La cuestión es así: la fuerza de piernas con respecto al peso corporal es um elemento del salto vertical.
Otros elementos son las palancas de cada uno y la capacidade de acelerar o no al final del movimento.
El salto vertical, a su vez, es un elemento de los saltos competitivos, integrándose con el conocimiento técnico del salto en sí y además de la carrera previa de impulso, y nuevamente con que la persona tenga una biomecânica que, además de palancas que favorezcan la velocidade, consiga las posiciones que requiere la técnica de salto correspondiente. Y además que se tenga la disposición síquica como para centrar esfuerzos en esse tipo de rendimento.
Por esse motivo es que no se puede deducir que una mayor fuerza de piernas de una persona implica una mayor capacidade de salto competitivo que otra persona, ya que los otros elementos también juegan.
Cuando Javier Sotomayor estuvo entrenando en Montevideo (no fue más que una semana), que fue en el gimnasio de halterofilia del Parque Central, claro que trabajó fuerza de pierna con pesas. Ahora, con las proporciones de piernas que él tiene, una sentadilla menor ya da un salto vertical mayor que el que daria la misma sentadilla en alguien de unas proporciones como las de Mutlu o Suleymanoglu, que tienen biomecânicas privilegiadas para halterofilia.
También es verdad que muchos levantadores ultimamente se están haciendo apuestas de salto vertical, y algunos consiguen saltar (ahí están los vídeos) a cajas o pilas de discos mayores que su altura. Yo en particular no concuerdo con esse tipo de apuestas que no le aporta nada a su propia disciplina sobre lo que aportaria saltar en el lugar con un par de mancuernas pesadas en la mano, y sí agrega riesgo de que todo se les venga para el carajo y salgan en ambulância del gimnasio por una bobada cuando podrían haber salido en ambulância por algo que valiese la pena.