Leptina

samrof

A TOPE RIGUROSO
Es algo largo pero si teneis un rato mirarlo porque es interesante, por lo menos yo cuando lo leí me lo parecio, un saludo.

El controlador maestro del metabolismo

La leptina es una hormona con base proteica que se segrega principalmente a partir de las células grasas, y es la clave para una pérdida de grasa duradera. La leptina es lo que podríamos llamar una hormona maestra de control. Podríamos decir que es la encargada jefe de la química del cuerpo, lo que significa que tiene la capacidad de controlar una amplia variedad de otras hormonas que se encuentran bajo su control, las cuales son las responsables de una amplia variedad de funciones metabólicas. Entre estas funciones se incluye todo, desde el apetito, la lipólisis (la quema de grasas), el ritmo metabólico, el mantenimiento del músculo, e incluso la producción de la testosterona y de la hormona del crecimiento. Todo lo que tenga que ver con la descomposición de los depósitos de grasa está controlado, al menos parcialmente, por esta hormona clave de control.


Los efectos de la leptina


En primer lugar, la leptina es un potente regulador del apetito, tanto a corto como a largo a plazo. Sus efectos a corto plazo tienen que ver con su capacidad para potenciar los efectos supresores del apetito de otras hormonas como la colecistoquinina (CCK). Después de comer, el intestino envía mensajeros al cerebro para decirte que dejes de comer. Uno de estos mensajeros es la CCK. Pero los investigadores han descubierto que cuando la leptina está baja, la CCK no produce su efecto normal de supresión del apetito, y por lo tanto podría dejar de inhibir la ingestión de alimentos. Básicamente, cuando los niveles de leptina están bajos, necesitarás comer más para sentirte lleno. Esto no es bueno.
Mientras que estos efectos a corto plazo sobre el apetito no suponen un problema, son los efectos de la leptina sobre el apetito a largo a plazo los que son verdaderamente importantes. La leptina se produce en las células de grasa (adipocitos), y esta producción se estimula en las células grasas cuando estas se expanden. Cuanta más grasa estén acumulando las células grasas, más leptina van a producir. Una vez producida, la leptina se introduce en la sangre y llega hasta el cerebro donde actúa sobre el hipotálamo y otras zonas del cerebro. Estimula al hipotálamo para producir una variedad de otros péptidos (mensajeros protéicos) que se distribuyen por todo el cuerpo y reducen el hambre a nivel neurológico. En otras palabras, cuando cargas con un exceso de grasa, tus niveles de hambre crónica son bajos. Pero cuando pierdes grasa y la producción de leptina se reduce, se dejan sentir los efectos del hambre crónica.
La leptina también es un poderoso regulador del metabolismo. Tiene la capacidad de modular la secreción de diversas hormonas –como la hormona tiroidea, el cortisol y la testosterona. Todas estas hormonas pueden afectar de manera muy importante al equilibrio de la energía, el ritmo metabólico y la pérdida de grasa; por ejemplo, cuando se reducen los niveles de leptina, hace que también bajen los niveles de tiroides y de testosterona, mientras que estimula la producción de cortisol. El resultado final es que el ritmo metabólico se ralentiza, se detiene el crecimiento muscular y aumenta el catabolismo de los músculos.


Reguladores de la leptina

Entonces, ¿Cómo controla el cuerpo la leptina? ¿Qué determina los niveles de esta potente hormona? En el nivel más alto, hay dos factores principales que afectan a la producción de leptina –la grasa corporal y la ingesta de comida. Esto tiene sentido, porque el propósito principal de la leptina es actuar como regulador del peso corporal, para ayudar a mantener unos ciertos niveles de grasa corporal para “protegerte” de la muerte por inanición. Así es como funciona.
Como ya hemos expuesto anteriormente, la mayor parte de la leptina del cuerpo se produce en las células grasas o adipocitos. Cuando las células grasas se expanden (a medida que almacenas más grasa) se produce más leptina. Cuando se encogen (como cuando pierdes grasa) la producción de leptina disminuye notablemente. Este es el principal mecanismo por el cual la leptina mantiene el nivel de grasas del cuerpo. A medida que pierdes grasa, se va haciendo más difícil seguir perdiendo grasa, porque cuando descienden los niveles de grasa, también lo hacen los niveles de leptina, que a cambio estimula un hambre intensa, ralentiza el metabolismo y el crecimiento muscular y acelera la descomposición muscular. El cuerpo está haciendo todo lo posible para convencerte de que esa pérdida de grasa no es nada bueno.
El nivel de ingesta de alimentos es otra de las piezas claves del rompecabezas de la producción de leptina. La producción de leptina se estimula al comer. Cada vez que comes, los niveles de leptina se incrementan en hasta un 40%. Un estudio muestra que la insulina es el mecanismo mediante el cual la comida estimula la producción de leptina. Cada vez que comes, el cuerpo produce insulina para manejar el flujo de azúcar de la sangre. Esta misma insulina estimula de manera efectiva la producción de leptina.
En la otra cara de la moneda, la falta de ingesta de alimentos (o largos periodos sin comida o con dosis muy bajas) va a suprimir los niveles de insulina en circulación. Esta es la principal causa por la que las tradicionales dietas restrictivas en calorías no funcionan a largo plazo –y también explica por qué el hábito occidental de hacer solo dos comidas diarias ha conducido a su población a la obesidad.
La leptina es el descubrimiento más reciente y más importante en la lucha contra la grasa.
 
Interesante, sí señor.
 
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