nutrición dividida en etapas de la vida

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NUTRICIÓN INFANTIL


Los niños necesitan una adecuada nutrición y una dieta sana para que su potencial de desarrollo sea óptimo. Durante la infancia y la adolescencia, los hábitos dietéticos y el ejercicio pueden marcar la diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en años posteriores.



Lactancia
La lactancia materna es la mejor alimentación para el niño por lo debe prolongarse lo más posible. Los niños de pecho reciben una alimentación regular y a temperatura ideal. La leche materna satisface todas las necesidades nutricionales para el crecimiento y el desarrollo del bebé. Para determinar la cantidad de leche que ha ingerido hay que pesar al niño justo antes y después de amamantarles.

El niño debe quedar satisfecho en cada toma. En la siguiente comida debemos empezar ofreciendo el último pecho de la última toma para asegurarnos que se vacían por igual.
Son necesarias cinco comidas de pecho diarias repartidas durante el día y con una pausa de ocho horas por la noche.
Es preciso poner especial atención a la esterilización de los utensilios utilizados para dar de comer al niño, sobretodo si la alimentación es a base de preparados ya que los bebés alimentados con preparados no tienen la misma protección inmunológica que los bebés amamantados.

La alimentación artificial hay que emplear únicamente agua mineral que esté específicamente indicada para los niños lactantes (esta indicado en las etiquetas). El ritmo de comidas es igual al de la leche materna.

Los alimentos sólidos se empiezan a introducir en la dieta de los niños a partir de los 6 meses de edad. La incorporación es importante para que el niño desarrolle la capacidad de masticar y hablar. Los primeros alimentos a incorporar son los cereales, después se introducen los purés de verduras y frutas, y la carne. Es importante utilizar preparados enriquecidos con hierro para evitar la anemia ferropénica.



Niños pequeños (1-3 años)
Durante esta edad hay una transición de una dieta líquida basada en papilla a una dieta mixta donde es importante que siempre haya variación en los alimentos. Durante esta etapa los niños desarrollan preferencias por determinados alimentos, por este motivo es el momento enseñar la importancia de una alimentación correcta.


El desayuno, la primera comida del día, puede abarcar desde el muesli o papillas de frutas hasta pan con mermelada o embutidos.
Durante las otras comidas del día es importante dar una ración de leche o de sus derivados.
La cena tiene que ser fácil de digerir.
Hay que enseñar a los niños a comer relajadamente y preparar el terreno para que sus actitudes hacia la comida sean sanas.



Edad preescolar (3-6 años)
Durante este periodo, la gran movilidad y el rápido crecimiento determinan las necesidades de energía y nutrientes. Aumentan las preferencias de determinados alimentos sobre otros. Es necesario que las comidas se tomen con tranquilidad, masticando bien los alimentos.

En las comidas principales se puede ofrecer a los niños la misma dieta básica que los adultos. Las bebidas deben contener poco azúcar.
En las comidas intermedias son adecuados los derivados de la leche, las frutas o zumos.
La cena debe ser ligera y de fácil digestión.
Tanto en edad preescolar como en edad escolar los niños necesitan beber muchos líquidos, especialmente si hace mucha calor o tienen gran actividad física. Obviamente, el agua es una buena fuente de líquido, y es un fluido que no tiene calorías. Pero la variedad es importante en las dietas de los niños y se pueden escoger otros líquidos que aporten los fluidos necesarios, como la leche y las bebidas lácteas, los zumos de frutas y los refrescos.



Edad escolar (6-14 años)
El desayuno es importante que sea energético desde el primer día de clase. Son recomendables los huevos pasados por agua, el pan con mantequilla, miel, queso mermelada o embutido en constante variación y cereales. Para beber deben tomar leche o infusiones.

El almuerzo de la escuela debe estar de acuerdo con su gusto pero variado.


La comida, en casa o en la escuela, siempre debe ser caliente. Es importante que el niño meriende para salvar las horas hasta la cena. Pueden ser pasteles, productos lácteos batidos o infusiones.

La cena debe ser ligera.





NUTRICIÓN EN LA ADOLESCENCIA




Durante esta época de la vida las necesidades energéticas y de nutrientes alcanzan su punto máximo por lo que la alimentación de los adolescentes debe ser acorde con sus necesidades. Esto se debe al pico de crecimiento de la pubertad, las chicas entre los 11 y 15 años y los chicos entre los 13 y los 16 años.

En esta época de la vida, existe el riesgo de que se sufran deficiencias de algunos nutrientes, como el hierro y el calcio.

También durante este período el interés por la salud y por una correcta nutrición disminuyen considerablemente por lo que es importante evitar una alimentación unilateral de los adolescentes. Por un lado, el afán por estar delgado puede llegar a provocar carencias crónicas de proteínas, vitaminas o minerales, por el otro lado se puede llegar a la obesidad y la hipertensión.



Reglas básicas de la alimentación de los adolescentes
El desayuno debe ser abundante y apetitoso. Puede basarse en huevos cocidos, el pan o tostadas con mantequilla, miel, queso mermelada o embutido y cereales. Para beber se puede tomar café con leche, té, cacao o infusiones.
El almuerzo no es obligatorio pero es interesante mantenerlo.
La comida debe de ser caliente y variada y, en la adolescencia, debe contener 1000 kcal de energía alimentaria.
Para merendar se pueden tomar productos lácteos, pastas, frutas, zumo de fruta o café con leche.
Es importante una cena variada compuesta de queso fresco, ensaladas de embutido o queso, patatas asadas, huevos o pescado.




NUTRICIÓN EN ADULTOS



Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes para gozar de una buena salud y no existe un sólo alimento que pueda proporcionarnos todos ellos. Por este motivo, es necesario consumir una amplia variedad de alimentos (entre ellos, frutas, verduras, cereales, grano, carnes, pescado, aves de corral, productos lácteos y grasas y aceites) para gozar de una buena salud, y disfrutar de todos ellos como parte de una dieta sana.


El desayuno es especialmente importante, ya que ayuda al cuerpo a ponerse en marcha y proporciona la energía necesaria después del ayuno nocturno.

Si se programan las horas de la comida, es más fácil garantizar que no se salta ninguna comida, lo cual tendría como consecuencia una falta de nutrientes, que normalmente no se compensa en comidas posteriores.

Equilibrar el consumo de alimentos significa ingerir lo suficiente, pero no demasiado, de cada tipo de nutriente. Cualquier alimento puede ser adecuado para llevar un estilo de vida sano, siempre que se tenga en cuenta la moderación y el equilibrio. Consumir cantidades moderadas de todo tipo de alimentos, puede ayudar a controlar la ingesta energética (las calorías) y a garantizar que no se comen cantidades excesivas de un alimento o componente alimenticio determinado.



Mujeres embarazadas y que amamantan
Durante el embarazo es necesaria una alimentación de mayor calidad y un incremento moderado de la cantidad de alimentos. La fruta, las verduras y los productos lácteos son ideales para cubrir este aumento de las necesidades.


Hasta el sexto mes es importante incrementar la aportación de proteínas, o sea, huevos, productos lácteos, carne magra y pescado blanco.
Durante los últimos 3 meses hay que incrementar el aporte energético y proteico, estas necesidades se pueden cubrir mediante el consumo adicional de leche, huevos, frutas y verduras.
Durante la lactancia, la formación de la leche materna exige un aporte adicional de calorías y proteínas. También es necesario incrementar la aportación de líquidos entre medio litro y un litro. Esta aportación suplementaria de líquidos se recomienda que este basada en zumos de frutas, zumos de verduras o bebidas lácteas ricas en vitaminas y minerales.



NUTRICIÓN EN LA MADUREZ


Durante la madurez, la alimentación es la responsable de mantener un cuerpo sano o de fomentar enfermedades. El sistema nervioso central depende más que ningún otro órgano del cuerpo de un aporte nutricional correcto y equilibrado. Además del aporte constante de glucosa, se precisan otros nutrientes para el mantenimiento de una función cerebral adecuada.

Las personas mayores son muy sensibles a las limitaciones de la alimentación, por lo que sólo se pueden hacer recomendaciones generales. Estas son:

Hay que evitar que las dietas sean estrictas, dejando margen a las costumbres de la persona mayor.
Son preferibles comidas numerosas de poca cantidad sobre pocas comidas y abundantes.
La cena debe ser ligera para evitar trastornos del sueño.
Es importante un aporte regular de líquidos a lo largo del día.


Alimentos recomendados
En la dieta de las personas mayores esta recomendada la presencia constante de cierto tipo de alimentos:

La leche y los productos lácteos, ya que son fáciles de digerir.
Los huevos (se dice que alargan la vida).
Son preferibles las carnes de ave y conejo sobre las otras.
El pescado, por la aportación de proteínas, vitaminas y minerales.
El queso blando.
Ensaladas, verduras y frutas.
 
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