Sobre sustancias químicas concretas y muy específicas que puedan tener estas bebidas no puedo hablar porque no tengo tantos conocimientos. Pero hablando de la composición a grosso modo de estas bebidas, hace poco estuve en el supermercado y me dio por ojear la información nutricional que mostraban las latas, no solo de Red Bull, sino también de bebidas energéticas similares como Monster, Burn o Rockstar. Básicamente, todas consisten en una mezcla de cafeína, taurina y vitaminas del grupo B. De ahí proviene su supuesto efecto energético y, viendo los componentes, podemos ver que al final las energías que nos pueden dar provienen principalmente de su efecto estimulante. En este sentido, un café bien cargado u otra bebida con cafeína haría la misma función.
Los potenciales riesgos para la salud que le veo provienen de los estimulantes (adquisición de tolerancia y dependencia derivada de su abuso y riesgos para la salud en caso de sobredosis). En este sentido, las precauciones que procede tomar para su consumo son las mismas que aplican al café u otros alimentos que contengan cafeína. El otro posible peligro que le veo es que, al igual que el resto de refrescos industriales, tienen un alto contenido de azúcar y otros nutrientes que las convierten en una opción bastante mala desde el punto de vista nutricional. A este respecto, la norma a aplicar es la misma que aplicamos a refrescos, bollería, pizzas u otros alimentos poco saludables; no perjudica su consumo si es ocasional, solo debemos cuidarnos de no basar nuestra dieta en estos alimentos.
Lo que ha generado mucha polémica es la taurina, de la que algunos hablan como si fuera una droga o una sustancia dopante. Nada más lejos de la realidad. La taurina es una sustancia que a veces se incluye en suplementos deportivos. Su principal es efecto es aumentar la capacidad de concentración (respecto a esto, como con todos los suplementos, no esperen milagros, el efecto es modesto). No es estimulante per se, no obstante, según tengo entendido (que me corrija alguien si me equivoco), si se consume junta a la cafeína potencia el efecto estimulante de ésta. En ese sentido los posibles beneficios y riesgos deberían ser los mismos que los de añadir un poco más de cafeína.
¿Son un peligro para la salud pública estas bebidas? Pues hombre, las bebidas per se no, un uso irresponsable de las mismas sí. Yo veo chavalillos jóvenes que consumen cantidades desorbitadas de estas bebidas a diario, eso sí está suponiendo un riesgo para su salud. Pero es lo mismo que si se bebieran un litro de café al día (y encima le echaran una cantidad bien generosa de azúcar). Aquí parte de culpa tienen los fabricantes, que en algunos casos venden la bebida en latas de medio litro o más, una cantidad excesivamente grande en mi opinión.
El consejo que daría a quien disfrute estas bebidas es simplemente que las siga bebiendo pero con moderación y solo de manera ocasional.
En tiendas de suplementación se pueden encontrar mezclas pre-entreno que pueden servir como sustituto de estas energy drinks y que, a mi juicio, tienen una serie de ventaja respecto a estas. La más evidente es que son mucho más baratas; por cantidades que oscilan entre los 15 y los 30 euros adquirimos un bote que da para bastantes tomas. Un consumo equivalente de bebidas energéticas saldría mucho más caro. Por otra parte, algunas de estas mezclas tienen un sabor muy similar a los que encontramos en marcas como Monster o Rockstar. Sin embargo, al ser suplementos destinados a deportistas, no contienen la cantidad desorbitada de azúcar que encontramos en las bebidas energéticas. Estas bebidas, además de la cafeína, taurina y vitaminas del grupo B que encontramos en las bebidas energéticas, contienen otros suplementos relacionados con el rendimiento deportivo (en especial para pesas) como creatina, citrulina, beta-alanina o algunos aminoácidos.
Para quien las quiera consumir, recordar que su uso solo debe ser puntual u ocasional. Recordemos que tienen una alta cantidad de estimulantes. Tampoco cometais el error de esperar milagros de ellas. Yo suelo tener un botecito de pre-entreno en casa para echar mano de él algún día suelto que no he descansado tan bien como me habría gustado y tengo que entrenar. Simplemente me espabilan un poco más que un café; el efecto no va más allá. De una fatiga muy severa no te salva nada que no sea descansar y no vas a encontrar nada que te de la fuerza de Hércules en ningún bote de suplementos (mucho menos en una bebida energética).