En la alimentación oriental, predominan los vegetales, así como las grasas saludables y las proteínas magras. También, las proporciones de cada alimento son cuidadosamente calculadas para cada plato, lo cual contribuye a comer lo que necesitamos en su justa medida.
Por otro lado, el tipo de cocción suele favorecer a la salud, pues predominan la cocción al vapor, en agua y hasta se cuida el punto de las mismas para preservar nutrientes, sabores y cualidades de los alimentos, por ejemplo, los vegetales por lo general están crujientes.
Los condimentos y salsas son otros de los rasgos distintivos en la comida china, entre los que destacan la cebolleta, el jengibre y la salsa de soja, todos con propiedades digestivas y benéficas para el cuerpo, aunque esta última puede ser muy rica en sodio.
Hasta aquí parecemos estar ante una alimentación muy saludable y nutritiva, sin embargo, en la comida china también existen una gran variedad de platos fritos, y éstos, no siempre se reproducen de igual manera fuera de oriente, lugar donde tiene origen esta saludable comida.
En España, así como en otros países fuera de China, donde se realizan platos típicos de este país, la comida suele perder calidad nutricional y sabor característico para ganar calorías y grasas saturadas, ya que se abusa de las frituras mal elaboradas, se agregan salsas con fuerte componente graso y hasta abunda el sodio en las preparaciones.