Pablo23
Frrrrrrreak!
Extraído de 'El ayuno terapéutico', de las clínicas Buchinger.
Tal y como dice, aplican un ayuno de normalmente 3 a 4 semanas (40 días)en sus pacientes, estas han sido las observaciones en cuanto al metabolismo en una situación de AYUNO, se supone que las dietas cetogénicas imitan esta situación.
Metabolismo en ayuno
<<Al principio del ayuno, se producen unos 180g de glucosa al día a través de la gluconeogénesis. La energía necesaria para ello se obtiene directamente de la transformación de unos 40g de ácidos grasos libres en unos 60g de cuerpos cetónicos. La glucosa formada es el sustrato energético que precisan el sistema nervioso y las células sanguineas, mientras que el resto de células corporales, desde el comienzo del ayuno, utilizan como sustrato energético ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos provienen del producto final del catabolismo de los ácidos grasos, el acido acético.
Durante el ayuno, la cantidad de esta sustancia aumenta hasta el punto que sobrepasa la capacidad del ciclo del ácido cítrico, o ciclo donde es introducida normalmente. A partir del ácido acético excedente, se forman cetoácidos: el ácido acetilacético y, especialmente, el ácido beta-hidroxibutírico, cuyos niveles en el plasma durante el ayuno se observan altos. El ácido acetilacético se elimina a través de la orina, como tal o en forma de acetona.
Esta situación metabólica expone al organismo durante el ayuno a dos importantes tareas:
-Reducir el elevado consumo de proteínas de la gluconeogénesis.
-Neutralizar y eliminar una gran parte de los ácidos cetónicos existentes (cetoacidosis).
Para resolver estos problemas, durante el transcurso del ayuno se desarrollan una serie de mecanismos de adaptación y compensación de gran importancia.>>
Ahorro de glucosa y proteinas
El ahorro de glucosa y el de proteínas a causa de la disminución de la gluconeogénesis, sucede cuando las neuronas ''aprenden'' progresivamente a servirse de la combustión de los ácidos grasos como fuente de energía para la oxidación, en lugar de utilizar la glucosa formada a partir de las valiosas proteínas. El porcentaje de glucosa que utiliza el cerebro en el consumo de energía se reduce desde un 100% original ahsta un 25% empleando el abundante ácido betahidroxibutírico existente (55%), y el ácido acetilacético(10%). De esta forma, la cantidad de glucosa producida se reduce, desde los iniciales 180g hasta 80g en la quinta semana de ayuno.
De esta forma se produce un ahorro progresivo de proteínas. El catabolismo diario de éstas disminuye muy rápidamente, desde los 80g aproximadamente del primer día de ayuno, hasta los 40g después de la primera semana, tras la cual sigue disminuyendo de manera más paulatina, pero continuada. Esto se demuestra matemáticamente a partir de los balances negativos del nitrógeno (1g nitrógeno=6,25g de proteínas).
La cuestión de las proteínas
Actualmente, se especula sobre el lugar de origen de las proteínas extraídas por el organismo y necesarias para la gluconeogénesis. De todos modos, partimos de que el organismo cataboliza primero lo perjudicial y lo patológico, y después lo superfluo, conservando en lo posible todo lo necesario para una buena salud. Haríamos referencia a un ''catabolismo selectivo de proteínas.
Precisamente, el elevado catabolismo de proteínas característico de los primeros momentos del ayuno, afectará principalmente a las proteínas que quedan en el tracto digestivo por cese de la actividad digestiva. Éstas provienen, principalmente, del tracto digestivo, con una gran superficie, y de las glándulas digestivas, que durante el ayuno sufren una ligera atrofia progresiva.
Sin embgargo, una eliminación de 3-metil-histidina a través de la orina también indica una cierta eliminación de las proteínas de origen muscular (en ayuno). En el organismo humano este tejido cumple una función de reserva fisiológica de proteínas. Por la economía orgánica de las aves de paso sabemos que, al disminuir las reservas de grasa, también se consume parte de la musculatura considerada como superflua. Asimismo, entre los seres humanos, aquéllos que tienen más grasa suelen disponer de una mayor masa muscular. Ambas disminuyen durante el ayuno, ya que con una menor cantidad de grasa se necesita menos musculatura.
Naturalmente, también tenemos en cuenta las proteínas residuales depositadas en la membrana basal y en la sustancia fundamental.
El catabolismo de proteínas se puede reducir mediante el consumo de productos lácteos descremados (caseína).
La proporción de proteínas destinada al gasto energético diario tras la primera semana de ayuno es de un 8% aproximadamente, y, después de cuatro semanas, solamente de un 2%. Desde un primer momento, el tejido adiposo es, con diferencia, el principal suministrador de energía.
A quienes se muestran escépticos en el tema de la desintegración de las proteínas, debemos decirles que, desde un punto de vista clínico, las personas que ayunan se van sintiendo cada vez mejor psíquica y físicamente, tras una fase de ''cambio'' e introducción al ayuno de apenas 2-3 días de duración,y que el ayuno de 2-4 semanas, tal y como lo practican la mayoría de las personas, no conlleva riesgo alguno.
Las mediciones químicas de laboratorio de las diferentes proporciones de proteínas en la sangre han demostrado repetidamente (también lo hemos comprobado nosotros recientemente) que no se produce ninguna disminución que llegue a niveles patológicos a causa de ayunar durante 3-4 semanas sin sustitución de proteínas. Esto es válido tanto para las cifras globales de proteínas como para algunos subgrupos de albúminas, para las diferentes globulinas y las inmunoglobulinas.
Por otra parte, el balance de nitrógeno positivo que se observa tras el ayuno indica que el cuerpo capta fácilmente las proteínas que provienen de la alimentación, para poder regenerar rápidamente las proteínas funcionales necesarias para la digestión restablecida y las proteínas estructurales eventualmente perdidas.
Pequeña síntesis
1.Estas observaciones se han hecho en situación de ayuno, si os poneis a una dieta cetogénica, probablemente las pérdidas sean nulas, nuestro cuerpo desea preservar el músculo y hace los posible por conseguirlo, y como veis, en caso de que pierda proteínas, éste aumenta su balance de nitrógeno para irlos recuperando.
2.También existen artículos por este foro que afirman que el ejercicio (especialmente el de pesas y a alta intensidad) es la mejor forma de decirle al cuerpo que necesitamos que preserve el músculo para seguir sobreviviendo.
3.Que conste que no quiero instar a nadie a hacer una dieta cetogénica, pero quiero erradicar un poco el tema del catabolismo muscular con este tipo de dietas y quitarle un poco el miedo a aquellos que se quiran aventurar en una
Tal y como dice, aplican un ayuno de normalmente 3 a 4 semanas (40 días)en sus pacientes, estas han sido las observaciones en cuanto al metabolismo en una situación de AYUNO, se supone que las dietas cetogénicas imitan esta situación.
Metabolismo en ayuno
<<Al principio del ayuno, se producen unos 180g de glucosa al día a través de la gluconeogénesis. La energía necesaria para ello se obtiene directamente de la transformación de unos 40g de ácidos grasos libres en unos 60g de cuerpos cetónicos. La glucosa formada es el sustrato energético que precisan el sistema nervioso y las células sanguineas, mientras que el resto de células corporales, desde el comienzo del ayuno, utilizan como sustrato energético ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos provienen del producto final del catabolismo de los ácidos grasos, el acido acético.
Durante el ayuno, la cantidad de esta sustancia aumenta hasta el punto que sobrepasa la capacidad del ciclo del ácido cítrico, o ciclo donde es introducida normalmente. A partir del ácido acético excedente, se forman cetoácidos: el ácido acetilacético y, especialmente, el ácido beta-hidroxibutírico, cuyos niveles en el plasma durante el ayuno se observan altos. El ácido acetilacético se elimina a través de la orina, como tal o en forma de acetona.
Esta situación metabólica expone al organismo durante el ayuno a dos importantes tareas:
-Reducir el elevado consumo de proteínas de la gluconeogénesis.
-Neutralizar y eliminar una gran parte de los ácidos cetónicos existentes (cetoacidosis).
Para resolver estos problemas, durante el transcurso del ayuno se desarrollan una serie de mecanismos de adaptación y compensación de gran importancia.>>
Ahorro de glucosa y proteinas
El ahorro de glucosa y el de proteínas a causa de la disminución de la gluconeogénesis, sucede cuando las neuronas ''aprenden'' progresivamente a servirse de la combustión de los ácidos grasos como fuente de energía para la oxidación, en lugar de utilizar la glucosa formada a partir de las valiosas proteínas. El porcentaje de glucosa que utiliza el cerebro en el consumo de energía se reduce desde un 100% original ahsta un 25% empleando el abundante ácido betahidroxibutírico existente (55%), y el ácido acetilacético(10%). De esta forma, la cantidad de glucosa producida se reduce, desde los iniciales 180g hasta 80g en la quinta semana de ayuno.
De esta forma se produce un ahorro progresivo de proteínas. El catabolismo diario de éstas disminuye muy rápidamente, desde los 80g aproximadamente del primer día de ayuno, hasta los 40g después de la primera semana, tras la cual sigue disminuyendo de manera más paulatina, pero continuada. Esto se demuestra matemáticamente a partir de los balances negativos del nitrógeno (1g nitrógeno=6,25g de proteínas).
La cuestión de las proteínas
Actualmente, se especula sobre el lugar de origen de las proteínas extraídas por el organismo y necesarias para la gluconeogénesis. De todos modos, partimos de que el organismo cataboliza primero lo perjudicial y lo patológico, y después lo superfluo, conservando en lo posible todo lo necesario para una buena salud. Haríamos referencia a un ''catabolismo selectivo de proteínas.
Precisamente, el elevado catabolismo de proteínas característico de los primeros momentos del ayuno, afectará principalmente a las proteínas que quedan en el tracto digestivo por cese de la actividad digestiva. Éstas provienen, principalmente, del tracto digestivo, con una gran superficie, y de las glándulas digestivas, que durante el ayuno sufren una ligera atrofia progresiva.
Sin embgargo, una eliminación de 3-metil-histidina a través de la orina también indica una cierta eliminación de las proteínas de origen muscular (en ayuno). En el organismo humano este tejido cumple una función de reserva fisiológica de proteínas. Por la economía orgánica de las aves de paso sabemos que, al disminuir las reservas de grasa, también se consume parte de la musculatura considerada como superflua. Asimismo, entre los seres humanos, aquéllos que tienen más grasa suelen disponer de una mayor masa muscular. Ambas disminuyen durante el ayuno, ya que con una menor cantidad de grasa se necesita menos musculatura.
Naturalmente, también tenemos en cuenta las proteínas residuales depositadas en la membrana basal y en la sustancia fundamental.
El catabolismo de proteínas se puede reducir mediante el consumo de productos lácteos descremados (caseína).
La proporción de proteínas destinada al gasto energético diario tras la primera semana de ayuno es de un 8% aproximadamente, y, después de cuatro semanas, solamente de un 2%. Desde un primer momento, el tejido adiposo es, con diferencia, el principal suministrador de energía.
A quienes se muestran escépticos en el tema de la desintegración de las proteínas, debemos decirles que, desde un punto de vista clínico, las personas que ayunan se van sintiendo cada vez mejor psíquica y físicamente, tras una fase de ''cambio'' e introducción al ayuno de apenas 2-3 días de duración,y que el ayuno de 2-4 semanas, tal y como lo practican la mayoría de las personas, no conlleva riesgo alguno.
Las mediciones químicas de laboratorio de las diferentes proporciones de proteínas en la sangre han demostrado repetidamente (también lo hemos comprobado nosotros recientemente) que no se produce ninguna disminución que llegue a niveles patológicos a causa de ayunar durante 3-4 semanas sin sustitución de proteínas. Esto es válido tanto para las cifras globales de proteínas como para algunos subgrupos de albúminas, para las diferentes globulinas y las inmunoglobulinas.
Por otra parte, el balance de nitrógeno positivo que se observa tras el ayuno indica que el cuerpo capta fácilmente las proteínas que provienen de la alimentación, para poder regenerar rápidamente las proteínas funcionales necesarias para la digestión restablecida y las proteínas estructurales eventualmente perdidas.
Pequeña síntesis
1.Estas observaciones se han hecho en situación de ayuno, si os poneis a una dieta cetogénica, probablemente las pérdidas sean nulas, nuestro cuerpo desea preservar el músculo y hace los posible por conseguirlo, y como veis, en caso de que pierda proteínas, éste aumenta su balance de nitrógeno para irlos recuperando.
2.También existen artículos por este foro que afirman que el ejercicio (especialmente el de pesas y a alta intensidad) es la mejor forma de decirle al cuerpo que necesitamos que preserve el músculo para seguir sobreviviendo.
3.Que conste que no quiero instar a nadie a hacer una dieta cetogénica, pero quiero erradicar un poco el tema del catabolismo muscular con este tipo de dietas y quitarle un poco el miedo a aquellos que se quiran aventurar en una
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