Las verduras son "legales" en cualquier dieta, ¿no? Pues a inventar. Yo he probado estas recetas que salen ricas para una dieta de definición que excluye los carbohidratos.
PRIMER CONSEJO: Conseguir una buena sartén de teflón. Amplia, nueva, plana y sin rayones.
1) Pimiento verde troceado en juliana y media cebolla grande en cuadraditos pequeños. Primero se ablandan, a fuego muy lento la cebolla y el pimiento y con el caldito que han dejado las verduras, se pueden terminar de asar las pechugas sin miedo a que se peguen. Completar con ajo en polvo o un diente previamente dorado en el caldo y algunas especias al gusto: orégano, romero...
2) Ensalada de pollo templada al curry. Cortar en cuadraditos el pollo cuando está crudo y añadirlo a un revuelto de verduras variadas, recomiendo pimiento, setas y champiñones. Cuando quede poco, añadir buenas cantidades de curry y comino. No echar sal, sino salsa de soja. Esto se añade a una ensalada con escarola y rúcola y si se quiere, completar con unas virutas de queso tierno bajo en grasas 15%.
3) Pechugas jugosas. Preparar a fuego lento las pechugas como si se fueran a hacer a la plancha pero añadiendo chorritos de leche desnatada. Cuando la pechuga haya absorbido el líquido, añadir ajo en polvo y sal y con el fuego a tope, acabar de tostar la superficie. Al evaporarse el agua de la leche, formara una especie de salsa cremosa. También se puede dejar las pechugas a remojo en un plato de leche unas horas antes.
3) Con espárragos verdes, champiñones, ajetes tiernos y setas, hacemos una parrillada con el mínimo aceite posible a la que sólo añadiremos sal y ajo. Debemos dejar que se quemen un poco, pero sin carbonizarlas. Retiramos las verduras y con el caldo expulsado de éstas y un poco más de aceite preparamos las pechugas a tiras, dejando que se tuesten un poco. Añadimos un poco más de sal y ajo u otras especias. ¡Riquísimo y muy elegante para traer a cenar invitados!
4) Ensalada griega templada con pollo. Cortamos unos filetes finos de pollo de unos 10 cms y las hacemos casi del todo en la sartén. Después cortamos unas rodajas gruesas de tomate grande y unas rodajas de queso fresco light. Ponemos el queso fresco entre el tomate y el pollo. Lo trinchamos y acabamos de hacer el pollo y tostamos el tomate con la sartén muy caliente y casi nada de aceite. Añadimos orégano, unas gotitas de aceite, sal y una pizca de vinagre balsámico.
5) Ensalada megaproteíca. Con una lata -o las que se necesiten- de atún al tomate triturado, media pechuga de pollo a tiras asada y tres claras -o las que s necesiten- de huevos duros, sólo tenemos que añadir lechuga, escarola o rúcola, un pelín de aceite de oliva, hierbas y sal. En vez de comer mucho de una sóla fuente de proteínas, podemos degustar varias a la vez.