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FALSOS REMEDIOS PARA ADELGAZAR
36 dietas de mentira
"Pierde cuatro kilos en tan sólo cinco días". "Consigue un cuerpo de cine". Son algunos de los típicos reclamos que durante todo el año, pero sobre todo en el periodo estival, inundan portadas de revistas, anuncios publicitarios y demás medios dirigidos, en su mayoría, al público femenino. Son remedios potencialmente perjudiciales para la salud y que tampoco logran el objetivo prometido.
La de la alcachofa, la del sándwich o la de 'Weight Watchers' son tan sólo algunos ejemplos de dietas que en su mayoría pueden tener consecuencias negativas sobre la salud. La Asociación de Dietistas-Nutricionistas Diplomados de Navarra (ADDENA) ha estudiado éstas y otras 33 falsas 'dietas milagro' para demostrar que todas ellas "son deficitarias, en mayor o menor medida, de algún nutriente esencial y pueden acarrear problemas de salud si se utilizan de forma continuada", según publica la revista 'Consumer'.
Las autoras de la investigación analizaron un total de 86 dietas extraídas, durante dos años, de distintas revistas en su mayoría femeninas: 'Cocina ligera y vida sana', 'Cosmo dietas', 'Cuerpo de mujer', 'Dietética y salud', 'Elle', 'Guía Prevenir', 'Las 100 mejores dietas', 'Línea saludable', 'Mía', 'Mujer de hoy', 'Muy saludable', 'Salud vital', 'Silueta de Mujer', 'Weight Watchers' y 'Woman'.
De todos los ejemplos estudiados finalmente se quedaron con 36. "Se descartaron aquellas dietas de menos de una semana, las que incluían alimentos que no se pudieron calibrar por no aparecer en las tablas de composición [...] y aquellas que ponían el nombre de platos de elaboración compleja y luego no indicaban los ingredientes ni las cantidades", señala la investigación.
Además de resaltar los peligros que estos regímenes alimenticios pueden tener sobre la salud, los expertos señalan que la mayoría de ellos no sólo no consiguen el objetivo deseado sino que pueden dar lugar a lo que se conoce como 'efecto yo-yo'.
"Cuando el organismo se adapta al engaño utiliza menos nutrientes para 'ahorrar'. Pero, cuando vuelves a lo habitual, se produce un efecto rebote ya que tu cuerpo está 'en plan ahorrativo' y gasta menos. Por eso, si has adelgazado dos kilos puedes ganar tres kilos, hasta que pasa el organismo se reactiva", explica Javier Aranceta, secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria.
Y añade que "este tipo de dietas -unas centradas en las proteínas, otras en los hidratos de carbono- lo que pretenden es atraer al usuario, que coma algo rico con la idea de que no le va a engordar. Son dietas que no han tenido ni van a tener ningún futuro. En el caso de los anuncios de centros de adelgazamiento lo único que adelgaza al final es el bolsillo del paciente".
Las autoras de la investigación dividen las dietas en seis tipos:
Basadas en un solo alimento (dieta del espagueti, la patata o el espárrago): "pueden producir trastornos digestivos y psíquicos, ya que rompen el ritmo alimentario normal".
De muy bajo o bajo valor calórico (dieta de 150 gramos o de las proteínas): son las que aportan entre 400 y 1.000 kilocalorías al día. Malestar general, mareos, intolerancia al frío, pérdida de cabello, amenorrea, insomnio o depresión son algunos de los efectos secundarios de este tipo de dietas.
Dietas hipoenergéticas (dieta de la uva, del helado o del arroz integral): aunque suministran más calorías que las anteriores si su aporte es menor de las 1.200 kcal al día no son nutricionalmente adecuadas.
Dietas pobres en hidratos de carbono y/o ricas en grasas (dieta de la naranja o de las proteínas): descalcificación ósea y daños renales, pérdida de líquidos, altos niveles de ácido úrico y de colesterol, halitosis, sensación de náuseas o estreñimiento, son algunas de las consecuencias de esta clase de regímenes.
Dieta rica en hidratos de carbono (dieta de la piña o del arroz integral): provocan "carencia de ácidos grasos esenciales, vitaminas liposolubles y proteínas", indican los autores.
Dietas 'pintorescas' (la dieta del buen humor, del sándwich): incluyen menús exóticos, las anuncia un personaje famoso y no aportan una correcta nutrición.
"Todas las dietas analizadas en este estudio son deficitarias en minerales y vitaminas, [...] su seguimiento implica riesgo de carencias de micronutrientes -como el calcio, el hierro o las vitaminas- con los consiguientes trastornos orgánicos y metabólicos, más o menos releventes, en función del estado de salud de la persona y el tiempo de aplicación de la dieta", concluye el trabajo.
Una idea que comparte el secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria. "Al analizar todas estas dietas -muchas de ellas con nombres sinfónicos o persuasivos- se ve que son insuficientes, están sesgadas ya que con ellas la personas comen de manera incompleta. Supone un menor aporte de energía pero de una forma desequilibrada", comenta.
Y añade que con estos regímenes "no ofrecen un modelo alimentario completo, ya que suelen polarizar en un solo alimento, por ejemplo el pomelo. Además, con ellos pierdes agua, proteínas y músculo pero no grasa".
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(sobre dietas milagro)
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CONSUMO XXI 11-06-2005
Dietas milagro: absurdas, peligrosas y a veces visados al infarto
Estos días previos al verano son también el momento de la denominada 'operación bikini', un intento desesperado de reconciliación con el espejo en pocas semanas que aboca a muchas personas a las dietas milagro, tan inoperantes como peligrosas en muchos casos según las recomendaciones médicas.
De este furor por la guerra contra la báscula dan cuenta los gimnasios, que en esta época -junto con la de vuelta de vacaciones de verano- ven cómo se incrementan el número de suscripciones, e infinidad de revistas que dedican sus números a informar sobre las mil y una dietas en boga.
De hecho, los expertos alertaron esta semana del incremento de casos de anemia que se registran en verano sobre todo entre los más jóvenes que en estos meses se someten a dietas desequilibradas de escaso valor nutritivo.
Muchas de las dietas resultan 'variopintas, sensacionalistas y a veces aberrantes', según explica el doctor Basilio Moreno, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, (SEEDO) en su libro 'Verdades y mentiras sobre la Obesidad' que advierte de estas pérdidas de peso son casi siempre fugaces porque los kilos se recuperan tan rápido como se pierden.
Moreno señala que las hay inocuas, absurdas o ridículas, pero alerta de que algunas suponen un riesgo para la salud e incluso un 'visado para el infarto'.
Por ejemplo cita las que proporcionan 800 calorías o menos al día mediante preparados comerciales que sustituyen a las comidas y que se complementan con vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales recomendados. Son 'válidas', asegura el doctor Moreno, si se siguen con vigilancia médica ya que pueden provocar trastornos en el ritmo cardiaco en pacientes hipertensos.
Entre las más peligrosas, Moreno cita la de la proteína líquida, que se obtenía tratando la piel de la vaca con ácido que se mezclaba con agua y se daba en sustitución de las comidas.
Esta 'ocurrencia' causó 60 muertes en Estados Unidos por problemas cardiovasculares.
Otra de las que cuentan con bajas entre sus seguidores es la 'dieta del Té'.
Consiste en ingerir más de diez vasos de té helado al día y, al parecer, fue la causante de la bajada de potasio que dejó postrada en estado vegetativo a Terry Schiavo, la estadounidense que finalmente fue desconectada de los tubos por los que recibía alimentación por sus médicos, poco después de que lo ordenara un juez tras una polémica legal que fue seguida en todo el mundo.
Entre las dietas milagro más populares figura la dieta del Dr.Atkins, en la que la proporción de proteínas es inferior al 10 por ciento, la de grasas es superior al 75 por ciento y la de hidratos de carbono inferior al 5 por ciento. Presenta deficiencias nutricionales graves y puede producir trastornos cardiovasculares además de una subida del colesterol y del ácido úrico, entre otros efectos.
En el ranking de excentricidades, la dieta 'eficaz, divertida y alcohólica' de Erna Carise, una bailarina estadounidense de los años 60, es posiblemente la que ocupa el primer puesto ya que proponía cambios hipercalóricos amenizados con una gran cantidad de alcohol.
También carecen de seriedad, afirma Moreno, la dieta de la leche y el plátano (basada en la falsa creencia de que estos dos alimentos aumentan la función tiroidea), la de Victoria Principal (basada prácticamente en comer ensaladas durante siete días), la de un día a fruta (se recupera al día siguiente lo perdido el anterior), la dieta del pomelo (se le atribuyen supuestas propiedades devoragrasas) o la de los 13 días (combina alimentos de forma 'absurda').
En este capítulo se engloba la dieta de la sopa devoragrasa que consiste en ingerir durante siete días una sopa elaborada con cebolla, apio, pimientos verdes, tomates, repollo, sal y pimienta sola o acompañada de fruta, a excepción de plátanos.
'Un ejemplo de dieta hipocalórica y desequilibrada' que permite perder algunos kilos que se recuperan de inmediato.
Y es que, como insisten los especialistas, la lucha contra el sobrepeso es un proceso a medio o largo plazo en el que solo existen dos armas eficaces: una alimentación equilibrada y la práctica diaria de ejercicio físico.
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La Dieta de Atkins: ¿Milagro o Engaño?
Categoria: Adelgazar Fecha: 16/06/06 Imprimir artículo
La Dieta de Atkins es una de las más famosas dietas de adelgazamiento que existen y, aunque el primer libro que la proponía fue escrito por el cardiólogo norteamericano Robert C.Atkins en 1.972, hoy en día sigue estando de moda.
A primera vista y a grandes rasgos esta dieta propone cosas que parecen muy interesantes para cualquier persona con sobrepeso y parece un método fácil y sencillo para adelgazar con éxito.
Veamos algunas de ellas...
Cambiar el metabolismo para que utilice como principal fuente de energía las grasas y no los carbohidratos
Reducir tus antojos por la comida estabilizando tus niveles de azúcar
Acabar con tu adicción por las comidas ricas en carbohidratos como pan, bollería, pastas, etc...
Demostrarte que puedes adelgazar con éxito sin importar la cantidad de comida que consumas... incluso comiendo de forma lujuriosa
En principio parece algo casi milagroso, ¿verdad?
Después de todo, el deseo de cualquier mujer que está luchando contra sus kilos de más es encontrar una forma fácil y sencilla de deshacerse de ellos... y parece que Atkins lo consigue.
¿Comer todo lo que quiero y adelgazar al mismo tiempo?... ¿Quién no se apuntaría?
Pero si hay una cosa cierta en este mundo es que si algo suena demasiado bonito para ser verdad es que seguramente es mentira... y con la Dieta de Atkins NO ocurre lo contrario.
El "Secreto" de la Dieta de Atkins
La Dieta de Atkins propone básicamente reducir hasta el extremo los carbohidratos en la alimentación para obligar a tu cuerpo a llegar a un estado denominado ketosis.
Verás... cuando a tu cuerpo le falta su principal fuente de energía, la glucosa que obtiene de los carbohidratos que provienen de alimentos como la pasta, los cereales, el pan, etc., primero agota el glucógeno que tiene almacenado en los músculos y en el hígado para obtener esa glucosa que le falta (el glucógeno no es más que una reserva de glucosa que tiene tu cuerpo).
Entre tres y cinco días después de seguir una dieta muy baja en carbohidratos, los niveles de glucógeno del cuerpo han bajado drásticamente y este se ve obligado a obtener la glucosa que le falta a partir de las grasas.
Obtener glucosa a partir de las grasas no es una tarea fácil y requiere que tu hígado inicie un proceso llamado gluconeogénesis en el que utiliza las grasas para sintetizar glucosa.
De este proceso resultan las ketonas (cuerpos cetónicos) que en parte son utilizadas por el cuerpo para obtener energía y en parte son excretadas por la orina. Es entonces cuando se dice que el cuerpo ha entrado en un estado de ketosis.
¿Parece una buena idea para adelgazar, verdad?
Simplemente reduciendo al mínimo los alimentos ricos en carbohidratos (pan, pasta, patatas, legumbres, etc...) conseguiremos que el cuerpo empiece a utilizar de forma masiva sus reservas de grasa como principal fuente de energía.
Y esa es precisamente la teoría en la que se basó Atkins para dar vida a su famosa dieta... mientras comas todo lo que quieras pero controles y reduzcas al máximo los carbohidratos, tu cuerpo estará utilizando la grasa como principal fuente de energía y adelgazarás.
La Verdad de la Dieta de Atkins
Aunque en teoría la Dieta de Atkins suene como algo mágico y misterioso que puede proporcionarte la figura que deseas sin ningún esfuerzo y comiendo toda la cantidad de comida que quieras controlando sólo los carbohidratos, en realidad no esconde ningún secreto...
En primer lugar porque la ketosis no es un estado que sea necesario e imprescindible alcanzar para adelgazar con éxito como propone Atkins. Lo que hace falta para adelgazar es un déficit de calorías, haya o no ketosis de por medio. Sólo hay que fijarse en todas las personas que consiguen adelgazar (aunque sea temporalmente) sin seguir la Dieta de Atkins ni entrar en un estado de ketosis.
Realmente, cualquier dieta baja en calorías funciona temporalmente (aunque también es cierto que se recupera el peso perdido en el 99% de los casos) y lo único que consigue la Dieta de Atkins es que comas menos, es decir, que ingieras menos calorías.
La Dieta de Atkins se ha estudiado muy a fondo en diversas pruebas científicas y se sabe muy bien que su "secreto" es simplemente que una persona que se alimenta a base de alimentos ricos en proteínas y grasas y muy pocos carbohidratos, pierde el apetito y come menos sin darse cuenta.
En definitiva, NO es la ketosis la que hace adelgazar como promete Atkins, sino la reducción de calorías... igual que con todas las dietas milagro que existen.
Bueno, me dirás... al fin y al cabo con Atkins pierdo el apetito y consigo adelgazar, que es lo que busco.
De acuerdo, pero ahora veamos la otra cara de la Dieta de Atkins...
Porqué la Dieta de Atkins NO Sirve para Adelgazar de Forma Efectiva
Llevada a la práctica, la Dieta de Atkins resulta un absoluto desastre y te voy a aclarar porqué. Ahora no voy a entrar en si es una dieta saludable o no... sólo me voy a centrar en si es efectiva para adelgazar con éxito o no.
Para mi (y creo que para ti también), adelgazar con éxito significa perder la grasa que te sobra y aprender a mantener tu peso ideal durante el resto de tu vida con los hábitos adecuados, cosa que con Atkins no se consigue ni de lejos.
Veamos en que me baso para asegurar que la Dieta de Atkins NO funciona...
Es cierto que con la Dieta de Atkins se pierde mucho peso en un principio, pero ese peso es en el 90% agua muscular.
Verás... por cada gramo de glucógeno que hay en tus músculos hay tres gramos de agua unidos a él, así que cuando tus reservas de glucógeno se ven mermadas, tu cuerpo no tiene más remedio que deshacerse del agua unida a él. A ti lo que te interesa es perder GRASA y no AGUA. El agua se recupera y se pierde con facilidad, pero lo que da un aspecto "fofo" y poco atractivo a un cuerpo NO es el agua y SÍ es la grasa, por lo que la estrategia de adelgazar a base de perder agua es simple y llanamente ESTÚPIDA.
Lo que NO te dice Atkins ni sus defensores es que el estado de ketosis es un estado de defensa del cuerpo ante la falta de alimento (en concreto ante la falta de carbohidratos) en el que se ve forzado a utilizar sus reservas de grasa para obtener glucosa. Pero NO sólo utiliza la grasa, sino que también utiliza los aminoácidos de tus músculos. Es decir, con la Dieta de Atkins es inevitable perder una gran parte de masa muscular, lo que se traduce en un metabolismo más lento que quema menos calorías a lo largo del día y, a la larga, se acaba llegando al estancamiento de peso y al "efecto yo-yo".
Si hay una verdad en el mundo de la pérdida de peso es que las dietas extremas requieren de una fuerza de voluntad extrema... y Atkins es una dieta extrema que te prohíbe casi por completo todo un grupo de alimentos... los carbohidratos.
Cualquier persona que haya probado Atkins te dirá que al cabo de unos cuantos días de seguir esta dieta soñaba a todas horas con un buen plato de pasta, helados, pan, pasteles y toda clase de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares. A no ser que seas un monje tibetano con una capacidad de autocontrol infinita, tarde o temprano caerás en la tentación y acabarás dándote un atracón de carbohidratos con lo que recuperarás todo el peso perdido o incluso más.
A no ser que pretendas estar toda tu vida sin comer apenas pasta, pan, dulces y alimentos ricos en carbohidratos, llegará un momento en que los vuelvas a reintroducir en tu alimentación (si has aguantado la Dieta de Atkins hasta conseguir tu peso ideal, que lo dudo).
¿Y sabes lo que pasará? Que llegado ese momento, y como tu cuerpo se habrá pasado tanto tiempo utilizando las grasas como principal fuente de energía, no sabrá muy bien como utilizar de nuevo los carbohidratos para obtener energía (necesitará algo de tiempo para adaptarse y cambiar su principal fuente de energía de la grasa a los carbohidratos).
Y cuando tu cuerpo no sabe que hacer con los carbohidratos... los almacena como grasa. En pocas palabras... cuando vuelvas a introducir los carbohidratos en tu alimentación (y te aseguro que lo harás) tu ganancia de peso será asombrosa y en mucho menos tiempo del que has tardado en perderlo con Atkins.
La glucosa es la principal fuente de energía de las neuronas, las células de nuestro cerebro, y aunque es cierto que mediante la gluconeogénesis que tiene lugar en el hígado tu cuerpo puede obtener glucosa a partir de las grasas y los aminoácidos, este es un proceso mucho más lento y costoso que obtener glucosa directamente de los carbohidratos de nuestra alimentación. Eso significa que si sigues la Dieta de Atkins tus neuronas NO van a tener el alimento suficiente para rendir al 100%, y cuando tu cerebro no puede rendir al 100% se producen cambios de humor, depresiones, cansancio, irritabilidad, malestar general, etc... una serie de efectos secundarios que te harán abandonar tarde o temprano la dieta.
Sin apenas glucosa en el cuerpo, hacer ejercicio con una intensidad suficiente para adelgazar con éxito se convierte en una tarea titánica que muy pocas personas consiguen llevar a cabo. Ocurre más o menos lo mismo que en el punto anterior... obtener energía a partir de las grasas es un proceso lento y costoso, y estas no pueden aportarte energía a una velocidad suficiente para hacer un ejercicio con una intensidad aceptable (cosa que la glucosa sí consigue). Y para adelgazar con éxito, aunque NO es necesario matarse a hacer ejercicio, SÍ es imprescindible seguir un programa moderado de fitness para que tu metabolismo se mantenga elevado y queme más grasas y calorías a lo largo del día... algo que siguiendo la Dieta de Atkins es poco menos que imposible.
En definitiva, si quieres adelgazar con éxito, alcanzar tu figura ideal y, lo que es más importante de todo... mantener un cuerpo esbelto y atractivo durante el resto de tu vida... la Dieta de Atkins NO es la solución.
De todas formas, es cierto que algunos conceptos de la Dieta de Atkins se pueden aplicar a un programa de adelgazamiento efectivo y lógico que te permita conseguir y mantener tu figura ideal durante toda la vida...
Por ejemplo, forzar al cuerpo durante cortos períodos de tiempo (tres a cinco días) a tener que utilizar de forma masiva sus reservas de grasa recortando notablemente los carbohidratos de la alimentación puede ayudarte a salir de un estancamiento en tu peso reactivando la quema de grasas. Eso sí, después de este corto período tendrías que volver a reintroducir los carbohidratos en tu alimentación durante al menos un día para evitar todos los efectos secundarios de la Dieta de Atkins.
En realidad, Atkins no inventó nada nuevo con su método, ya que cuando sacó a la venta su primer libro "Dr. Atkins' Diet Revolution" en 1.972, las dietas hiperprotéicas llevaban años utilizándose en círculos deportivos, pero sólo durante cortos períodos de tiempo como te acabo de explicar antes, ya que se conocían muy bien todos sus efectos secundarios.
Lo único que hizo Atkins fue copiar un método de alimentación que ya practicaban muchos deportistas y modificarlo para llevarlo hasta el extremo prometiendo haber encontrado la solución definitiva contra los kilos de más.
De todas formas y si aún sigues interesada en la Dieta de Atkis, lo que te recomiendo es que adquieras el libro La Nueva Revolución Dietética del Dr.Atkins en Amazon.com haciendo clic en la imagen de la izquierda. En este libro encontrarás toda la información que necesitas sobre la Dieta de Atkins.
Pero seamos realistas... los milagros contra la grasa no existen y, como has visto, Atkins no lo es. Lo que tú realmente necesitas es un método efectivo, lógico y sensato que te ayude a desarrollar hábitos de vida que te lleven directa hacia tu figura ideal... y creeme, ese método existe y lo puedes encontrar en la siguiente página web...
FALSOS REMEDIOS PARA ADELGAZAR
36 dietas de mentira
"Pierde cuatro kilos en tan sólo cinco días". "Consigue un cuerpo de cine". Son algunos de los típicos reclamos que durante todo el año, pero sobre todo en el periodo estival, inundan portadas de revistas, anuncios publicitarios y demás medios dirigidos, en su mayoría, al público femenino. Son remedios potencialmente perjudiciales para la salud y que tampoco logran el objetivo prometido.
La de la alcachofa, la del sándwich o la de 'Weight Watchers' son tan sólo algunos ejemplos de dietas que en su mayoría pueden tener consecuencias negativas sobre la salud. La Asociación de Dietistas-Nutricionistas Diplomados de Navarra (ADDENA) ha estudiado éstas y otras 33 falsas 'dietas milagro' para demostrar que todas ellas "son deficitarias, en mayor o menor medida, de algún nutriente esencial y pueden acarrear problemas de salud si se utilizan de forma continuada", según publica la revista 'Consumer'.
Las autoras de la investigación analizaron un total de 86 dietas extraídas, durante dos años, de distintas revistas en su mayoría femeninas: 'Cocina ligera y vida sana', 'Cosmo dietas', 'Cuerpo de mujer', 'Dietética y salud', 'Elle', 'Guía Prevenir', 'Las 100 mejores dietas', 'Línea saludable', 'Mía', 'Mujer de hoy', 'Muy saludable', 'Salud vital', 'Silueta de Mujer', 'Weight Watchers' y 'Woman'.
De todos los ejemplos estudiados finalmente se quedaron con 36. "Se descartaron aquellas dietas de menos de una semana, las que incluían alimentos que no se pudieron calibrar por no aparecer en las tablas de composición [...] y aquellas que ponían el nombre de platos de elaboración compleja y luego no indicaban los ingredientes ni las cantidades", señala la investigación.
Además de resaltar los peligros que estos regímenes alimenticios pueden tener sobre la salud, los expertos señalan que la mayoría de ellos no sólo no consiguen el objetivo deseado sino que pueden dar lugar a lo que se conoce como 'efecto yo-yo'.
"Cuando el organismo se adapta al engaño utiliza menos nutrientes para 'ahorrar'. Pero, cuando vuelves a lo habitual, se produce un efecto rebote ya que tu cuerpo está 'en plan ahorrativo' y gasta menos. Por eso, si has adelgazado dos kilos puedes ganar tres kilos, hasta que pasa el organismo se reactiva", explica Javier Aranceta, secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria.
Y añade que "este tipo de dietas -unas centradas en las proteínas, otras en los hidratos de carbono- lo que pretenden es atraer al usuario, que coma algo rico con la idea de que no le va a engordar. Son dietas que no han tenido ni van a tener ningún futuro. En el caso de los anuncios de centros de adelgazamiento lo único que adelgaza al final es el bolsillo del paciente".
Las autoras de la investigación dividen las dietas en seis tipos:
Basadas en un solo alimento (dieta del espagueti, la patata o el espárrago): "pueden producir trastornos digestivos y psíquicos, ya que rompen el ritmo alimentario normal".
De muy bajo o bajo valor calórico (dieta de 150 gramos o de las proteínas): son las que aportan entre 400 y 1.000 kilocalorías al día. Malestar general, mareos, intolerancia al frío, pérdida de cabello, amenorrea, insomnio o depresión son algunos de los efectos secundarios de este tipo de dietas.
Dietas hipoenergéticas (dieta de la uva, del helado o del arroz integral): aunque suministran más calorías que las anteriores si su aporte es menor de las 1.200 kcal al día no son nutricionalmente adecuadas.
Dietas pobres en hidratos de carbono y/o ricas en grasas (dieta de la naranja o de las proteínas): descalcificación ósea y daños renales, pérdida de líquidos, altos niveles de ácido úrico y de colesterol, halitosis, sensación de náuseas o estreñimiento, son algunas de las consecuencias de esta clase de regímenes.
Dieta rica en hidratos de carbono (dieta de la piña o del arroz integral): provocan "carencia de ácidos grasos esenciales, vitaminas liposolubles y proteínas", indican los autores.
Dietas 'pintorescas' (la dieta del buen humor, del sándwich): incluyen menús exóticos, las anuncia un personaje famoso y no aportan una correcta nutrición.
"Todas las dietas analizadas en este estudio son deficitarias en minerales y vitaminas, [...] su seguimiento implica riesgo de carencias de micronutrientes -como el calcio, el hierro o las vitaminas- con los consiguientes trastornos orgánicos y metabólicos, más o menos releventes, en función del estado de salud de la persona y el tiempo de aplicación de la dieta", concluye el trabajo.
Una idea que comparte el secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria. "Al analizar todas estas dietas -muchas de ellas con nombres sinfónicos o persuasivos- se ve que son insuficientes, están sesgadas ya que con ellas la personas comen de manera incompleta. Supone un menor aporte de energía pero de una forma desequilibrada", comenta.
Y añade que con estos regímenes "no ofrecen un modelo alimentario completo, ya que suelen polarizar en un solo alimento, por ejemplo el pomelo. Además, con ellos pierdes agua, proteínas y músculo pero no grasa".
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(sobre dietas milagro)
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CONSUMO XXI 11-06-2005
Dietas milagro: absurdas, peligrosas y a veces visados al infarto
Estos días previos al verano son también el momento de la denominada 'operación bikini', un intento desesperado de reconciliación con el espejo en pocas semanas que aboca a muchas personas a las dietas milagro, tan inoperantes como peligrosas en muchos casos según las recomendaciones médicas.
De este furor por la guerra contra la báscula dan cuenta los gimnasios, que en esta época -junto con la de vuelta de vacaciones de verano- ven cómo se incrementan el número de suscripciones, e infinidad de revistas que dedican sus números a informar sobre las mil y una dietas en boga.
De hecho, los expertos alertaron esta semana del incremento de casos de anemia que se registran en verano sobre todo entre los más jóvenes que en estos meses se someten a dietas desequilibradas de escaso valor nutritivo.
Muchas de las dietas resultan 'variopintas, sensacionalistas y a veces aberrantes', según explica el doctor Basilio Moreno, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, (SEEDO) en su libro 'Verdades y mentiras sobre la Obesidad' que advierte de estas pérdidas de peso son casi siempre fugaces porque los kilos se recuperan tan rápido como se pierden.
Moreno señala que las hay inocuas, absurdas o ridículas, pero alerta de que algunas suponen un riesgo para la salud e incluso un 'visado para el infarto'.
Por ejemplo cita las que proporcionan 800 calorías o menos al día mediante preparados comerciales que sustituyen a las comidas y que se complementan con vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales recomendados. Son 'válidas', asegura el doctor Moreno, si se siguen con vigilancia médica ya que pueden provocar trastornos en el ritmo cardiaco en pacientes hipertensos.
Entre las más peligrosas, Moreno cita la de la proteína líquida, que se obtenía tratando la piel de la vaca con ácido que se mezclaba con agua y se daba en sustitución de las comidas.
Esta 'ocurrencia' causó 60 muertes en Estados Unidos por problemas cardiovasculares.
Otra de las que cuentan con bajas entre sus seguidores es la 'dieta del Té'.
Consiste en ingerir más de diez vasos de té helado al día y, al parecer, fue la causante de la bajada de potasio que dejó postrada en estado vegetativo a Terry Schiavo, la estadounidense que finalmente fue desconectada de los tubos por los que recibía alimentación por sus médicos, poco después de que lo ordenara un juez tras una polémica legal que fue seguida en todo el mundo.
Entre las dietas milagro más populares figura la dieta del Dr.Atkins, en la que la proporción de proteínas es inferior al 10 por ciento, la de grasas es superior al 75 por ciento y la de hidratos de carbono inferior al 5 por ciento. Presenta deficiencias nutricionales graves y puede producir trastornos cardiovasculares además de una subida del colesterol y del ácido úrico, entre otros efectos.
En el ranking de excentricidades, la dieta 'eficaz, divertida y alcohólica' de Erna Carise, una bailarina estadounidense de los años 60, es posiblemente la que ocupa el primer puesto ya que proponía cambios hipercalóricos amenizados con una gran cantidad de alcohol.
También carecen de seriedad, afirma Moreno, la dieta de la leche y el plátano (basada en la falsa creencia de que estos dos alimentos aumentan la función tiroidea), la de Victoria Principal (basada prácticamente en comer ensaladas durante siete días), la de un día a fruta (se recupera al día siguiente lo perdido el anterior), la dieta del pomelo (se le atribuyen supuestas propiedades devoragrasas) o la de los 13 días (combina alimentos de forma 'absurda').
En este capítulo se engloba la dieta de la sopa devoragrasa que consiste en ingerir durante siete días una sopa elaborada con cebolla, apio, pimientos verdes, tomates, repollo, sal y pimienta sola o acompañada de fruta, a excepción de plátanos.
'Un ejemplo de dieta hipocalórica y desequilibrada' que permite perder algunos kilos que se recuperan de inmediato.
Y es que, como insisten los especialistas, la lucha contra el sobrepeso es un proceso a medio o largo plazo en el que solo existen dos armas eficaces: una alimentación equilibrada y la práctica diaria de ejercicio físico.
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La Dieta de Atkins: ¿Milagro o Engaño?
Categoria: Adelgazar Fecha: 16/06/06 Imprimir artículo
La Dieta de Atkins es una de las más famosas dietas de adelgazamiento que existen y, aunque el primer libro que la proponía fue escrito por el cardiólogo norteamericano Robert C.Atkins en 1.972, hoy en día sigue estando de moda.
A primera vista y a grandes rasgos esta dieta propone cosas que parecen muy interesantes para cualquier persona con sobrepeso y parece un método fácil y sencillo para adelgazar con éxito.
Veamos algunas de ellas...
Cambiar el metabolismo para que utilice como principal fuente de energía las grasas y no los carbohidratos
Reducir tus antojos por la comida estabilizando tus niveles de azúcar
Acabar con tu adicción por las comidas ricas en carbohidratos como pan, bollería, pastas, etc...
Demostrarte que puedes adelgazar con éxito sin importar la cantidad de comida que consumas... incluso comiendo de forma lujuriosa
En principio parece algo casi milagroso, ¿verdad?
Después de todo, el deseo de cualquier mujer que está luchando contra sus kilos de más es encontrar una forma fácil y sencilla de deshacerse de ellos... y parece que Atkins lo consigue.
¿Comer todo lo que quiero y adelgazar al mismo tiempo?... ¿Quién no se apuntaría?
Pero si hay una cosa cierta en este mundo es que si algo suena demasiado bonito para ser verdad es que seguramente es mentira... y con la Dieta de Atkins NO ocurre lo contrario.
El "Secreto" de la Dieta de Atkins
La Dieta de Atkins propone básicamente reducir hasta el extremo los carbohidratos en la alimentación para obligar a tu cuerpo a llegar a un estado denominado ketosis.
Verás... cuando a tu cuerpo le falta su principal fuente de energía, la glucosa que obtiene de los carbohidratos que provienen de alimentos como la pasta, los cereales, el pan, etc., primero agota el glucógeno que tiene almacenado en los músculos y en el hígado para obtener esa glucosa que le falta (el glucógeno no es más que una reserva de glucosa que tiene tu cuerpo).
Entre tres y cinco días después de seguir una dieta muy baja en carbohidratos, los niveles de glucógeno del cuerpo han bajado drásticamente y este se ve obligado a obtener la glucosa que le falta a partir de las grasas.
Obtener glucosa a partir de las grasas no es una tarea fácil y requiere que tu hígado inicie un proceso llamado gluconeogénesis en el que utiliza las grasas para sintetizar glucosa.
De este proceso resultan las ketonas (cuerpos cetónicos) que en parte son utilizadas por el cuerpo para obtener energía y en parte son excretadas por la orina. Es entonces cuando se dice que el cuerpo ha entrado en un estado de ketosis.
¿Parece una buena idea para adelgazar, verdad?
Simplemente reduciendo al mínimo los alimentos ricos en carbohidratos (pan, pasta, patatas, legumbres, etc...) conseguiremos que el cuerpo empiece a utilizar de forma masiva sus reservas de grasa como principal fuente de energía.
Y esa es precisamente la teoría en la que se basó Atkins para dar vida a su famosa dieta... mientras comas todo lo que quieras pero controles y reduzcas al máximo los carbohidratos, tu cuerpo estará utilizando la grasa como principal fuente de energía y adelgazarás.
La Verdad de la Dieta de Atkins
Aunque en teoría la Dieta de Atkins suene como algo mágico y misterioso que puede proporcionarte la figura que deseas sin ningún esfuerzo y comiendo toda la cantidad de comida que quieras controlando sólo los carbohidratos, en realidad no esconde ningún secreto...
En primer lugar porque la ketosis no es un estado que sea necesario e imprescindible alcanzar para adelgazar con éxito como propone Atkins. Lo que hace falta para adelgazar es un déficit de calorías, haya o no ketosis de por medio. Sólo hay que fijarse en todas las personas que consiguen adelgazar (aunque sea temporalmente) sin seguir la Dieta de Atkins ni entrar en un estado de ketosis.
Realmente, cualquier dieta baja en calorías funciona temporalmente (aunque también es cierto que se recupera el peso perdido en el 99% de los casos) y lo único que consigue la Dieta de Atkins es que comas menos, es decir, que ingieras menos calorías.
La Dieta de Atkins se ha estudiado muy a fondo en diversas pruebas científicas y se sabe muy bien que su "secreto" es simplemente que una persona que se alimenta a base de alimentos ricos en proteínas y grasas y muy pocos carbohidratos, pierde el apetito y come menos sin darse cuenta.
En definitiva, NO es la ketosis la que hace adelgazar como promete Atkins, sino la reducción de calorías... igual que con todas las dietas milagro que existen.
Bueno, me dirás... al fin y al cabo con Atkins pierdo el apetito y consigo adelgazar, que es lo que busco.
De acuerdo, pero ahora veamos la otra cara de la Dieta de Atkins...
Porqué la Dieta de Atkins NO Sirve para Adelgazar de Forma Efectiva
Llevada a la práctica, la Dieta de Atkins resulta un absoluto desastre y te voy a aclarar porqué. Ahora no voy a entrar en si es una dieta saludable o no... sólo me voy a centrar en si es efectiva para adelgazar con éxito o no.
Para mi (y creo que para ti también), adelgazar con éxito significa perder la grasa que te sobra y aprender a mantener tu peso ideal durante el resto de tu vida con los hábitos adecuados, cosa que con Atkins no se consigue ni de lejos.
Veamos en que me baso para asegurar que la Dieta de Atkins NO funciona...
Es cierto que con la Dieta de Atkins se pierde mucho peso en un principio, pero ese peso es en el 90% agua muscular.
Verás... por cada gramo de glucógeno que hay en tus músculos hay tres gramos de agua unidos a él, así que cuando tus reservas de glucógeno se ven mermadas, tu cuerpo no tiene más remedio que deshacerse del agua unida a él. A ti lo que te interesa es perder GRASA y no AGUA. El agua se recupera y se pierde con facilidad, pero lo que da un aspecto "fofo" y poco atractivo a un cuerpo NO es el agua y SÍ es la grasa, por lo que la estrategia de adelgazar a base de perder agua es simple y llanamente ESTÚPIDA.
Lo que NO te dice Atkins ni sus defensores es que el estado de ketosis es un estado de defensa del cuerpo ante la falta de alimento (en concreto ante la falta de carbohidratos) en el que se ve forzado a utilizar sus reservas de grasa para obtener glucosa. Pero NO sólo utiliza la grasa, sino que también utiliza los aminoácidos de tus músculos. Es decir, con la Dieta de Atkins es inevitable perder una gran parte de masa muscular, lo que se traduce en un metabolismo más lento que quema menos calorías a lo largo del día y, a la larga, se acaba llegando al estancamiento de peso y al "efecto yo-yo".
Si hay una verdad en el mundo de la pérdida de peso es que las dietas extremas requieren de una fuerza de voluntad extrema... y Atkins es una dieta extrema que te prohíbe casi por completo todo un grupo de alimentos... los carbohidratos.
Cualquier persona que haya probado Atkins te dirá que al cabo de unos cuantos días de seguir esta dieta soñaba a todas horas con un buen plato de pasta, helados, pan, pasteles y toda clase de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares. A no ser que seas un monje tibetano con una capacidad de autocontrol infinita, tarde o temprano caerás en la tentación y acabarás dándote un atracón de carbohidratos con lo que recuperarás todo el peso perdido o incluso más.
A no ser que pretendas estar toda tu vida sin comer apenas pasta, pan, dulces y alimentos ricos en carbohidratos, llegará un momento en que los vuelvas a reintroducir en tu alimentación (si has aguantado la Dieta de Atkins hasta conseguir tu peso ideal, que lo dudo).
¿Y sabes lo que pasará? Que llegado ese momento, y como tu cuerpo se habrá pasado tanto tiempo utilizando las grasas como principal fuente de energía, no sabrá muy bien como utilizar de nuevo los carbohidratos para obtener energía (necesitará algo de tiempo para adaptarse y cambiar su principal fuente de energía de la grasa a los carbohidratos).
Y cuando tu cuerpo no sabe que hacer con los carbohidratos... los almacena como grasa. En pocas palabras... cuando vuelvas a introducir los carbohidratos en tu alimentación (y te aseguro que lo harás) tu ganancia de peso será asombrosa y en mucho menos tiempo del que has tardado en perderlo con Atkins.
La glucosa es la principal fuente de energía de las neuronas, las células de nuestro cerebro, y aunque es cierto que mediante la gluconeogénesis que tiene lugar en el hígado tu cuerpo puede obtener glucosa a partir de las grasas y los aminoácidos, este es un proceso mucho más lento y costoso que obtener glucosa directamente de los carbohidratos de nuestra alimentación. Eso significa que si sigues la Dieta de Atkins tus neuronas NO van a tener el alimento suficiente para rendir al 100%, y cuando tu cerebro no puede rendir al 100% se producen cambios de humor, depresiones, cansancio, irritabilidad, malestar general, etc... una serie de efectos secundarios que te harán abandonar tarde o temprano la dieta.
Sin apenas glucosa en el cuerpo, hacer ejercicio con una intensidad suficiente para adelgazar con éxito se convierte en una tarea titánica que muy pocas personas consiguen llevar a cabo. Ocurre más o menos lo mismo que en el punto anterior... obtener energía a partir de las grasas es un proceso lento y costoso, y estas no pueden aportarte energía a una velocidad suficiente para hacer un ejercicio con una intensidad aceptable (cosa que la glucosa sí consigue). Y para adelgazar con éxito, aunque NO es necesario matarse a hacer ejercicio, SÍ es imprescindible seguir un programa moderado de fitness para que tu metabolismo se mantenga elevado y queme más grasas y calorías a lo largo del día... algo que siguiendo la Dieta de Atkins es poco menos que imposible.
En definitiva, si quieres adelgazar con éxito, alcanzar tu figura ideal y, lo que es más importante de todo... mantener un cuerpo esbelto y atractivo durante el resto de tu vida... la Dieta de Atkins NO es la solución.
De todas formas, es cierto que algunos conceptos de la Dieta de Atkins se pueden aplicar a un programa de adelgazamiento efectivo y lógico que te permita conseguir y mantener tu figura ideal durante toda la vida...
Por ejemplo, forzar al cuerpo durante cortos períodos de tiempo (tres a cinco días) a tener que utilizar de forma masiva sus reservas de grasa recortando notablemente los carbohidratos de la alimentación puede ayudarte a salir de un estancamiento en tu peso reactivando la quema de grasas. Eso sí, después de este corto período tendrías que volver a reintroducir los carbohidratos en tu alimentación durante al menos un día para evitar todos los efectos secundarios de la Dieta de Atkins.
En realidad, Atkins no inventó nada nuevo con su método, ya que cuando sacó a la venta su primer libro "Dr. Atkins' Diet Revolution" en 1.972, las dietas hiperprotéicas llevaban años utilizándose en círculos deportivos, pero sólo durante cortos períodos de tiempo como te acabo de explicar antes, ya que se conocían muy bien todos sus efectos secundarios.
Lo único que hizo Atkins fue copiar un método de alimentación que ya practicaban muchos deportistas y modificarlo para llevarlo hasta el extremo prometiendo haber encontrado la solución definitiva contra los kilos de más.
De todas formas y si aún sigues interesada en la Dieta de Atkis, lo que te recomiendo es que adquieras el libro La Nueva Revolución Dietética del Dr.Atkins en Amazon.com haciendo clic en la imagen de la izquierda. En este libro encontrarás toda la información que necesitas sobre la Dieta de Atkins.
Pero seamos realistas... los milagros contra la grasa no existen y, como has visto, Atkins no lo es. Lo que tú realmente necesitas es un método efectivo, lógico y sensato que te ayude a desarrollar hábitos de vida que te lleven directa hacia tu figura ideal... y creeme, ese método existe y lo puedes encontrar en la siguiente página web...