Proceso de adaptación de los músculos.

TerenceHill

Moderador
Una variedad de factores, ampliamente categorizados como psicológicos y musculares, influencia la expresión de la fuerza humana. Muchos se modifican por un programa de entrenamiento sistemático para fuerza, mientras que otros parecen ser resistentes ante ese programa; estos quedan posiblemente, determinados por circunstancias naturales y fijados ya desde etapas tempranas de la vida. Se han hecho experiencias midiendo la fuerza inmediatamente después de un sonido fuerte, bajo la influencia del alcohol y las anfetaminas, o en tratamiento de hipnosis, donde a los sujetos se les había dicho que serían considerablemente más fuertes que lo habitual y que no deberían tener miedo a lesionarse. Cada uno de esos factores incremento la fuerza de los niveles normales, de hecho los aumentos mayores se observaron bajo la hipnosis, el mas mental de todos los tratamientos. Los investigadores especulan que los incrementos bajo los diversos tratamientos experimentales se debieron a una modificación temporal en las funciones del sistema nervioso central. Esta capacidad queda determinada fundamentalmente por la sección y el tipo de fibra muscular y por la disposición mecánica del hueso y el músculo.

La inhibición neuromuscular puede ser el resultado de experiencias pasadas desagradable referida al ejercicio, un entorno hogareño demasiado protector o temor a las lecciones. Pero sea cual sea la razón, la persona es usualmente incapaz de expresar su máxima capacidad de fuerza. Durante la excitación de una competición intensa o bajo la influencia de drogas deshinibitorias o sugestión hipnóticas, se remueve la inhibición, se reclutan óptimamente las neuronas motoras y se consigue un aparente rendimiento supermaximo.

Un crecimiento del nivel de alerta y su correspondiente desinhibición o facilidad neurológica, pueden explicar los llamados incomprensibles hechos de fuerzas de hombre y mujeres colocados ante situaciones de emergencias, bajo tales circunstancias la persona es capaz de adquirir una fuerza máxima. De hecho, las drogas, los sonidos fuertes y las sugestiones hipnóticas no son los únicas factores que pueden mejorar el rendimiento de la fuerza. Los atletas altamente entrenados en muchos deportes pueden crear un estado casi hipnótico, mediante una concentración intensa. Los cambios en las facilidades neurológicas ocurren, probablemente, en los estadios de los entrenamientos de fuerzas y pueden ser fundamentales a la hora del mejoramiento rápido que suele producirse en los estadios iniciales.



Factores musculares:

Aunque la inhibición psicológica y los factores de aprendizaje modifican grandemente la capacidad propia de expresar fuerza muscular, su limite ultimo bien expresado por los factores anatómicos y fisiológicos del interior del músculo. Estos factores no son inmutables y pueden ser modificados con procedimientos apropiados de entrenamientos. Los cambios en los músculos entrenados para fuerza se limitan generalmente a adaptaciones en los mecanismos contráctiles y van acompañados usualmente por incrementos sustanciales en la capacidad de ejercer fuerzas a través de un recorrido especifico.



Hipertrofia muscular:

El incremento en el tamaño de los músculos esqueléticos que produce el entrenamiento de fuerza puede ser visto como una adaptación biológica fundamental a un incremento de una carga de trabajo. Este ajuste compensatorio conduce últimamente a un aumento de la capacidad muscular para generar tensión. Sin embargo debe tenerse en cuenta que un incremento en el tamaño muscular no es un requisito imprescindible para la mejoría de la fuerza y la potencia en el entrenamiento. Esto queda probablemente relacionado a los importantes factores neurológicos implicados en la expresión de la fuerza humana. De hecho los rápidos y significativos incrementos en las fuerzas que se observan en las primeras fases de un régimen de entrenamiento no vienen acompañadas generalmente por la hipertrofia muscular que se observa a medida que vamos continuando con el entrenamiento. Tales descubrimientos apoyan la posición de que estos primeros y rápidos incrementos en las fuerzas son el resultado de eliminar las inhibiciones y facilitar a los nervios encargado de ello, mientras que las mejorías posteriores y más lentas coinciden con alteraciones en la arquitectura muscular.

El crecimiento muscular en respuesta al entrenamiento de sobrecarga se produce fundamentalmente por un incremento o hipertrofia de las fibras musculares individuales. El proceso de hipertrofia esta directamente relacionado con la síntesis de material celular, particularmente de la proteína que constituye los elementos contráctiles. En el interior de la célula, las miofibras se espesan y se incrementan en numero y se forman sarcómeros adicionales a medida que se acelera la síntesis proteica y disminuye la disolución de las proteínas. Parece ser que el requerimiento primario para que se inicie el crecimiento o hipertrofia muscular es un incremento en la tensión o fuerza que el músculo debe engendrar. De hecho esto estimula la hipertrofia independientemente de una variedad de influencias hormonales. El incremento en el total de proteína contráctil con el entrenamiento pesado parece producirse sin un aumento paralelo en el volumen total de las mitocondrias del interior de la célula muscular, así la proporción de trabajo de las mitocondrias respecto al de miofibras se reduce en los músculos entrenados para fuerza. Aunque esta adaptación al entrenamiento es aparentemente beneficiosa para atletas de fuerza y potencia, puede ser perjudicial para los atletas de resistencia al disminuir el potencial aerobio de las fibras por unidad de masa muscular.

Aparte de incrementar las fibras musculares existentes, la sobrecarga puede también estimular una proliferación de tejido conjuntivo y células satélites que rodeen las fibras musculares individuales, esto fortalece y densifica el tejido conjuntivo muscular. La sobrecarga muscular también mejora la integridad funcional y estructural de ligamentos y tendones. Estas adaptaciones pueden conceder cierta protección contra las lesiones musculares y articulares.



Hiperplasia muscular:

Los investigadores han informado que algunas fibras musculares de animales entrenados sufren un proceso de división longitudinal o desarrollo de nuevas fibras musculares a partir de células satélites. Esto no quiere decir que en el ser humano se produzca el mismo efecto. Por ejemplo muchos animales no consiguen la hipertrofia masiva observada en los humanos que entrenan para fuerza y tamaño muscular. Así, pues para varias especies animales, la división longitudinal puede ser un importante ajuste compensatorio a la sobrecarga, si esto se produce también en los seres humanos es cosa que debe demostrarse.



Cambios en la composición de las fibras musculares:



En un experimento se evaluó luego de ocho semanas de entrenamiento progresivo de resistencia sobre el tamaño y la composición de la fibra muscular, para el grupo del cuádriceps de catorce hombres que efectuaron tres series de seis repeticiones de sentadilla durante tres días por semana. Se tomaron biopsias del vasto externo antes y después del entrenamiento respecto al porcentaje de distribución de fibras de contracción rápidas y lentas. Esto corroboro los resultados de otros estudios anteriores usando entrenamientos de potencia y resistencia y surgió ampliamente que los entrenamientos de fuerza de corta duración en los adultos no alteran la composición básica de la fibra de los músculos esqueléticos. Aun queda abierta la cuestión sobre si un entrenamiento especifico durante las primeras etapas de la vida o un trabajo prolongado como el efectuado por los atletas olímpicos puede causar un cambio en las características inherentes de las fibras musculares (rápidas o lentas). Aunque la investigación indica un posible potencial para la transformación progresiva del tipo de fibra mediante el entrenamiento prolongado y especifico, la concepción actual es que la distribución predominante de la fibra muscular se establece durante las primeras etapas de la vida y esta determinada fundamentalmente por factores genéticos. Aunque el propio tipo básico de fibra no cambie probablemente de manera sustancial a lo largo de la vida, otras características de fibras especificas si se producen durante el entrenamiento. En el experimento descrito anteriormente, si sucedieron incrementos significativos en el volumen de las fibras de contracción rápida de los músculos extensores de la pierna (cuádriceps). El entrenamiento de sobrecarga progresiva produce una hipertrofia significante y selectiva de las fibras de contracción rápida. Esto cuadra perfectamente con la esencia del ejercicio, ya que las unidades motoras de contracción rápida se reclutan predominantemente en los ejercicios casi máximos que implican contracciones poderosas donde se requiere una transferencia de energía anaerobia.

"El organismo esta caracterizado por un desarrollo tanto en su rendimiento como en su constitución, es decir que se crea mayor fuente de energía de trabajo de la que se poseía en un principio". Denominado este proceso de restitución ampliada. Por dicha causa debemos ordenar este proceso de la siguiente manera:

1º- El órgano que realizo un trabajo determinado, sufre en primera instancia un proceso de desgaste.

2º- Este fenómeno inicial repercute sobre el rendimiento simultaneo (disminución momentánea del nivel de rendimiento).

3º- Se recupera el rendimiento con la consecuente equiparación del material perdido o gastado.

4º- Se recupera posteriormente el nivel de rendimiento inicial con una mejora plástica de los tejidos.

Si dichos procesos no se produjeran, el entrenamiento seria inútil, el organismo tendría una estabilidad somatofuncional no existiendo variación alguna de su rendimiento. Es gracias a estos procesos de reestructuración orgánico-funcional, que el hombre puede superar su rendimiento hasta limites cada vez más notables.
 
Leyendo e imprimiendo. Gracias Terence!_chino_
 
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