Alex5
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Las fuerzas de seguridad españolas confirmaron hoy que han detenido a setenta personas en relación con una red que iba a distribuir más de 30 millones de dosis de anabolizantes, esteroides y hormonas en Europa.
Según el Ministerio español del Interior, en esta operación contra la que se considera la mayor red de tráfico de estas sustancias en este país, se han desarticulado seis laboratorios.
En estas instalaciones se llegaban a producir más de 10 mil dosis cada media hora de dichas sustancias, que eran destinadas al consumo de forma general y más específicamente a personas vinculadas al mundo del deporte.
Las Fuerzas de Seguridad consideran que es el mayor entramado de redes conexas, tanto a nivel nacional como internacional, dedicadas a la producción, en cantidades industriales, de sustancias dopantes, esteroides, anabolizantes y hormonales.
La operación, denominada "Mamut", está dirigida por la Audiencia Nacional española y, en ella, han colaborado varios departamentos gubernamentales, como la Secretaría de Estado del Deporte y la Agencia Española del Medicamento, así como autoridades de las trece provincias en las que han sido detenidos los presuntos traficantes.
Los seis laboratorios desarticulados estaban ubicados en la región de Cataluña, de los que dos figuraban como legales, desviando una gran parte de su producción al mercado ilegal.
El resto operaba de forma clandestina y contaba con maquinaria suficiente para producir, en algunos casos, más de 10 mil dosis de sustancias ilegales cada media hora.
Las drogas fabricadas eran presentadas en múltiples formatos: viales, ampollas inyectables y comprimidos, entre otros, y eran remitidas a diversos puntos donde eran empaquetadas, etiquetadas y envasadas para su posterior envío a centros finales de distribución.
Las sustancias eran falsificaciones de muy alta calidad, por lo que era muy difícil diferenciarlas de las auténticas, expendidas oficialmente en centros autorizados.
Estos productos eran distribuidos clandestinamente por todo el territorio español en gimnasios, clínicas deportivas y directamente a deportistas, por lo que carecían de los controles sanitarios pertinentes y en muchos casos su destino final debería haber sido el uso veterinario.
La venta al consumidor final se realizaba en los propios gimnasios, a través de internet o en una franquicia de productos dietéticos, para la cual tenían tiendas abiertas al público alguno de los detenidos.
En un cálculo aproximado, se puede estimar que las dosis intervenidas superan los 30 millones de unidades que iban a ser distribuidas de forma inmediata por España y diversos países de la Unión Europea.
Además, se han intervenido diversos vehículos de gama alta, furgonetas de transporte y más de 200 mil euros (unos 250 mil dólares) en efectivo.
Según el Ministerio español del Interior, en esta operación contra la que se considera la mayor red de tráfico de estas sustancias en este país, se han desarticulado seis laboratorios.
En estas instalaciones se llegaban a producir más de 10 mil dosis cada media hora de dichas sustancias, que eran destinadas al consumo de forma general y más específicamente a personas vinculadas al mundo del deporte.
Las Fuerzas de Seguridad consideran que es el mayor entramado de redes conexas, tanto a nivel nacional como internacional, dedicadas a la producción, en cantidades industriales, de sustancias dopantes, esteroides, anabolizantes y hormonales.
La operación, denominada "Mamut", está dirigida por la Audiencia Nacional española y, en ella, han colaborado varios departamentos gubernamentales, como la Secretaría de Estado del Deporte y la Agencia Española del Medicamento, así como autoridades de las trece provincias en las que han sido detenidos los presuntos traficantes.
Los seis laboratorios desarticulados estaban ubicados en la región de Cataluña, de los que dos figuraban como legales, desviando una gran parte de su producción al mercado ilegal.
El resto operaba de forma clandestina y contaba con maquinaria suficiente para producir, en algunos casos, más de 10 mil dosis de sustancias ilegales cada media hora.
Las drogas fabricadas eran presentadas en múltiples formatos: viales, ampollas inyectables y comprimidos, entre otros, y eran remitidas a diversos puntos donde eran empaquetadas, etiquetadas y envasadas para su posterior envío a centros finales de distribución.
Las sustancias eran falsificaciones de muy alta calidad, por lo que era muy difícil diferenciarlas de las auténticas, expendidas oficialmente en centros autorizados.
Estos productos eran distribuidos clandestinamente por todo el territorio español en gimnasios, clínicas deportivas y directamente a deportistas, por lo que carecían de los controles sanitarios pertinentes y en muchos casos su destino final debería haber sido el uso veterinario.
La venta al consumidor final se realizaba en los propios gimnasios, a través de internet o en una franquicia de productos dietéticos, para la cual tenían tiendas abiertas al público alguno de los detenidos.
En un cálculo aproximado, se puede estimar que las dosis intervenidas superan los 30 millones de unidades que iban a ser distribuidas de forma inmediata por España y diversos países de la Unión Europea.
Además, se han intervenido diversos vehículos de gama alta, furgonetas de transporte y más de 200 mil euros (unos 250 mil dólares) en efectivo.