triqui
Monstruo de las Galletas
Lo he copiado sin verguenza ninguna de otra web porque me parecio interesante....
El Valor de la Entrada en Calor
La entrada en calor y el estiramiento no son la misma cosa. La entrada en calor es una actividad que incrementa la temperatura corporal total, así como también la temperatura de los músculos, preparando al cuerpo para la realización de ejercicios vigorosos (1). El incremento en la temperatura de los tejidos que ocurre durante la entrada en calor es el resultado de 3 procesos fisiológicos: (a) la fricción de los filamentos deslizantes durante la contracción muscular, (b) el metabolismo de los combustibles, y (c) la dilatación de los vasos sanguíneos intramusculares (4).
Teóricamente, durante la entrada en calor tienen lugar los siguientes cambios fisiológicos que ayudan a mejorar el rendimiento (1):
1. Hay un incremento en la temperatura de los músculos que están siendo reclutados durante la entrada en calor. El aumento en la temperatura muscular hace que estos se contraigan más fuertemente y se relajen más rápidamente. Debido a esto, tanto la velocidad como la fuerza se ven mejoradas durante el ejercicio.
2. La temperatura de la sangre a medida que circula a través de los músculos activos se incrementa. Es un hecho establecido que a medida que se incrementa la temperatura de la sangre, la cantidad de oxígeno que contiene se reduce (especialmente a las presiones parciales del músculo). Esto hace que haya una mayor disponibilidad de oxígeno para los músculos activos.
3. El ROM de las articulaciones involucradas se incrementa debido al incremento de la temperatura central disminuye la viscosidad de los músculos, tendones y ligamentos.
Debido a estos cambios, varios investigadores creen que el estiramiento solo se debería realizar luego de la entrada en calor (5). Los beneficios de incrementar la temperatura muscular antes del entrenamiento de la flexibilidad son aceptados por la mayoría de los profesionales avocados al entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento. Las respuestas fisiológicas que se producen luego de la entrada en calor garantizan la continuación de la entrada en calor como un método para preparar al cuerpo para el entrenamiento de la flexibilidad (5).
Desafortunadamente, en la práctica los programas de entrada en calor consisten principalmente en estiramientos estáticos. Hay tres desventajas de utilizar estiramientos estáticos para incrementar la temperatura central: (a) el estiramiento estático es una actividad pasiva y hay una mínima fricción de los filamentos deslizantes; (b) hay un incremento pequeño o nulo en la tasa a la cual se metabolizan los combustibles; y (c) no hay necesidad de que los vasos sanguíneos intramusculares se dilaten en respuesta al estiramiento estático.
Debido a esto, los atletas que utilizan los estiramientos estáticos en la entrada en calor comienzan la práctica con una mínima elevación de la temperatura central (6). Esto significa que se están perdiendo de los beneficios de incrementar la temperatura central: reducción de la viscosidad muscular, lo cual reduce la rigidez muscular y articular. La reducción en la viscosidad deriva en el incremento del ROM, lo cual protege al cuerpo durante movimientos súbitos e inesperados (4).
Como lo sugiriera McBride (7), la entrada en calor es la base de una sesión de entrenamiento exitosa. Realizar una entrada en calor completa tanto mental como física es un aspecto clave para alcanzar la intensidad de entrenamiento requerida para obtener los resultados óptimos. Desafortunadamente, muchos atletas intentan evitar la entrada en calor, lo cual se traduce en una pobre sesión de entrenamiento o competencia (8).
Tipos de Entrada en Calor
Hay tres tipos de entrada en calor: pasiva, general y específica. Sin considerar el tipo de entrada en calor elegido, el propósito general de la entrada en calor previa a la actividad física es incrementar la temperatura muscular (4). Los tres tipos de entrada en calor son los siguientes:
* Entrada en Calor Pasiva: La entrada en calor pasiva implica métodos tales como duchas calientes, almohadillas de calor o masajes. La mayoría de la investigación ha mostrado que la entrada en calor pasiva no provoca el incremento deseado en la temperatura de los tejidos.
* Entrada en Calor General: La entrada en calor general involucra actividades básicas que requieren del movimiento de los grupos musculares principales, por ejemplo trotar, pedalear o saltar una cuerda. Debido a que en estos tipos de actividades se reclutan grandes masas musculares, la entrada en calor general es más efectiva, respecto del incremento de la temperatura tisular, que la entrada en calor pasiva. Por lo tanto, la entrada en calor general parece más apropiada que la pasiva cuando el objetivo es preparar al cuerpo para una actividad física vigorosa.
* Entrada en Calor Específica: A diferencia de la entrada en calor general, la entrada en calor específica incluye movimientos que son una parte real de la actividad deportiva, por ejemplo cuando un jugador de béisbol realiza algunos bateos de práctica o cuando el mariscal de campo realiza algunos lanzamientos previos al partido. La entrada en calor específica no solo de incrementar la temperatura de los tejidos sino también de ensayar la actividad que se va a realizar, permitiendo que las destrezas complejas se integren de mejor forma. Por lo tanto los aspectos neurales de la entrada en calor específica se vuelven un factor de importancia. Debido a esto, la entrada en calor específica tiene la ventaja adicional de incrementar la temperatura tisular como de mejora las respuestas neurales requeridas durante la actividad.
El Valor de la Entrada en Calor
La entrada en calor y el estiramiento no son la misma cosa. La entrada en calor es una actividad que incrementa la temperatura corporal total, así como también la temperatura de los músculos, preparando al cuerpo para la realización de ejercicios vigorosos (1). El incremento en la temperatura de los tejidos que ocurre durante la entrada en calor es el resultado de 3 procesos fisiológicos: (a) la fricción de los filamentos deslizantes durante la contracción muscular, (b) el metabolismo de los combustibles, y (c) la dilatación de los vasos sanguíneos intramusculares (4).
Teóricamente, durante la entrada en calor tienen lugar los siguientes cambios fisiológicos que ayudan a mejorar el rendimiento (1):
1. Hay un incremento en la temperatura de los músculos que están siendo reclutados durante la entrada en calor. El aumento en la temperatura muscular hace que estos se contraigan más fuertemente y se relajen más rápidamente. Debido a esto, tanto la velocidad como la fuerza se ven mejoradas durante el ejercicio.
2. La temperatura de la sangre a medida que circula a través de los músculos activos se incrementa. Es un hecho establecido que a medida que se incrementa la temperatura de la sangre, la cantidad de oxígeno que contiene se reduce (especialmente a las presiones parciales del músculo). Esto hace que haya una mayor disponibilidad de oxígeno para los músculos activos.
3. El ROM de las articulaciones involucradas se incrementa debido al incremento de la temperatura central disminuye la viscosidad de los músculos, tendones y ligamentos.
Debido a estos cambios, varios investigadores creen que el estiramiento solo se debería realizar luego de la entrada en calor (5). Los beneficios de incrementar la temperatura muscular antes del entrenamiento de la flexibilidad son aceptados por la mayoría de los profesionales avocados al entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento. Las respuestas fisiológicas que se producen luego de la entrada en calor garantizan la continuación de la entrada en calor como un método para preparar al cuerpo para el entrenamiento de la flexibilidad (5).
Desafortunadamente, en la práctica los programas de entrada en calor consisten principalmente en estiramientos estáticos. Hay tres desventajas de utilizar estiramientos estáticos para incrementar la temperatura central: (a) el estiramiento estático es una actividad pasiva y hay una mínima fricción de los filamentos deslizantes; (b) hay un incremento pequeño o nulo en la tasa a la cual se metabolizan los combustibles; y (c) no hay necesidad de que los vasos sanguíneos intramusculares se dilaten en respuesta al estiramiento estático.
Debido a esto, los atletas que utilizan los estiramientos estáticos en la entrada en calor comienzan la práctica con una mínima elevación de la temperatura central (6). Esto significa que se están perdiendo de los beneficios de incrementar la temperatura central: reducción de la viscosidad muscular, lo cual reduce la rigidez muscular y articular. La reducción en la viscosidad deriva en el incremento del ROM, lo cual protege al cuerpo durante movimientos súbitos e inesperados (4).
Como lo sugiriera McBride (7), la entrada en calor es la base de una sesión de entrenamiento exitosa. Realizar una entrada en calor completa tanto mental como física es un aspecto clave para alcanzar la intensidad de entrenamiento requerida para obtener los resultados óptimos. Desafortunadamente, muchos atletas intentan evitar la entrada en calor, lo cual se traduce en una pobre sesión de entrenamiento o competencia (8).
Tipos de Entrada en Calor
Hay tres tipos de entrada en calor: pasiva, general y específica. Sin considerar el tipo de entrada en calor elegido, el propósito general de la entrada en calor previa a la actividad física es incrementar la temperatura muscular (4). Los tres tipos de entrada en calor son los siguientes:
* Entrada en Calor Pasiva: La entrada en calor pasiva implica métodos tales como duchas calientes, almohadillas de calor o masajes. La mayoría de la investigación ha mostrado que la entrada en calor pasiva no provoca el incremento deseado en la temperatura de los tejidos.
* Entrada en Calor General: La entrada en calor general involucra actividades básicas que requieren del movimiento de los grupos musculares principales, por ejemplo trotar, pedalear o saltar una cuerda. Debido a que en estos tipos de actividades se reclutan grandes masas musculares, la entrada en calor general es más efectiva, respecto del incremento de la temperatura tisular, que la entrada en calor pasiva. Por lo tanto, la entrada en calor general parece más apropiada que la pasiva cuando el objetivo es preparar al cuerpo para una actividad física vigorosa.
* Entrada en Calor Específica: A diferencia de la entrada en calor general, la entrada en calor específica incluye movimientos que son una parte real de la actividad deportiva, por ejemplo cuando un jugador de béisbol realiza algunos bateos de práctica o cuando el mariscal de campo realiza algunos lanzamientos previos al partido. La entrada en calor específica no solo de incrementar la temperatura de los tejidos sino también de ensayar la actividad que se va a realizar, permitiendo que las destrezas complejas se integren de mejor forma. Por lo tanto los aspectos neurales de la entrada en calor específica se vuelven un factor de importancia. Debido a esto, la entrada en calor específica tiene la ventaja adicional de incrementar la temperatura tisular como de mejora las respuestas neurales requeridas durante la actividad.