bboy*
Cambiando el Chip
BUENO YO DE MOMENTO ESTOY HACIENDO UNA DIETA BAJA EN CH Y CON IF Y BUSCANDO BUSCANDO HE VISTO ESTE ARTICULO Y ME GUSTARIA QUE OPINARAIS SOBRE EL
LAS DIETAS BAJAS EN CARBOHIDRATOS Y LO QUE NUNCA OS HAN CONTADO SOBRE ELLAS
Por Mike Lackner
Ha habido numerosas dietas de moda a lo largo de los años que ganaron popularidad, para luego desaparecer y ser sustituidas por la siguiente ‘última y mejor’ dieta para perder grasa.
Sin embargo, hay una en particular que está invadiendo Estados Unidos y muy pronto estará también cerca de tu casa.
En los últimos meses la dieta baja en carbohidratos ha estado machacándonos desde todos los medios, se la han estado empujando por la garganta a todos los ciudadanos. Ya está en todos sitios, en la televisión, la radio, la lista de éxitos, los panfletos publicitarios, etcétera. ¡Demonios! Hasta en los anuncios previos a la película que fui a ver el otro día anuncian bebidas refrescantes bajas en carbohidratos.
Pero como culturista ávido, o como entusiastas del ejercicio, es importante que entendáis las necesidades de hidratos de carbono del cuerpo y los peligros de caer en esta última epidemia nutricional.
En ausencia del adecuado suministro de carbohidratos, el cuerpo tiene dificultad para metabolizar la grasa. El proceso de degradación de ésta requiere la presencia tanto de grasa como de carbohidratos. Si el organismo carece de los necesarios hidratos, ese proceso no se puede llevar a cabo por completo y acabáis con moléculas grasas no acabadas de metabolizar en el sistema.
Éstas partículas se llaman cuerpos cetónicos, o cetonas, y estar en ese estado se llama cetosis. La dieta alta en proteínas y grasa y baja en carbohidratos usada para perder peso produce cetosis. En mi opinión este enfoque no parece funcionar especialmente bien para los que hacen ejercicio. Cuando se sigue este tipo de dieta, acabáis comiendo muchos alimentos altos en proteínas, pero también en grasa, así que no pasáis hambre.
Los huevos con sus yemas, son recomendados en esta dieta, como también los pescados grasos, las carnes rojas, el beicon, incluso la leche, el queso y la mantequilla, alimentos que casi no contienen carbohidratos, pero sí montones de grasa.
Sí, es cierto, se pierde una buena cantidad de peso durante las primeras semanas y el apetito tiende a disminuir. Eso es debido a la química corporal que cambia con una dieta extremadamente pobre de hidratos. Conforme los niveles de carbohidratos en el cuerpo se reducen empezáis a deshidrataros y a perder bastante peso acuoso, la mayoría procedente de las células musculares.
Entonces, en la ausencia de carbohidratos vuestro cuerpo metabolizará tanto músculo como tejido graso.
De manera que por cada kilo de peso perdido, después de la deshidratación inicial, casi la mitad será músculo.
La dieta pobre en carbohidratos está principalmente dirigida para aquellos que son demasiado perezosos para mantener constante un programa equilibrado. Por ejemplo, esos anuncios de refrescos bajos en hidratos pueden darnos una clave de lo ridículos que son. La simple idea de que alguien puede hacer algo saludable bebiendo un refresco, sólo se le puede ocurrir a una persona que no sabe hacer nada mejor. Además, los refrescos sin azúcar, o sea por tanto sin hidratos, llevan ya años en el mercado. ¡Es simplemente otra forma de engañar a las masas y metérselas en sus bolsillos!
Hasta he visto anunciada una comida ‘baja en carbohidratos’ en el restaurante local de comida rápida. Es básicamente la misma de siempre, sólo que simplemente le han quitado las patatas fritas.
Ahí lo tienes Señor Gordo come toda esa grasa, calorías y colesterol pero, ¡por lo menos no tiene tantos carbohidratos!
Estaréis de camino para conseguir una salud superior y un cuerpo recortado en muy poco tiempo por comer sólo hamburguesas sin carbohidratos. Por favor, explicadme, ¿qué lógica hay detrás de ir a un restaurante de comida basura para pedir algo saludable?
Lo que hay que enseñarle a la gente es que el exceso de calorías y la grasa saturada son los factores que producen el sobrepeso. Podéis no comer ni un solo hidrato a lo largo del día, pero si os atiborráis de carnes llenas de grasa ¡os pondréis gordos! Ganáis tejido adiposo porque consumís más calorías de las que quemáis, no porqué comáis hidratos de carbono.
Además, al no comer hidratos la gente se ve obligada a consumir alimentos con un mayor contenido de grasa para saciarse. La grasa tiene más del doble de calorías que los hidratos, por consiguiente la ingestión de calorías se verá incrementada.
La razón por la el público se deja embaucar por la dieta pobre en hidratos es porque ofrece resultados rápidos. Como he dicho anteriormente, al reducir los carbohidratos al mínimo nivel, el cuerpo mantiene menos agua y hasta quema algo de músculo. Esto provoca una casi inmediata pérdida de peso y el individuo se convence de la valía de esta dieta. No se da cuenta de que esos efectos son sólo a corto plazo y que de hecho no ha perdido grasa. En realidad ha incrementado el porcentaje de tejido adiposo del cuerpo, puesto que ha bajado de peso, eliminado algo de músculo y ha mantenido el nivel graso idéntico. La pérdida de peso pronto cesa y el individuo ha experimentado una reducción del músculo, menores niveles de energía y falta de entusiasmo. Se pasará a la próxima dieta de moda y lo más probable es que gane todo el peso perdido.
La pérdida de masa muscular es la peor parte de todo esto. La masa muscular magra, que se construye con una dieta equilibrada en proteína Y carbohidratos, resulta esencial para quemar grasa. Estudios científicos han demostrado que cuanta más masa muscular tenga una persona, tanta más grasa y calorías quemará ésta a lo largo del día. Incluso su ritmo metabólico basal es más alto, así que se gastan más calorías y grasa incluso en estado de reposo absoluto.
¿Sabíais que vuestro cuerpo quema grasa en el interior de las células? No tiene sentido reducir los carbohidratos hasta el punto de sacrificar el músculo.
¿Por qué perder agua y músculo cuando podéis ganar tejido muscular y eliminar el graso?
No sólo tendréis un aspecto más saludable, sino que os sentiréis más fuertes, tendréis más energía, más alerta mental y emocional y, sobre todo, un cuerpo más sano.
Para los que no hacen ejercicio, parece que la moda de la dieta sin hidratos se ha fusionado con la idea de que este tipo de régimen alimenticio va muy bien cuando se hace una gran cantidad de actividad aeróbica. Esto crea otra doble efecto negativo. Las grandes cantidades de ejercicio aeróbico acompañadas por una alimentación deficiente provocará aún más pérdida muscular. La dieta pobre en hidratos les hace perder una valiosa cantidad de agua que sus cuerpos necesitan mientras se ejercitan. El resultado es que se destruye tanto tejido muscular que se quedan ‘delgaduchos’ pero sin ninguna clase de muscularidad. Todavía siguen teniendo exceso de tejido adiposo, así que en cierto sentido se han convertido simplemente en una versión más pequeña de lo mismo que eran antes.
Acaban frustrados, porque todavía parecen blandos y rechonchos, pero con menos niveles de energía. Al cabo de un tiempo de no proporcionarle a sus cuerpos las correctas cantidades de carbohidratos y perder músculo, se sobreentrenan y se vuelven más débiles.
Eso debería enseguida enviar una señal de que algo anda mal. Si estáis entrenando con regularidad y siguiendo una alimentación correcta deberíais volveros más fuertes gradualmente, o ganar resistencia. Si estáis entrenando y os sentís más cansados y débiles, el hecho de que hay que cambiar algo tendría que ser obvio.
Reducir excesivamente la cantidad de hidratos de carbono que consumís, forzará también a vuestro cuerpo a ralentizar el metabolismo. Por supuesto, la pérdida de masa muscular tiene bastante que ver con esta aminoración. Sin embargo, al cortar con casi todos los hidratos, enseñáis a vuestro cuerpo a operar con una ingesta calórica inferior. Además, cuando lo estáis forzando a perder peso mediante el agua y el tejido muscular, éste reaccionará contrarrestando el efecto de esa fuerte pérdida de carbohidratos. Lo que sucederá es que vuestro organismo ralentizará el metabolismo con el objetivo de preservar el agua y el tejido muscular. El cuerpo es sumamente adaptable y cuando hacéis algo que no es saludable durante un cierto periodo de tiempo, reaccionará tratando de corregirse él mismo.
De manera que si seguís con las restricciones de los tan necesarios carbohidratos para la recuperación y para el funcionamiento de tantas acciones corporales, éste contrarrestará tratando de conservar cualquier forma de pérdida de energía. Eso significa que intentará almacenar a ultranza tanto grasa como carbohidratos.
Con el metabolismo por los suelos, cuando tratéis de entrenar el cuerpo intentará forzaros a abandonar reduciendo los niveles de energía.
Por otro lado, si os obligáis a restringir mucho los carbohidratos os hará tener hambre todo el día. Cuando se limitan en exceso los hidratos, los niveles de azúcar en sangre son demasiado bajos, y eso causa que el cuerpo ansíe los azúcares simples para poder elevar rápidamente los niveles sanguíneos de glucosa hasta la normalidad.
¿No habéis comprobado nunca que cuando no coméis durante un tiempo largo sentís unas ganas irrefrenables por los dulces y estáis un poco mareados? Lo que acaba sucediendo es que o cedéis y coméis algún dulce o continuáis resistiendo a la tentación. Pero os sentiréis fatigados, irritables, no seréis capaces de concentraros muy bien y sencillamente estaréis muy incómodos.
¿Acaso os suena eso como una vida saludable?
Junto con la restricción de carbohidratos, esta misma gente que la sigue, puede acabar pensando que es importante reducir los alimentos en general. El propósito de este artículo no me permite entrar en detalle acerca de la importancia de comer muchas veces al día. Sólo diré que al limitarse a realizar una o dos comidas al día, estos seguidores de la dieta, obligan a sus metabolismos a ralentizarse aún más. Y para colmo no estarán obteniendo la suficiente nutrición, se entrenen o no. Estas dietas de ‘privación’ sólo hace que el cuerpo se aferre a preservar toda la grasa que pueda.
Lo que sucede es que la severa reducción de hidratos y calorías pone al cuerpo en modo de ‘supervivencia’ y vuestro cuerpo almacena la glucosa (que se obtiene de los carbohidratos) y la insulina en forma de grasa. El efecto es un sinónimo de la hibernación de los animales. Si no alimentas al cuerpo y lo fuerzas a operar con escasas cantidades de alimentos, intentará almacenar toda la grasa que pueda y aminorar el metabolismo debido al hecho de que no sabe cuando va a llegar la siguiente comida.
Reducir la ingestión de carbohidratos y de calorías sólo hará que vuestro cuerpo se programe para almacenar grasa para compensar.
Este artículo es exclusivamente para explicar la importancia de comer suficientes carbohidratos. En próximos artículos explicaré cómo el cuerpo usa los hidratos de carbono, cuando se les suministran en las porciones y en los momentos correctos. El objetivo aquí era alertar al lector de que no comer suficientes carbohidratos es en realidad contraproducente. Además, un alimento no es más saludable porque sea pobre en hidratos de carbono. El punto clave es que estas dietas son una moda pasajera que sólo conducirán a la decepción y a una salud deficiente a largo plazo.
El seguidor de este tipo de dieta baja en hidratos, lo más probable es que vuelva a su peso normal después de haberse sentido frustrado por no seguir perdiendo peso y seguir sin tener tonicidad muscular.
El sentido inicial de hacer dieta es volverse más sano, ¿o no?
Si seguís la dieta baja en carbohidratos estaréis menos sanos, pero la gente de la publicidad que juega con la falta de conocimientos dietéticos de la gente, sí que harán un beneficio ‘saludable’ con toda esa porquería.
Para perder peso Perder Peso Quemar Grasa Dietas La Dieta Dieta Equilibrada
El saber ocupa el lugar de la ignorancia.
LAS DIETAS BAJAS EN CARBOHIDRATOS Y LO QUE NUNCA OS HAN CONTADO SOBRE ELLAS
Por Mike Lackner
Ha habido numerosas dietas de moda a lo largo de los años que ganaron popularidad, para luego desaparecer y ser sustituidas por la siguiente ‘última y mejor’ dieta para perder grasa.
Sin embargo, hay una en particular que está invadiendo Estados Unidos y muy pronto estará también cerca de tu casa.
En los últimos meses la dieta baja en carbohidratos ha estado machacándonos desde todos los medios, se la han estado empujando por la garganta a todos los ciudadanos. Ya está en todos sitios, en la televisión, la radio, la lista de éxitos, los panfletos publicitarios, etcétera. ¡Demonios! Hasta en los anuncios previos a la película que fui a ver el otro día anuncian bebidas refrescantes bajas en carbohidratos.
Pero como culturista ávido, o como entusiastas del ejercicio, es importante que entendáis las necesidades de hidratos de carbono del cuerpo y los peligros de caer en esta última epidemia nutricional.
En ausencia del adecuado suministro de carbohidratos, el cuerpo tiene dificultad para metabolizar la grasa. El proceso de degradación de ésta requiere la presencia tanto de grasa como de carbohidratos. Si el organismo carece de los necesarios hidratos, ese proceso no se puede llevar a cabo por completo y acabáis con moléculas grasas no acabadas de metabolizar en el sistema.
Éstas partículas se llaman cuerpos cetónicos, o cetonas, y estar en ese estado se llama cetosis. La dieta alta en proteínas y grasa y baja en carbohidratos usada para perder peso produce cetosis. En mi opinión este enfoque no parece funcionar especialmente bien para los que hacen ejercicio. Cuando se sigue este tipo de dieta, acabáis comiendo muchos alimentos altos en proteínas, pero también en grasa, así que no pasáis hambre.
Los huevos con sus yemas, son recomendados en esta dieta, como también los pescados grasos, las carnes rojas, el beicon, incluso la leche, el queso y la mantequilla, alimentos que casi no contienen carbohidratos, pero sí montones de grasa.
Sí, es cierto, se pierde una buena cantidad de peso durante las primeras semanas y el apetito tiende a disminuir. Eso es debido a la química corporal que cambia con una dieta extremadamente pobre de hidratos. Conforme los niveles de carbohidratos en el cuerpo se reducen empezáis a deshidrataros y a perder bastante peso acuoso, la mayoría procedente de las células musculares.
Entonces, en la ausencia de carbohidratos vuestro cuerpo metabolizará tanto músculo como tejido graso.
De manera que por cada kilo de peso perdido, después de la deshidratación inicial, casi la mitad será músculo.
La dieta pobre en carbohidratos está principalmente dirigida para aquellos que son demasiado perezosos para mantener constante un programa equilibrado. Por ejemplo, esos anuncios de refrescos bajos en hidratos pueden darnos una clave de lo ridículos que son. La simple idea de que alguien puede hacer algo saludable bebiendo un refresco, sólo se le puede ocurrir a una persona que no sabe hacer nada mejor. Además, los refrescos sin azúcar, o sea por tanto sin hidratos, llevan ya años en el mercado. ¡Es simplemente otra forma de engañar a las masas y metérselas en sus bolsillos!
Hasta he visto anunciada una comida ‘baja en carbohidratos’ en el restaurante local de comida rápida. Es básicamente la misma de siempre, sólo que simplemente le han quitado las patatas fritas.
Ahí lo tienes Señor Gordo come toda esa grasa, calorías y colesterol pero, ¡por lo menos no tiene tantos carbohidratos!
Estaréis de camino para conseguir una salud superior y un cuerpo recortado en muy poco tiempo por comer sólo hamburguesas sin carbohidratos. Por favor, explicadme, ¿qué lógica hay detrás de ir a un restaurante de comida basura para pedir algo saludable?
Lo que hay que enseñarle a la gente es que el exceso de calorías y la grasa saturada son los factores que producen el sobrepeso. Podéis no comer ni un solo hidrato a lo largo del día, pero si os atiborráis de carnes llenas de grasa ¡os pondréis gordos! Ganáis tejido adiposo porque consumís más calorías de las que quemáis, no porqué comáis hidratos de carbono.
Además, al no comer hidratos la gente se ve obligada a consumir alimentos con un mayor contenido de grasa para saciarse. La grasa tiene más del doble de calorías que los hidratos, por consiguiente la ingestión de calorías se verá incrementada.
La razón por la el público se deja embaucar por la dieta pobre en hidratos es porque ofrece resultados rápidos. Como he dicho anteriormente, al reducir los carbohidratos al mínimo nivel, el cuerpo mantiene menos agua y hasta quema algo de músculo. Esto provoca una casi inmediata pérdida de peso y el individuo se convence de la valía de esta dieta. No se da cuenta de que esos efectos son sólo a corto plazo y que de hecho no ha perdido grasa. En realidad ha incrementado el porcentaje de tejido adiposo del cuerpo, puesto que ha bajado de peso, eliminado algo de músculo y ha mantenido el nivel graso idéntico. La pérdida de peso pronto cesa y el individuo ha experimentado una reducción del músculo, menores niveles de energía y falta de entusiasmo. Se pasará a la próxima dieta de moda y lo más probable es que gane todo el peso perdido.
La pérdida de masa muscular es la peor parte de todo esto. La masa muscular magra, que se construye con una dieta equilibrada en proteína Y carbohidratos, resulta esencial para quemar grasa. Estudios científicos han demostrado que cuanta más masa muscular tenga una persona, tanta más grasa y calorías quemará ésta a lo largo del día. Incluso su ritmo metabólico basal es más alto, así que se gastan más calorías y grasa incluso en estado de reposo absoluto.
¿Sabíais que vuestro cuerpo quema grasa en el interior de las células? No tiene sentido reducir los carbohidratos hasta el punto de sacrificar el músculo.
¿Por qué perder agua y músculo cuando podéis ganar tejido muscular y eliminar el graso?
No sólo tendréis un aspecto más saludable, sino que os sentiréis más fuertes, tendréis más energía, más alerta mental y emocional y, sobre todo, un cuerpo más sano.
Para los que no hacen ejercicio, parece que la moda de la dieta sin hidratos se ha fusionado con la idea de que este tipo de régimen alimenticio va muy bien cuando se hace una gran cantidad de actividad aeróbica. Esto crea otra doble efecto negativo. Las grandes cantidades de ejercicio aeróbico acompañadas por una alimentación deficiente provocará aún más pérdida muscular. La dieta pobre en hidratos les hace perder una valiosa cantidad de agua que sus cuerpos necesitan mientras se ejercitan. El resultado es que se destruye tanto tejido muscular que se quedan ‘delgaduchos’ pero sin ninguna clase de muscularidad. Todavía siguen teniendo exceso de tejido adiposo, así que en cierto sentido se han convertido simplemente en una versión más pequeña de lo mismo que eran antes.
Acaban frustrados, porque todavía parecen blandos y rechonchos, pero con menos niveles de energía. Al cabo de un tiempo de no proporcionarle a sus cuerpos las correctas cantidades de carbohidratos y perder músculo, se sobreentrenan y se vuelven más débiles.
Eso debería enseguida enviar una señal de que algo anda mal. Si estáis entrenando con regularidad y siguiendo una alimentación correcta deberíais volveros más fuertes gradualmente, o ganar resistencia. Si estáis entrenando y os sentís más cansados y débiles, el hecho de que hay que cambiar algo tendría que ser obvio.
Reducir excesivamente la cantidad de hidratos de carbono que consumís, forzará también a vuestro cuerpo a ralentizar el metabolismo. Por supuesto, la pérdida de masa muscular tiene bastante que ver con esta aminoración. Sin embargo, al cortar con casi todos los hidratos, enseñáis a vuestro cuerpo a operar con una ingesta calórica inferior. Además, cuando lo estáis forzando a perder peso mediante el agua y el tejido muscular, éste reaccionará contrarrestando el efecto de esa fuerte pérdida de carbohidratos. Lo que sucederá es que vuestro organismo ralentizará el metabolismo con el objetivo de preservar el agua y el tejido muscular. El cuerpo es sumamente adaptable y cuando hacéis algo que no es saludable durante un cierto periodo de tiempo, reaccionará tratando de corregirse él mismo.
De manera que si seguís con las restricciones de los tan necesarios carbohidratos para la recuperación y para el funcionamiento de tantas acciones corporales, éste contrarrestará tratando de conservar cualquier forma de pérdida de energía. Eso significa que intentará almacenar a ultranza tanto grasa como carbohidratos.
Con el metabolismo por los suelos, cuando tratéis de entrenar el cuerpo intentará forzaros a abandonar reduciendo los niveles de energía.
Por otro lado, si os obligáis a restringir mucho los carbohidratos os hará tener hambre todo el día. Cuando se limitan en exceso los hidratos, los niveles de azúcar en sangre son demasiado bajos, y eso causa que el cuerpo ansíe los azúcares simples para poder elevar rápidamente los niveles sanguíneos de glucosa hasta la normalidad.
¿No habéis comprobado nunca que cuando no coméis durante un tiempo largo sentís unas ganas irrefrenables por los dulces y estáis un poco mareados? Lo que acaba sucediendo es que o cedéis y coméis algún dulce o continuáis resistiendo a la tentación. Pero os sentiréis fatigados, irritables, no seréis capaces de concentraros muy bien y sencillamente estaréis muy incómodos.
¿Acaso os suena eso como una vida saludable?
Junto con la restricción de carbohidratos, esta misma gente que la sigue, puede acabar pensando que es importante reducir los alimentos en general. El propósito de este artículo no me permite entrar en detalle acerca de la importancia de comer muchas veces al día. Sólo diré que al limitarse a realizar una o dos comidas al día, estos seguidores de la dieta, obligan a sus metabolismos a ralentizarse aún más. Y para colmo no estarán obteniendo la suficiente nutrición, se entrenen o no. Estas dietas de ‘privación’ sólo hace que el cuerpo se aferre a preservar toda la grasa que pueda.
Lo que sucede es que la severa reducción de hidratos y calorías pone al cuerpo en modo de ‘supervivencia’ y vuestro cuerpo almacena la glucosa (que se obtiene de los carbohidratos) y la insulina en forma de grasa. El efecto es un sinónimo de la hibernación de los animales. Si no alimentas al cuerpo y lo fuerzas a operar con escasas cantidades de alimentos, intentará almacenar toda la grasa que pueda y aminorar el metabolismo debido al hecho de que no sabe cuando va a llegar la siguiente comida.
Reducir la ingestión de carbohidratos y de calorías sólo hará que vuestro cuerpo se programe para almacenar grasa para compensar.
Este artículo es exclusivamente para explicar la importancia de comer suficientes carbohidratos. En próximos artículos explicaré cómo el cuerpo usa los hidratos de carbono, cuando se les suministran en las porciones y en los momentos correctos. El objetivo aquí era alertar al lector de que no comer suficientes carbohidratos es en realidad contraproducente. Además, un alimento no es más saludable porque sea pobre en hidratos de carbono. El punto clave es que estas dietas son una moda pasajera que sólo conducirán a la decepción y a una salud deficiente a largo plazo.
El seguidor de este tipo de dieta baja en hidratos, lo más probable es que vuelva a su peso normal después de haberse sentido frustrado por no seguir perdiendo peso y seguir sin tener tonicidad muscular.
El sentido inicial de hacer dieta es volverse más sano, ¿o no?
Si seguís la dieta baja en carbohidratos estaréis menos sanos, pero la gente de la publicidad que juega con la falta de conocimientos dietéticos de la gente, sí que harán un beneficio ‘saludable’ con toda esa porquería.
Para perder peso Perder Peso Quemar Grasa Dietas La Dieta Dieta Equilibrada
El saber ocupa el lugar de la ignorancia.
