TylerDurdenm
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La supervivencia del Homo Sapiens durante la evolución depende de la
la adquisición de alimentos, que a su vez depende de la actividad física. Sin embargo, el suministro de alimentos nunca fue consistente. Así, se sostiene que la cazadores-recolectores antiguos tenían ciclos de escasez y abundancia, marcada con períodos obligados de la actividad física y descanso. Por lo tanto, la selección de genes en la era del Paleolítico Tardío fue probablemente influenciada por la actividad física y descanso. Para garantizar la supervivencia durante los períodos de hambruna, ciertos genes evolucionado para regular la ingesta y la utilización eficiente de los almacenes de combustible. Estos genes se denominan "genes ahorradores" en 1962. Además, hay pruebas convincentes de que este genoma antiguo se ha mantenido básicamente sin cambios durante los últimos 10.000 años y, ciertamente, no ha cambiado en los últimos 40-100 años. Si bien la ingesta calórica absoluta de los modernos humanos de hoy día es probablemente inferior en comparación con nuestros ancestros cazadores-recolectores, es sin embargo en el balance calórico positivo en la
la mayoría de la población adulta de los EE.UU., debido principalmente al sedentarismo creciente en la sociedad actual. Nosotros sostenemos que la combinación de la abundancia de alimento continuo y la inactividad física elimina los ciclos bioquímicos evolutivamente programado que emanan de la fiesta de la hambruna y la actividad física ciclos de reposo, que a su vez deroga el ciclo de ciertos procesos metabólicos, en última instancia resulta en alteraciones metabólicas como la obesidad y La diabetes tipo 2. En este contexto, postulamos que tal vez un mecanismo crucial para romper el puesto de los procesos metabólicos sería a través del ejercicio a través de la regulación de los "genes de actividad física", algunos de los cuales también pueden ser candidatos potenciales para los "genes ahorradores" de nuestro cazador antepasados recolectores. Por lo tanto, la identificación de los genes como "ahorrativos", los candidatos que ayudan a proporcionar información en los procesos patogénicos de la inactividad física de numerosas enfermedades mediadas.
la adquisición de alimentos, que a su vez depende de la actividad física. Sin embargo, el suministro de alimentos nunca fue consistente. Así, se sostiene que la cazadores-recolectores antiguos tenían ciclos de escasez y abundancia, marcada con períodos obligados de la actividad física y descanso. Por lo tanto, la selección de genes en la era del Paleolítico Tardío fue probablemente influenciada por la actividad física y descanso. Para garantizar la supervivencia durante los períodos de hambruna, ciertos genes evolucionado para regular la ingesta y la utilización eficiente de los almacenes de combustible. Estos genes se denominan "genes ahorradores" en 1962. Además, hay pruebas convincentes de que este genoma antiguo se ha mantenido básicamente sin cambios durante los últimos 10.000 años y, ciertamente, no ha cambiado en los últimos 40-100 años. Si bien la ingesta calórica absoluta de los modernos humanos de hoy día es probablemente inferior en comparación con nuestros ancestros cazadores-recolectores, es sin embargo en el balance calórico positivo en la
la mayoría de la población adulta de los EE.UU., debido principalmente al sedentarismo creciente en la sociedad actual. Nosotros sostenemos que la combinación de la abundancia de alimento continuo y la inactividad física elimina los ciclos bioquímicos evolutivamente programado que emanan de la fiesta de la hambruna y la actividad física ciclos de reposo, que a su vez deroga el ciclo de ciertos procesos metabólicos, en última instancia resulta en alteraciones metabólicas como la obesidad y La diabetes tipo 2. En este contexto, postulamos que tal vez un mecanismo crucial para romper el puesto de los procesos metabólicos sería a través del ejercicio a través de la regulación de los "genes de actividad física", algunos de los cuales también pueden ser candidatos potenciales para los "genes ahorradores" de nuestro cazador antepasados recolectores. Por lo tanto, la identificación de los genes como "ahorrativos", los candidatos que ayudan a proporcionar información en los procesos patogénicos de la inactividad física de numerosas enfermedades mediadas.
