Es aquella historia que si comiste un café y una tostada, hiciste un entrenamiento pesado, vas a sentir la necesidad de comer bien. Y claro, entrenar pesado y comer bien induce fuerza y desarrollo.
Pero cuanto más uno come previo, pues que menos hambre tiene y no por meter más comida despues de entrenar se va a mejorar más de lo que se va a mejorar. Buena parte de lo que se comio antes de entrenar está disponible para el metabolismo.
Ahora, si previamente comiste igual un energúmeno o vas a entrenar cayendo de hambre, el problema es que el entrenamiento en lugar de salir bien, sale mal.