Adaptacion biologica

TerenceHill

Moderador
También denominada bioadaptación, es el mecanismo sobre el cual se asienta todo entrenamiento deportivo. Básicamente es la respuesta fisiológica del organismo cuando se le aplica un estrés determinado; resultando como consecuencia una restitución ampliada del material gastado en la exigencia antes mencionada. Como dicen los fisiólogos del ejercicio: “entrenar es entrenar una reacción enzimática” sustento de la bioadaptación. Ahora bien; qué implicancias tiene esto, o mejor dicho: “sintetizando: ¿cómo lo aplico?. Partiendo de la base: ….“el entrenamiento deportivo es en términos generales un proceso permanente de adaptación a la carga de trabajo” (Weineck, 1978). Esto quiere decir que cualquier tipo de metodología de entrenamiento que intentemos aplicar deberá estar regida por ésta máxima. Es evidente que el organismo utiliza la “adaptación a la carga” como método de supervivencia, consecuencia: un organismo en estado de adaptación significa que alcanzó el equilibrio entre degradación y construcción (homeostasis). Si algún agente estresante (Ej.: carga de entrenamiento) interrumpe la homeostasis, el organismo tratará de buscar nuevamente el equilibrio funcional.

Si este agente estresante (carga de entrenamiento) es desconocida por el organismo, la interrupción de la homeostasis estará determinada por un aumento de los procesos catabólicos o degenerativos, éstos se mantendrán hasta que dure la influencia de la carga de trabajo, casi de forma inmediata el organismo responderá a la agresión con un aumento de los procesos constitutivos, generativos o anabólicos ( lo que llamamos recuperación ) a fin de dar protección al organismo por las pérdidas energéticas sufridas ante el esfuerzo realizado por la carga de entrenamiento. Los mencionados niveles tanto energéticos como plásticos perdidos no solo tratarán de recuperarse al nivel o punto de partida sino que intentará sobrepasarlos, a este proceso se lo denomina supercompensación. Hacia éste fenómeno es donde debe apuntar el entrenamiento deportivo (de cualquier disciplina). En resumen se está procurando más fuente potencial de trabajo, por supuesto que para que esto ocurra la dosificación de los esfuerzos o cargas de trabajo deben tener una correlación y secuencia de estímulos apropiada al estado actual de ese organismo en ese momento. Esto quiere decir que si bien el mecanismo de adaptación biológica es sobrepasado en su función homeostática no es abrumado de manera tal que no pueda sobrecompensarla. Para que se entienda: durante el proceso de la práctica del ejercicio físico (carga de entrenamiento), el deportista no obtiene energía, sino por el contrario “la gasta”. La energía y por tanto la capacidad es obtenida por el deportista durante los procesos de síntesis y generación de todos los substratos gastados durante la actividad, es decir durante el proceso se gasta energía y ésta se obtiene en la recuperación. De aquí se obtiene que la recuperación debe ser consecuente al trabajo realizado. Si éste equilibrio no se logra paulatinamente se cae en sobreentrenamiento.

Este aspecto es muy importante dada la siguiente formulación: “Si lo que se quiere obtener es un tipo determinado de energía, debemos aplicar las cargas de entrenamiento en la dirección que deseamos obtener” (principio de especificidad). Siempre: lo que el organismo gaste (entrenando) se obtendrá en la recuperación, lo que significa que si queremos, por ejemplo, desarrollar la capacidad de trabajo energética de la resistencia a la velocidad, debemos aplicar cargas de entrenamiento que provoquen un gasto energético anaerobio lactácido, si las cargas son aerobias, la energía que obtendremos será por supuesto aerobio. En el proceso del entrenamiento deportivo, la capacidad obtenida por los deportistas estará directa y únicamente relacionada a las cargas de preparación. Otro ejemplo: si lo que se quiere obtener es tonicidad y fuerza muscular se debe orientar el entrenamiento hacia las cargas de trabajo que producen este tipo de bioadaptación, es decir confrontar los músculos con sobrecargas progresivas y tiempos de recuperación en consecuencia con el sustrato energético utilizado y esperar a una restitución completa luego de la sección de entrenamiento para estimularla nuevamente cuando esté en su 100 %.- .

Otro aspecto importante a destacar dentro de Bioadaptación es lo referido al Síndrome General de Adaptación, conocido también como Ley de Selye.

Hans Selye, endocrinólogo, señaló que frente a cualquier agente agresor al organismo, se producen simultáneamente una serie de reacciones típicas, en función del estímulo agresor, y otras reacciones atípicas (siempre las mismas), independientemente de la naturaleza de los estímulos. Estas reacciones suponen:

· aumento de la actividad suprarrenal.

· atrofia del sistema metabólico de las grasas.

· otras tales como pérdida del peso, disminución de los cuerpos antiácidos en sangre, etc.

Este conjunto de manifestaciones atípicas los denominó Síndrome General de Adaptación o Síndrome de Stress.

Frente a la acción del agente estresante, se altera el equilibrio del organismo. Si dicho agente actúa de forma continuada, dará origen a las diferentes reacciones en función de su persistencia.

Ante la estimulación de intensidad suficiente, se produce la reacción del organismo originando un desequilibrio (ruptura de la homeostasis), poniendo en marcha toda una serie de mecanismos provocando un desgaste, así se llega hasta el estado de fatiga o shock, al que le sigue un estado de Contra - Shock que vendrá determinado, fundamentalmente, por la naturaleza e intensidad del agente estresante. En este estado de Contra Shock se recupera el organismo del desgaste al que había sido sometido, sobrepasando el nivel de equilibrio inicial y adaptando al sujeto a una nueva situación de equilibrio, de tal forma que, si persistiera el estímulo inicial en su misma intensidad y naturaleza, dejaría de provocar un desequilibrio. Luego de esto sobrevienen dos fases más:

Fase de Resistencia
Está determinada por el tiempo que se mantiene ese nuevo estado de desequilibrio, incluso frente a la persistencia de actuación del agente estresante (entrenamiento).

Estado exhaustivo
Si el agente estresante (entrenamiento) persiste en su acción, el organismo pierde la resistencia adquirida (fase de agotamiento), pudiendo llegar a un estado de fatiga irrecuperable.

Sin embargo, las investigaciones que se han realizado parecen confirmar que el entrenamiento crea una especie de protección contra el stress, que bien podría tratarse del desarrollo de un estado de resistencia.

También se demostró experimentalmente, que los ejercicios intensos y de corta duración causan una considerable reducción de la tensión neuromuscular. De esto se desprende que, aplicando ejercicios físicos intensos, se provoca en principio un estado de shock, pero que, sin embargo, el efecto general de los ejercicios podía llevar hacia un estado de Contra - Shock, que desarrollará una resistencia que previene contra las enfermedades nerviosas y sus relaciones con la tensión. Según Weinneck, (1978), la dinámica de la adaptación (estado de entrenamiento) es muy rápida para un principiante, y después se aminora con los años de entrenamiento hasta ser prácticamente imperceptible con el paso del tiempo.

El nivel de alteración de la homeostasis es responsable del comportamiento de la curva del estado de entrenamiento. Con el aumento del estado de entrenamiento, las cargas no tienen igual impacto sobre la homeostasis y generan modificaciones cada vez menos marcadas sobre el equilibrio bioquímico del organismo.

Por esta razón los fenómenos de adaptación son cada vez menos perceptibles. El estado de entrenamiento tiene, pues, influencia directa sobre la respuesta del organismo a un estímulo de entrenamiento. Sin embargo, las modificaciones en la estructura del entrenamiento permiten nuevos procesos de adaptación. Las cargas de entrenamiento invariables (estándar) llevan inevitablemente al estancamiento (Vorobjeva y Voroviev, 1978). Resultante: el trabajo a realizar se debe dosificar de manera ordenada, consecuente, inteligente y progresivamente exigente para obtener los resultados biológicamente óptimos a los intereses planificados de antemano. Cualquier desorden homeostático que supere la capacidad normal de adaptación de cada organismo en particular llevaría irremediablemente al sobreentrenamiento y sus pésimas consecuencias y condición de reversibilidad extremadamente dificIL.
 
creo q el ordenador me va a reventar de tanto posts de TERENCE!!!! jajajaj
 
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