La vida del atleta professional, para nosotros nos parece un paraíso, ya que los tipos no tiene que cumplir horário, no tienen que deslomarse en otras cosas, y en cambio pueden dedicarse a lo que les gusta. Como decía un amigo mío de São Paulo, "minha vida, só tem duas coisas: pesas e foder"
.
Pero esa maravilla es relativa: primero, que "lo que les gusta" no es verdad necesariamente. Es para ellos un trabajo como para otro puede ser el de abogado o de basurero.
Y tiene algunos problemitas extras: tanto los ingresos le vengan de patrocínios como de bolsas, son temporários, no le generan automaticamente ninguna reserva para el futuro y están sujetos a permanente amenaza de una cantidad de rivales que aspiran a ellos.
.
Entonces no existe el tipo que dedique las 24 horas - a no ser por breves períodos - exclusivamente a lo técnico: o es un tipo consciente y organiza su vida de forma que la dependência de los resultados deportivos no lo deje jodido (invierte dinero, se capacita en algo, etc.), o es un loco de mierda que se reparte entre el deporte y la joda y cuando la guita se acaba no tiene más que agarrar los trabajos más ruines. A veces estos tipos "poca cabeza", cuando perciben el riesgo que están viviendo, en lugar de hacer lo racional, entran en un proceso de corrupción para intentar mantenerse: dóping, negociación de resultados y de apoyos políticos, sabotajes a contrários, en fin toda una barranca abajo.