Asekas
Ola k ase
Sacado de http://fisiomorfosis.com
Científicos japoneses realizaron un experimento en el que se permitió a un grupo de ratas al que habían sometido a restricción calórica desde días antes, que comieran cuanto quisieran durante un periodo de 12 horas. Los investigadores examinaron la masa grasa, la masa magra y los órganos digestivos de los sujetos.
Sólo 12 horas de recuperación fue suficiente para restaurar el tamaño del hígado y del estómago. Después del período de recuperación el intestino delgado también recuperó su tamaño.
La gráfica inferior muestra el efecto sobre el peso corporal, así como el peso de los músculos, la masa grasa y los órganos digestivos.
C: Ratas con una dieta gradual de pérdida de peso durante 16 días.
S: Ratas que comieron sin restricción durante 13 días, y fueron sometidas a un ayuno completo los siguientes tres días.
R: Ratas que comieron sin restricción durante 13 días, y fueron sometidas a un ayuno completo los siguientes tres días. El último día tampoco recibieron agua.
Aparentemente los órganos recuperaron el peso perdido rápidamente después del ayuno. Lo que sugiere que el daño causado por el ayuno es muy limitado.
Es obvio que 12h de recuperación no es un período largo, aunque se trate de ratas. Pero los japoneses se refieren en su artículo de una investigación realizada en 1986 en la cual los investigadores observaron a las ratas durante una fase de recuperación de 6 días tras el ayuno. [J. Nutr. 116: 2536-2546, 1986.]
Los investigadores se sirvieron de ratas hembra en esta investigación. Algunas de las ratas comenzaron con una dieta al 40% de lo que comían normalmente (restricted), y el resto no recibieron nada en absoluto durante un par de días (starved). Cuando ambos grupos perdieron un 23% de su peso corporal, la fase de realimentación comenzó. Y aquí es cuando las cosas se pusieron interesantes:
A término de la restricción el peso corporal de las ratas alimentadas al 40% fue 66 gramos inferior al del grupo de control alimentado al 100%. De esta pérdida de peso, 28,2 gramos procedía de la grasa y 11 fueron proteína. Durante los primeros 6 días de recuperación las ratas alimentadas al 40% recuperaron 17 gramos (60%) de la grasa y 7 gramos (64%) de la proteína.
La composición de la pérdida de peso en las ratas con restricción fue la misma que en las ratas sometidas al ayuno. El ayuno redujo el peso corporal en 62 gramos, de los cuales 27,3 fueron grasa y 10,5 proteína. Tras dos días de realimentación, se recuperaron 6 gramos de proteína (57%) pero únicamente se recuperaron 3 gramos (11%) de grasa.
Si los seres humanos reaccionan al ayuno de la misma forma que las ratas, entonces los deportistas de fuerza perderían la misma cantidad de grasa en un breve periodo de ayuno que si siguieran una dieta restringida durante más tiempo. La ventaja de ayunar durante un breve periodo radica en que los deportistas pueden después incrementar su ingesta calórica durante más tiempo, permitiéndoles crear masa magra. El daño a los órganos digestivos es limitado, y no debería ser un problema.
Durante la recuperación tras un largo periodo de restricción calórica el cuerpo da prioridad a la recuperación de las reservas grasas, pero tras una fase de ayuno, se prioriza la síntesis de proteínas. De modo que cuando los deportistas comienzan a comer con normalidad tras una breve fase de ayuno, parece ser que ganarán más músculo que grasa.
Parece una situación de lo más ventajosa.
Fuente del estudio: Obesity Research & Clinical Practice (2010) 4, e191—e199.
Fuente: http://fisiomorfosis.com/articulos/ciencia/el-musculo-se-recupera-del-ayuno-antes-que-la-grasa
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Científicos japoneses realizaron un experimento en el que se permitió a un grupo de ratas al que habían sometido a restricción calórica desde días antes, que comieran cuanto quisieran durante un periodo de 12 horas. Los investigadores examinaron la masa grasa, la masa magra y los órganos digestivos de los sujetos.
Sólo 12 horas de recuperación fue suficiente para restaurar el tamaño del hígado y del estómago. Después del período de recuperación el intestino delgado también recuperó su tamaño.
La gráfica inferior muestra el efecto sobre el peso corporal, así como el peso de los músculos, la masa grasa y los órganos digestivos.
C: Ratas con una dieta gradual de pérdida de peso durante 16 días.
S: Ratas que comieron sin restricción durante 13 días, y fueron sometidas a un ayuno completo los siguientes tres días.
R: Ratas que comieron sin restricción durante 13 días, y fueron sometidas a un ayuno completo los siguientes tres días. El último día tampoco recibieron agua.
Aparentemente los órganos recuperaron el peso perdido rápidamente después del ayuno. Lo que sugiere que el daño causado por el ayuno es muy limitado.
Es obvio que 12h de recuperación no es un período largo, aunque se trate de ratas. Pero los japoneses se refieren en su artículo de una investigación realizada en 1986 en la cual los investigadores observaron a las ratas durante una fase de recuperación de 6 días tras el ayuno. [J. Nutr. 116: 2536-2546, 1986.]
Los investigadores se sirvieron de ratas hembra en esta investigación. Algunas de las ratas comenzaron con una dieta al 40% de lo que comían normalmente (restricted), y el resto no recibieron nada en absoluto durante un par de días (starved). Cuando ambos grupos perdieron un 23% de su peso corporal, la fase de realimentación comenzó. Y aquí es cuando las cosas se pusieron interesantes:
A término de la restricción el peso corporal de las ratas alimentadas al 40% fue 66 gramos inferior al del grupo de control alimentado al 100%. De esta pérdida de peso, 28,2 gramos procedía de la grasa y 11 fueron proteína. Durante los primeros 6 días de recuperación las ratas alimentadas al 40% recuperaron 17 gramos (60%) de la grasa y 7 gramos (64%) de la proteína.
La composición de la pérdida de peso en las ratas con restricción fue la misma que en las ratas sometidas al ayuno. El ayuno redujo el peso corporal en 62 gramos, de los cuales 27,3 fueron grasa y 10,5 proteína. Tras dos días de realimentación, se recuperaron 6 gramos de proteína (57%) pero únicamente se recuperaron 3 gramos (11%) de grasa.
Si los seres humanos reaccionan al ayuno de la misma forma que las ratas, entonces los deportistas de fuerza perderían la misma cantidad de grasa en un breve periodo de ayuno que si siguieran una dieta restringida durante más tiempo. La ventaja de ayunar durante un breve periodo radica en que los deportistas pueden después incrementar su ingesta calórica durante más tiempo, permitiéndoles crear masa magra. El daño a los órganos digestivos es limitado, y no debería ser un problema.
Durante la recuperación tras un largo periodo de restricción calórica el cuerpo da prioridad a la recuperación de las reservas grasas, pero tras una fase de ayuno, se prioriza la síntesis de proteínas. De modo que cuando los deportistas comienzan a comer con normalidad tras una breve fase de ayuno, parece ser que ganarán más músculo que grasa.
Parece una situación de lo más ventajosa.
Fuente del estudio: Obesity Research & Clinical Practice (2010) 4, e191—e199.
Fuente: http://fisiomorfosis.com/articulos/ciencia/el-musculo-se-recupera-del-ayuno-antes-que-la-grasa
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