Entrenamiento en altitud.

Cubano de acero

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¿Es bueno entrenar en altitud?



Sobre esto y la planificación de entrenamiento nos habló José Luis Pascua el pasado 18 de febrero en la Librería Desnivel. - 25.02.2004




Hace tiempo que comenzó una nueva forma de entrenamiento deportivo; José Luis Pascua Piqueras pionero en el entrenamiento en altura en España, sigue subiendo atletas de élite al Puerto de Navacerrada con resultados excelentes. Sobre esto y su planificación de entrenamiento más comprobados se habló el pasado 18 de febrero en la Librería Desnivel, dentro del ciclo La Sierra de Guadarrama. Nuestro parque, nuestra montaña que organiza Desnivel con la colaboración de Deporte y Montaña.




Se ha escrito que "los seis kilómetros que separan Cotos de Navacerrada, constituyen la carretera más plana de esa altitud". Y, efectivamente, ésa es una de las razones que justifica que desde hace tiempo hayan llegado atletas de medio mundo a concentrarse en este paradero. La gran ventaja es que el alto de Navacerrada está a unos 60 km de Madrid y a unos 30 de Segovia, con lo que la distancia es muy corta para los atletas de estas Comunidades. Además de las carreteras de asfalto, también hay superficies en Navacerrada menos sufridas para las articulaciones como caminos de tierra y pistas forestales que son lugares de entrenamiento habitual entre los atletas profesionales.



El porqué y sus raíces
Esta tendencia arranca en los Juegos Olímpicos de Méjico'68, celebrados a 2.400 metros de altitud. Los estudios realizados tras los Juegos demostraron que sólo los atletas que procedían de tierras de mucha altitud o aquellos que realmente se habían adaptado a la capital mejicana lograron los resultados esperados en las pruebas de fondo. Desde entonces se insiste en el valor de las concentraciones en altitud. Se sustentan en una evidencia científica que transmitieron médicos y entrenadores: la disminución barométrica estimula al cuerpo a producir más glóbulos rojos y esa mejoría en glóbulos proporciona más oxígeno al organismo por lo que al volver al nivel del mar tendrá más facilidad a la hora de entrenar. En resumidas cuentas los entrenamientos en altura pasaron a considerarse como una gran alternativa a los grandes problemas que tiene el deporte, a la gran lacra que es el "doping".

José Luis Pascua Figueras nos cuenta cómo ha preparado a grandes atletas, sometiéndoles a un rimo de vida monacal, 20 ó 25 días de constante y tenaz entrenamiento en Navacerrada, donde sus vidas consisten en comer, correr y dormir. Durante esa estancia no queda optativa, y todo ello para comprobar si realmente esos días desempeñan un papel favorable en su fisiología de cara a la competición.







¿Cómo preparar el entrenamiento?
Para que este tipo de entrenamiento sea eficaz debe realizarse a una altitud superior a los 1.600 metros y durante un mínimo de 20 a 25 días. Nunca debe olvidarse que la altitud es un medio muy dañino para el organismo, por eso hay que tener en cuenta una serie de precauciones. Hoy día no se concibe que un atleta se prepare en altitud sin un buen nivel de resistencia (buena base aeróbica), sin una analítica previa en la que se confirme que todo marcha bien. Si es así el siguiente paso al que debe atenerse el atleta es el de entrenar suavemente hasta que su organismo se haya adaptado a la altitud. Sobre esto hay que decir que no hay un tiempo de adaptación predeterminado, pero por lo general oscila entre los cinco y seis días. Una de las cosas en que los entrenadores insisten es en la vigilancia de los ritmos. Al haber una falta de oxígeno importante, las pulsaciones suben mucho, por eso los tiempos de recuperación son mayores.

También hay que tener en cuenta que la altitud puede tener efectos negativos, observables sobre todo los primeros días: fatiga, alteraciones del sueño, pérdida de apetito, dolores de cabeza, deshidratación y, sobre todo, dificultad para mantener la misma intensidad de entrenamiento que a nivel del mar.

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