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Miembro de honor
El hígado y la salud
Un órgano tan perfecto y, a la vez, tan complicado, entraña una estrecha dependencia con los demás órganos y, en especial, con los de la nutrición. Ya que ninguna función de la nutrición tiene lugar sin la participación del hígado, no es de extrañar que prácticamente casi todas las enfermedades de la nutrición entrañen desórdenes hepáticos. Algunos medicamentos pueden afectar el funcionamiento del hígado o obligarlo a hacer demasiado esfuerzo si se toman con demasiada frecuencia.
Ciertos cambios nutricionales o dietéticos pueden ayudar a mejorar significativamente el funcionamiento del hígado. También existen varios suplementos que quizás también sean beneficiosos.
Que hacer para mejorarlo y mantenerlo en buenas condiciones?
Lo primero es reducir la cantidad de trabajo que se le exige.
Ciertos cambios en su dieta alimenticia pueden ser sumamente beneficiosos.
Puesto que el hígado procesa y desintoxica lo que es absorbido por el sistema digestivo, que es todo lo que comemos y bebemos, es buena idea comenzar por seguir una dieta nutritiva y equilibrada. Siga una dieta con bajo contenido en grasas y sodio, por lo tanto, hay que ir con mucho cuidado con los fritos, la comida de preparación rápida y ciertas conservas. Hay que consumir alimentos con un alto contenido en fibra.
Es importante consumir suficientes proteínas y mantener un peso corporal adecuado.
Si tiene el hígado dañado reduzca la cantidad de sal en las comidas.
La carne tiende a tener un alto contenido en sal. La mejor carne es la carne magra. Deseche la grasa de la carne y quite la piel a la carne de ave.
Es importante el reducir el consumo de especias fuertes.
Las personas con problemas de hígado deben de tener un cuidado especial al comer marisco, ya que puede ser una fuente de hepatitis A.
Es muy recomendable el ayudar al organismo a mantenerse limpio bebiendo de dos a tres litros diarios de agua.
El exceso de hierro puede dañar el hígado.
Deben evitarse ciertos medicamentos sin receta y niveles excesivos de ciertas vitaminas. Evite el tomar demasiada vitamina A, ya que un nivel excesivo de esta vitamina puede ser toxico para el hígado.
El alcohol es uno de los agentes procesados por el hígado mas toxico e irritante para este órgano.
Para las personas con problemas hepáticos se recomienda el abstenerse totalmente de bebidas alcohólicas.
Entre los suplementos que se cree son beneficiosos para el hígado están:
vitamina C con bioflavonoides, vitamina E, lecitina, coenzima Q-10, L-carnitina y N-acetil-cisteína (NAC). Este ultimo suele usarse para contrarrestar los efectos adversos que la sobredosis de acetaminocén (Tylenol) tiene sobre el hígado.
En cuanto a plantas medicinales y otros preparados, cabe mencionar:
el cardo mariano (cardo borriquero), la alcachofa, manzanilla, diente de león, boldo, menta (no poleo), romero.
Romero: una cucharadita de café por taza; o bien 30 g por litro de agua, dejar en infusión 10 minutos. Ingerir por la mañana, en ayunas y después de las comidas.
Limón: zumo. Un limón exprimido en un vaso de agua por la mañana, en ayunas.
Manzanilla: infusión. Tomar entre las comidas.
Cardo mariano: puede tomarse en infusión o en cápsulas de extracto seco.