A lo mejor ya lo has visto pero te lo pongo:
Se puede hablar de retención de agua o líquidos -aunque el agua que hay en el organismo no es pura ya que está mezclada de otras sustancias- cuando el nivel de ésta en el cuerpo supera el 75%. Sus principales síntomas son calambres, debilidad, palpitaciones y malestar general.
El cuerpo mantiene un nivel de líquido constante, de ahí que, aún bebiendo más de la cuenta, no ocurre nada; los riñones lo eliminan en forma de orina. Si, por el contrario, no se ingiere la cantidad suficiente el cuerpo retendrá más agua y se orinará menos.
Dietas infructuosas
Este proceso se regula por un complejo sistema de hormonas que hay el organismo. Cuando éste se desequilibra, se produce una retención inadecuada. En muchos casos, se llega a confundir incluso con sobrepeso. Las personas que lo sufren se someten a dietas de adelgazamiento sin obtener resultados ya que, su problema no es de peso sino de exceso agua.
Si no damos al organismo la cantidad de agua que necesita éste hará lo necesario para retener la que haya disponible. Así que, cuándo se sufre de retención de líquido, no se trata de beber menos agua, sino de saber de dónde viene el problema y solucionarlo adecuadamente. El desequilibrio puede estar producido por una dieta baja en proteínas o por tener escasez de nutrientes en el organismo.
Falta de proteínas
Una dieta rica en proteínas es necesaria para evitar la retención de agua. Tras su ingestión, el hígado produce la albúmina, que es la sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen en los tejidos causando la retención.
Se pueden ingerir proteínas completas e incompletas. Las primeras se encuentran en carnes, pescados, huevos y productos lácteos. Las incompletas están en las legumbres, cereales y frutos secos. Esto quiere decir que, las personas vegetarianas también pueden tener una dieta rica en proteínas, sólo tienen que elegir bien los alimentos.
Cuándo la retención de líquidos está producida por la carencia de proteínas, los síntomas suele ir acompañada de problemas hormonales, caída del cabello, alergias, uñas quebradas y bajo tono muscular.
Escasez de nutrientes
La falta de nutrientes en el organismo es otra de las causas que produce una retención de líquido excesivo. Por otro lado, cuando el agua se retiene debido a otras causas, también se produce una deficiencia de estos. Por tanto, hay que cuidar la alimentación y saber de la importancia que tienen en nuestro organismo la vitamina C, la vitamina B6, el magnesio y los ácidos grasos.
La falta de vitamina C es la causante de moratones sin causa aparente, cabello frágil y varices. Para evitarlo conviene tomar alimentos con alto contenido en vitamina C, como la coliflor, las espinacas, los tomates o los cítricos.
La ausencia de vitamina B6 y de magnesio produce además de absorción de agua, migrañas, nerviosismo, insomnio y problemas menstruales. Para evitarlo hay que tomar alimentos ricos en B6, como son los huevos, pescado azul, los puerros o los frutos secos, y en magnesio, como por ejemplo las manzanas, el pollo, las zanahorias o las patatas.
Por su parte los ácidos grasos son muy importantes en la regulación de los líquidos. Sin embargo hay que distinguir entre unos y otros. Así, un abuso de carnes rojas o productos lácteos puede favorecer la retención de agua; en cambio los presentes en pescados y frutos secos previenen del exceso de ácidos producidos por los primeros. Cuando la retención está producida por una carencia de este tipo se produce, además, hipertensión, colesterol, piel seca y problemas inflamatorios en general.
ALIMENTOS BENEFICIOSOS
En cuanto a los alimentos que nos pueden ir bien son los siguientes:
Uvas: son altamente diuréticas y alcalinizantes.
Peras: aumentan la producción de orina favoreciendo la eliminación de sal retenida en los tejidos.
Níspero, melón y sandía: las tres son diuréticas, alcalinizantes y depurativas.
Melocotón: tiene una suave acción diurética y además es rica en potasio y pobre en sodio por lo que es muy apropiada para evitar la retención de líquidos
Manzana: ayuda a eliminar los líquidos retenidos en los tejidos.
Alcachofa: su contenido en cinarina -uno de sus principios activos- aumenta la producción de orina.
Apio: además de su efecto tonificante, hipocolesterolemiante, alcalinizante, etc., su aceite esencial provoca un efecto diurético importante que en los casos de edema o retención de líquidos puede ser eficaz. Ahora bien, no debe tomarse durante el embarazo ya que puede provocar contracciones uterinas. En la paremiología española hay un refrán muy significativo sobre él: "Un buen puchero de apio hace mear al más reacio".
Berenjena: tiene acción diurética.
Borraja y coliflor: de acción diurética y depurativa.
Ajo y cebolla: se trata de alimentos diuréticos y muy depurativos.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
Complejo multimineral: es importante puesto que debe haber un buen equilibrio entre el potasio, calcio y magnesio.
Vitamina B6: las mujeres tienen una especial necesidad de esta vitamina debido a su papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio hormonal. Además, actúa como diurético natural aliviando la tensión premenstrual.
L-Taurina: este aminoácido mantiene el potasio y el magnesio dentro de las células conservando fuera el exceso de potasio. De esa forma el nutriente funciona como un diurético sin causar daño alguno. Por eso para cualquier situación en la que deba disminuirse la inflamación de tejido o la acumulación de líquido la taurina es el mejor recurso. Ahora bien, recuerde que para el buen funcionamiento de esta sustancia es indispensable la administración conjunta con ella de vitamina B -sobre todo, B1 y B2-, colina, cinc, L-cisteína y L-metionina.