Es gracioso, porque esta historia de la ventana anabólica sigue una falta de lógica total:
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defendendo la ventana: como un extremo (el caso de mi tío Pancracio) es verdadero, entonces una idea mirabolante basada en el extremo del tío pancrácio o del maratonista por fuerza es verdadera. Se crea una afirmación falsa por causa de una exptrapolación.
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atacando la ventana: como la ventana es falsa, entonces cualquier organización del flujo de comidas no es significativa, lo único que importa son los totales diários. Como es fácil ver que la extrapolación es falsa, entonces despreciamos afirmaciones verdaderas originadas en el sentido común, porque tienen cierto parecido con una idea falsa.