7 Verdades Sobre la Intensidad

TerenceHill

Moderador
Dejemos algunas cosas claras en cuanto la intensidad del entrenamiento. La intensidad no trata sobre cuanto corriste, cuantas calorías quemas, cuanto sudas, o cuánto dolor tienes después de un entrenamiento. La intensidad es una mentalidad. Tiene todo que ver con tu empuje, propósito, pasión, y enfoque.

Mucha gente no sabe los que es la alta intensidad. Mucha gente piensa que están entrenando duro pero en realidad se están engañando a ellos mismos.

Por supuesto, la intensidad es diferente para cada uno. Pero, si nunca intentas levantar lo más que puedes, con gente gritando y apoyándote, no conocerás ese nivel de intensidad. Si no te tomas el tiempo, si no te mides, o por lo menos registras tus entrenamientos, ni siquiera sabrás dónde hay oportunidad de mejorar. Una vez que la gente crea, o se le dan objetivos específicos, se conectan a un nivel más alto de intensidad para alcanzarlos. Muy seguido se necesita de un coach o un grupo con quién entrenar para poder llegar a una intensidad más alta de entrenamiento. No puedes progresar consistentemente, sin aumentar tu intensidad.

La intensidad es algo que puedes aprender. ¿Recuerdas que casi vomitabas después de correr una milla en 8 minutos el año pasado?

Pero ahora con toda calma llevas un paso de 7min/milla. Cosas que antes eran muy difíciles ahora se te hacen fáciles. Tienes que tratar con todo para mejorar, y tienes que perseverar con entrenamiento intenso y consistente para volverte más fuerte y más rápido. Si te pregunto que tan duro vas en medio de tu entrenamiento, puedes usar una tabla del 1 al 10. 1 es estar sentado en el sofá, 10 es estar a punto de vomitar o desmayarte. Mientras mas tiempo pases en 8 y 9, mas fáciles se sentirán otras cosas. Necesitas experiencias de entrenamiento variadas (eventos, carreras, juegos, competencias y entrenamientos exigentes) para aprender como se sienten los diferentes niveles de intensidad. Mientras más te conozcas como atleta, mejor podrás mantener tu intensidad y concentración.

La intensidad cambia. Tu intensidad cambiará dependiendo de tu humor, plan de entrenamiento actual, descanso, nutrición, lesiones, etc.

Es cierto, la intensidad al tope (9 o 10) puede durar solo unos cuantos segundos. Si tu entrenamiento o evento es más largo, necesitas practicar el estar en control de tu intensidad, mantenerte concentrado y esforzarte durante el proceso. Ataques, por así decirlo, cortos de intensidad al máximo, son intensos. Ataques largos de esfuerzo continuo también son intensos. Ambos necesitan un diferente nivel de concentración, pero el mismo nivel de empuje. Dale con todo lo que tengas en cada situación.

La intensidad al tope no siempre es buena. Quiero dejar muy claro que no todos los entrenamientos piden tu intensidad al máximo.

Es la calidad de tu intensidad y concentración que guiará la efectividad de tu entrenamiento. Imagina que la intensidad es tu luz de trafico. Rojo es descansar, amarillo es moverte cómodamente y el verde es darle con todo. El entrenamiento óptimo te pide que pases tiempo en el rojo, amarillo y verde. No puedes estar en verde todo el tiempo. Te vas a quemar, y no podrás terminar ataques más largos. Es físicamente imposible, y te vas a desgastar mentalmente (y a aquellos alrededor de ti)

La intensidad debe de depender de tus objetivos. ¿Quieres darle a cada repetición tu esfuerzo máximo porque estas determinado a ser lo mejor que puedes ser?

¿Te sientes a gusto tomando atajos y parándote antes porque como que quieres tener un poco de mejor condición física? ¿Quieres ser el mejor atleta de tu equipo, así que te obligas a entrenar aun cuando tienes flojera? O, por otro lado, ¿te sientes cómodo trotando en vez de correr a máxima velocidad hasta que casi te caigas al cruzar la linea de meta? Si quieres hacer las cosas a medias, y simplemente hacerlo por hacerlo solo porque alguien te lo dijo, entonces hazlo así. Pero no te quejes al no ver o sentir cambios o resultados. Si quieres ser lo mejor que puedes, sentirte increíble, y alcanzar metas especificas, entonces debes estar listo para llegar a ese lugar donde estás luchando por aliento con piernas temblorosas, apenas logrando esforzarte otro segundo.

Casi siempre puedes dar más. Nuestros cuerpos son increíbles y capaces de hazañas increíbles.

Cuando un entrenamiento o evento se empieza a poner difícil, tu mente podría empezar a decirte que te detengas o que ya no puedes mas. Puedes escuchar pensamientos negativos o repetir mantras positivos y seguir luchando. Mientras mejor controles tus pensamientos, mejor serás en darle ese empuje a tu intensidad. Puedes hasta sorprenderte a ti mismo con lo que eres capaz de hacer cuando usas esos pensamientos para que trabajen a tu favor, en vez de en tu contra.

La intensidad de tu entrenamiento en el gimnasio, afecta tu vida fuera del gimnasio. Cuando trabajas con todo, rompes marcas anteriores y le das a ese WOD todo lo que tienes... te sentirás encendido.

Puede tomarte unos minutos recuperarte, pero te iras de ahí sintiendo que puedes enfrentar lo que sea. Trabajarás más duro en tu empleo, querrás enfrentar otros retos, y tu humor será contagioso. Muchas otras cosas en tu vida se empezaran a sentir fáciles y manejables. Todo en tu vida será mejor cuando le das a tus entrenamientos tu esfuerzo total.
 
Platica motivacional.
 
my bueno el aporte esto me a recordado viejos tiempos cuando entrenaba con uno k me acia sufrir me ayudaba con un deito el cabronazo jajaja me decia otra otra ajjajaa
k somos leones o huevones?
leones leonessss:)
 
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