Este sábado estuve toda la tarde recorriendo las solitarias praderas, mirando las nubes sonrosadas y las sombras de los bosques lejanos, donde para llegar hay que galopar varias horas. Disfruto mucho de eso, aún más que entrenar con pesas y levantar un máximo.
La montura que uso, no es la inglesa, ni tampoco cabalgo al estilo militar, como durante la equitación de salto a caballo que practico por temporadas en la ciudad.
Esa montura inglesa, y esa forma de cabalgar son una mierda, solo apto para distancias limitadas.
Si querés estar todo el día en las pampas te conviene otra cosa:
La montura lo es todo. La acomodás según tu propio gusto y te hacés uno con el caballo.
Teniendo el apero bien acomodado según tu gusto y acorde a donde vas a andar, bien sentado te volvés uno solo con el pingo.
No existe nada que te pueda sacar de ahí.
Y Entonces la fuerza bruta del caballo se transmite a todo, absolutamente a todo lo que quieras hacer
Y además, te hace sentir el alma grande como ninguna otra cosa que exista, por más solo que te encuentres en medio de la nada misma.