aunque en algunos individuos sí.
Las grasas saturadas contienen gran proporción de HDL y poca de LDL, por lo que aumenta el colesterol en la sangre, pero no es un "colesterol malo" (si es que el LDL se lo puede considerar como malo, en lugar de los triglicéridos).
No existe evidencia firme que relacione al LDL con un aumento de riesgo de enfermedad coronaria:
http://www.ahjonline.com/article/S0002-8703(08)00717-5/abstract
http://jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/381733
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1365-2753.2011.01767.x/abstract
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140673601055532/abstract
Es importante tener en cuenta la proporción de LDL-P y LDL-C, ya que existe un riesgo si hay una desproporción entre éstos, como cuando se tienen muchas partículas de LDL-P y éstas son pequeñas, donde deberían haber una menor cantidad de partículas de LDL-P pero de mayor tamaño para transportar de manera más eficiente el LDL-C. Acá se explica de forma detallada:
http://www.nypcvs.org/images/MESA.pdf
Un problema es que la gran mayoría de análisis de sangre miden el LDL-C en lugar del LDL-P, por lo cual, no se puede conocer si existe un riesgo o no.
¿Cuál es el factor que hace que haya un número excesivo de partículas de LDL-P? los triglicéridos, siendo que mientras más triglicéridos se consuman, mayor va a ser el número de partículas LDL-P, y mientras menos triglicéridos hayan, menor va a ser el número de partículas. Y para reducir la cantidad de triglicéridos, se tiene que reducir la ingesta de carbohidratos refinados, fructosa y azúcar (por lo que se recomienda desde ya eliminar el azúcar refinada de forma definitiva).