agomez
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En el caso, se refiere a entrenamientos básicos con vista a especialización en halterofilia en el futuro, pero también vale para un básico general, para cualquier deporte de fuerza.
Los dos errores básicos que podemos hacer son:
1) encararlos como ejercicios de competencia, y tomar como referencia lo que levantan otras personas, o las técnicas de otras personas. No hay una técnica “correcta” y otra “incorrecta”. Como son ejercicios auxiliares, cada técnica tiene diferentes efectos.
2) Insistir en particular con alguno de ellos, porque resulta fácil o confortable. Uno acaba desarrollando lo específico del ejercicio auxiliar hasta límites increíbles, pero justamente esta especialización no se proyecta en el ejercicio objetivo. Por ejemplo trabajar en forma exagerada la componente “traba peleada” del arranque de fuerza, o el golpe al hacer arranque de los banquitos. Esto no contradice que se pueda insistir más en algún ejercicio con el objetivo de corregir un detalle del ejercicio completo
La ventaja de estos ejercicios es que creo que se pueden colocar de alguna forma fuera de sistema, y en un entrenamiento básico (el entrenamiento competitivo para halterofilia me parece algo ya más complicado y sofisticado) se pueden incluir en forma alternada.
De esta forma tenemos varios objetivos a cumplir:
1) en lo orgánico, hacerlos después de los ejercicios de fortalecimiento como sentadilla press y tirones, si se trabajan en el rango adecuado – y en entrenamiento básico rango adecuado es rango bajo – producen una dinamización notable
2) fortalecimiento de los ligamentos: las tensiones bruscas, controladas por el peso liviano que se usa, son un estímulo diferente al de los ejercicios de musculación, y de alguna forma los preparan para los más violentos de los ejercicios clásicos.
3) Trabajo de los brazos y músculos diversos del torso, economizando tiempo de ejercicios localizados
4) Llenar buracos dejados de lado en la evolución. Por ejemplo series altas (20 – 30 repeticiones) con pesos que uno generalmente no piensa que sería posible y que de alguna manera fijan mínimos para futuros calentamientos. Por ejemplo, hacer 20 cargadas de potencia con 90 deja en absurdo calentar la cargada de potencia con 60. Más que nada desde el punto de vista mental.
5) Ejercicio de resistencia, repartido por todo el cuerpo, por lo que el desgaste o cansancio localizado en pantorrillas y muslos que eventualmente produce la carrera se reparte y no da efectos negativos. Podrá no sustituir 100% del aeróbico, pero sí reducirlo de modo que no interfiera con el entrenamiento de pesas.
Los dos errores básicos que podemos hacer son:
1) encararlos como ejercicios de competencia, y tomar como referencia lo que levantan otras personas, o las técnicas de otras personas. No hay una técnica “correcta” y otra “incorrecta”. Como son ejercicios auxiliares, cada técnica tiene diferentes efectos.
2) Insistir en particular con alguno de ellos, porque resulta fácil o confortable. Uno acaba desarrollando lo específico del ejercicio auxiliar hasta límites increíbles, pero justamente esta especialización no se proyecta en el ejercicio objetivo. Por ejemplo trabajar en forma exagerada la componente “traba peleada” del arranque de fuerza, o el golpe al hacer arranque de los banquitos. Esto no contradice que se pueda insistir más en algún ejercicio con el objetivo de corregir un detalle del ejercicio completo
La ventaja de estos ejercicios es que creo que se pueden colocar de alguna forma fuera de sistema, y en un entrenamiento básico (el entrenamiento competitivo para halterofilia me parece algo ya más complicado y sofisticado) se pueden incluir en forma alternada.
De esta forma tenemos varios objetivos a cumplir:
1) en lo orgánico, hacerlos después de los ejercicios de fortalecimiento como sentadilla press y tirones, si se trabajan en el rango adecuado – y en entrenamiento básico rango adecuado es rango bajo – producen una dinamización notable
2) fortalecimiento de los ligamentos: las tensiones bruscas, controladas por el peso liviano que se usa, son un estímulo diferente al de los ejercicios de musculación, y de alguna forma los preparan para los más violentos de los ejercicios clásicos.
3) Trabajo de los brazos y músculos diversos del torso, economizando tiempo de ejercicios localizados
4) Llenar buracos dejados de lado en la evolución. Por ejemplo series altas (20 – 30 repeticiones) con pesos que uno generalmente no piensa que sería posible y que de alguna manera fijan mínimos para futuros calentamientos. Por ejemplo, hacer 20 cargadas de potencia con 90 deja en absurdo calentar la cargada de potencia con 60. Más que nada desde el punto de vista mental.
5) Ejercicio de resistencia, repartido por todo el cuerpo, por lo que el desgaste o cansancio localizado en pantorrillas y muslos que eventualmente produce la carrera se reparte y no da efectos negativos. Podrá no sustituir 100% del aeróbico, pero sí reducirlo de modo que no interfiera con el entrenamiento de pesas.