Burgueses y proletarios

BURGUESES Y PROLETARIOS

Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos , dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.

La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado.

De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los “villanos” de las primeras ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América, la circunnavegación de Africa abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.

Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y de producción.

A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la “comuna” una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.

Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación.

La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares .

La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente. Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre. La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas.

La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces. Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta o otra del planeta. Por todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.

La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.

La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.

La burguesía somete el campo al imperio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semibárbaros a las naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.

La burguesía va aglutinando cada vez más los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país. Aglomera la población, centraliza los medios de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad. Este proceso tenía que conducir, por fuerza lógica, a un régimen de centralización política. Territorios antes independientes, apenas aliados, con intereses distintos, distintas leyes, gobiernos autónomos y líneas aduaneras propias, se asocian y refunden en una nación única, bajo un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera.

En el siglo corto que lleva de existencia como clase soberana, la burguesía ha creado energías productivas mucho más grandiosas y colosales que todas las pasadas generaciones juntas. Basta pensar en el sometimiento de las fuerzas naturales por la mano del hombre, en la maquinaria, en la aplicación de la química a la industria y la agricultura, en la navegación de vapor, en los ferrocarriles, en el telégrafo eléctrico, en la roturación de continentes enteros, en los ríos abiertos a la navegación, en los nuevos pueblos que brotaron de la tierra como por ensalmo... ¿Quién, en los pasados siglos, pudo sospechar siquiera que en el regazo de la sociedad fecundada por el trabajo del hombre yaciesen soterradas tantas y tales energías y elementos de producción?

Hemos visto que los medios de producción y de transporte sobre los cuales se desarrolló la burguesía brotaron en el seno de la sociedad feudal. Cuando estos medios de transporte y de producción alcanzaron una determinada fase en su desarrollo, resultó que las condiciones en que la sociedad feudal producía y comerciaba, la organización feudal de la agricultura y la manufactura, en una palabra, el régimen feudal de la propiedad, no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas productivas. Obstruían la producción en vez de fomentarla. Se habían convertido en otras tantas trabas para su desenvolvimiento. Era menester hacerlas saltar, y saltaron.

Vino a ocupar su puesto la libre concurrencia, con la constitución política y social a ella adecuada, en la que se revelaba ya la hegemonía económica y política de la clase burguesa.

Pues bien: ante nuestros ojos se desarrolla hoy un espectáculo semejante. Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró. Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de la propiedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía. Basta mencionar las crisis comerciales, cuya periódica reiteración supone un peligro cada vez mayor para la existencia de la sociedad burguesa toda. Las crisis comerciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas productivas existentes. En esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las épocas anteriores hubiera parecido absurda e inconcebible: la epidemia de la superproducción. La sociedad se ve retrotraída repentinamente a un estado de barbarie momentánea; se diría que una plaga de hambre o una gran guerra aniquiladora la han dejado esquilmado, sin recursos para subsistir; la industria, el comercio están a punto de perecer. ¿Y todo por qué? Porque la sociedad posee demasiada civilización, demasiados recursos, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas de que dispone no sirven ya para fomentar el régimen burgués de la propiedad; son ya demasiado poderosas para servir a este régimen, que embaraza su desarrollo. Y tan pronto como logran vencer este obstáculo, siembran el desorden en la sociedad burguesa, amenazan dar al traste con el régimen burgués de la propiedad. Las condiciones sociales burguesas resultan ya demasiado angostas para abarcar la riqueza por ellas engendrada. ¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía? De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mercados antiguos. Es decir, que remedia unas crisis preparando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas.

Las armas con que la burguesía derribó al feudalismo se vuelven ahora contra ella.

Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.

En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarrollase también el proletariado, esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo encuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital. El obrero, obligado a venderse a trozos, es una mercancía como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los cambios y modalidades de la concurrencia, a todas las fluctuaciones del mercado.

La extensión de la maquinaria y la división del trabajo quitan a éste, en el régimen proletario actual, todo carácter autónomo, toda libre iniciativa y todo encanto para el obrero. El trabajador se convierte en un simple resorte de la máquina, del que sólo se exige una operación mecánica, monótona, de fácil aprendizaje. Por eso, los gastos que supone un obrero se reducen, sobre poco más o menos, al mínimo de lo que necesita para vivir y para perpetuar su raza. Y ya se sabe que el precio de una mercancía, y como una de tantas el trabajo , equivale a su coste de producción. Cuanto más repelente es el trabajo, tanto más disminuye el salario pagado al obrero. Más aún: cuanto más aumentan la maquinaria y la división del trabajo, tanto más aumenta también éste, bien porque se alargue la jornada, bien porque se intensifique el rendimiento exigido, se acelere la marcha de las máquinas, etc.

La industria moderna ha convertido el pequeño taller del maestro patriarcal en la gran fábrica del magnate capitalista. Las masas obreras concentradas en la fábrica son sometidas a una organización y disciplina militares. Los obreros, soldados rasos de la industria, trabajan bajo el mando de toda una jerarquía de sargentos, oficiales y jefes. No son sólo siervos de la burguesía y del Estado burgués, sino que están todos los días y a todas horas bajo el yugo esclavizador de la máquina, del contramaestre, y sobre todo, del industrial burgués dueño de la fábrica. Y este despotismo es tanto más mezquino, más execrable, más indignante, cuanta mayor es la franqueza con que proclama que no tiene otro fin que el lucro.

Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo adquirido por la moderna industria, también es mayor la proporción en que el trabajo de la mujer y el niño desplaza al del hombre. Socialmente, ya no rigen para la clase obrera esas diferencias de edad y de sexo. Son todos, hombres, mujeres y niños, meros instrumentos de trabajo, entre los cuales no hay más diferencia que la del coste.

Y cuando ya la explotación del obrero por el fabricante ha dado su fruto y aquél recibe el salario, caen sobre él los otros representantes de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.

Toda una serie de elementos modestos que venían perteneciendo a la clase media, pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labriegos, son absorbidos por el proletariado; unos, porque su pequeño caudal no basta para alimentar las exigencias de la gran industria y sucumben arrollados por la competencia de los capitales más fuertes, y otros porque sus aptitudes quedan sepultadas bajo los nuevos progresos de la producción. Todas las clases sociales contribuyen, pues, a nutrir las filas del proletariado.

El proletariado recorre diversas etapas antes de fortificarse y consolidarse. Pero su lucha contra la burguesía data del instante mismo de su existencia.

Al principio son obreros aislados; luego, los de una fábrica; luego, los de todas una rama de trabajo, los que se enfrentan, en una localidad, con el burgués que personalmente los explota. Sus ataques no van sólo contra el régimen burgués de producción, van también contra los propios instrumentos de la producción; los obreros, sublevados, destruyen las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destrozan las máquinas, pegan fuego a las fábricas, pugnan por volver a la situación, ya enterrada, del obrero medieval.

En esta primera etapa, los obreros forman una masa diseminada por todo el país y desunida por la concurrencia. Las concentraciones de masas de obreros no son todavía fruto de su propia unión, sino fruto de la unión de la burguesía, que para alcanzar sus fines políticos propios tiene que poner en movimiento -cosa que todavía logra- a todo el proletariado. En esta etapa, los proletarios no combaten contra sus enemigos, sino contra los enemigos de sus enemigos, contra los vestigios de la monarquía absoluta, los grandes señores de la tierra, los burgueses no industriales, los pequeños burgueses. La marcha de la historia está toda concentrada en manos de la burguesía, y cada triunfo así alcanzado es un triunfo de la clase burguesa.

Sin embargo, el desarrollo de la industria no sólo nutre las filas del proletariado, sino que las aprieta y concentra; sus fuerzas crecen, y crece también la conciencia de ellas. Y al paso que la maquinaria va borrando las diferencias y categorías en el trabajo y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivel bajísimo y uniforme, van nivelándose también los intereses y las condiciones de vida dentro del proletariado. La competencia, cada vez más aguda, desatada entre la burguesía, y las crisis comerciales que desencadena, hacen cada vez más inseguro el salario del obrero; los progresos incesantes y cada día más veloces del maquinismo aumentan gradualmente la inseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros y burgueses aislados van tomando el carácter, cada vez más señalado, de colisiones entre dos clases. Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgueses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. Crean organizaciones permanentes para pertrecharse en previsión de posibles batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones.

Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre. El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir un resultado inmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera. Coadyuvan a ello los medios cada vez más fáciles de comunicación, creados por la gran industria y que sirven para poner en contacto a los obreros de las diversas regiones y localidades. Gracias a este contacto, las múltiples acciones locales, que en todas partes presentan idéntico carácter, se convierten en un movimiento nacional, en una lucha de clases. Y toda lucha de clases es una acción política. Las ciudades de la Edad Media, con sus caminos vecinales, necesitaron siglos enteros para unirse con las demás; el proletariado moderno, gracias a los ferrocarriles, ha creado su unión en unos cuantos años.

Esta organización de los proletarios como clase, que tanto vale decir como partido político, se ve minada a cada momento por la concurrencia desatada entre los propios obreros. Pero avanza y triunfa siempre, a pesar de todo, cada vez más fuerte, más firme, más pujante. Y aprovechándose de las discordias que surgen en el seno de la burguesía, impone la sanción legal de sus intereses propios. Así nace en Inglaterra la ley de la jornada de diez horas.

Las colisiones producidas entre las fuerzas de la antigua sociedad imprimen nuevos impulsos al proletariado. La burguesía lucha incesantemente: primero, contra la aristocracia; luego, contra aquellos sectores de la propia burguesía cuyos intereses chocan con los progresos de la industria, y siempre contra la burguesía de los demás países. Para librar estos combates no tiene más remedio que apelar al proletariado, reclamar su auxilio, arrastrándolo así a la palestra política. Y de este modo, le suministra elementos de fuerza, es decir, armas contra sí misma.

Además, como hemos visto, los progresos de la industria traen a las filas proletarias a toda una serie de elementos de la clase gobernante, o a lo menos los colocan en las mismas condiciones de vida. Y estos elementos suministran al proletariado nuevas fuerzas.

Finalmente, en aquellos períodos en que la lucha de clases está a punto de decidirse, es tan violento y tan claro el proceso de desintegración de la clase gobernante latente en el seno de la sociedad antigua, que una pequeña parte de esa clase se desprende de ella y abraza la causa revolucionaria, pasándose a la clase que tiene en sus manos el porvenir. Y así como antes una parte de la nobleza se pasaba a la burguesía, ahora una parte de la burguesía se pasa al campo del proletariado; en este tránsito rompen la marcha los intelectuales burgueses, que, analizando teóricamente el curso de la historia, han logrado ver claro en sus derroteros.

De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía no hay más que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado. Las demás perecen y desaparecen con la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto genuino y peculiar.

Los elementos de las clases medias, el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el labriego, todos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales clases. No son, pues, revolucionarios, sino conservadores. Más todavía, reaccionarios, pues pretenden volver atrás la rueda de la historia. Todo lo que tienen de revolucionario es lo que mira a su tránsito inminente al proletariado; con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros; se despojan de su posición propia para abrazar la del proletariado.

El proletariado andrajoso , esa putrefacción pasiva de las capas más bajas de la vieja sociedad, se verá arrastrado en parte al movimiento por una revolución proletaria, si bien las condiciones todas de su vida lo hacen más propicio a dejarse comprar como instrumento de manejos reaccionarios.

Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del proletariado. El proletario carece de bienes. Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen ya nada de común con las relaciones familiares burguesas; la producción industrial moderna, el moderno yugo del capital, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamérica, borra en él todo carácter nacional. Las leyes, la moral, la religión, son para él otros tantos prejuicios burgueses tras los que anidan otros tantos intereses de la burguesía. Todas las clases que le precedieron y conquistaron el Poder procuraron consolidar las posiciones adquiridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición. Los proletarios sólo pueden conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y seguridades privadas de los demás.

Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos desde los cimientos hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial.

Por su forma, aunque no por su contenido, la campaña del proletariado contra la burguesía empieza siendo nacional. Es lógico que el proletariado de cada país ajuste ante todo las cuentas con su propia burguesía.

Al esbozar, en líneas muy generales, las diferentes fases de desarrollo del proletariado, hemos seguido las incidencias de la guerra civil más o menos embozada que se plantea en el seno de la sociedad vigente hasta el momento en que esta guerra civil desencadena una revolución abierta y franca, y el proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía, echa las bases de su poder.

Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opresoras. Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y con ella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. La situación del obrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar conforme progresa la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propia clase. El obrero se depaupera, y el pauperismo se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza. He ahí una prueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones de su vida como clase. Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud, porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando son ellos quienes debieran mantenerla a ella. La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad.

La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí. Los progresos de la industria, que tienen por cauce automático y espontáneo a la burguesía, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por la concurrencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores. Su muerte y el triunfo del proletariado sin igualmente inevitables.
 
Ajá...

Y aparte de soltar toda esta parrafada para contarnos otra vez que eres comunista y hacer apología de tus cositas, algo que ya hiciste aquí , ¿qué más?

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Ajá...

Y aparte de soltar toda esta parrafada para contarnos otra vez que eres comunista y hacer apología de tus cositas, algo que ya hiciste aquí , ¿qué más?

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Al despertar tu conciencia de clase y darte cuenta que todos somos oprimidos por el simple hecho de vender nuestra fuerza de trabajo y no obtener todo el rédito del plusvalor que esta produce, comenzaras a ver que el sistema esta hecho solamente para crear mas capital jamas para aportar al desarrollo y crecimiento de los mas necesitados.
 


LO MISMO PARA TI COMPAÑERO:
Al despertar tu conciencia de clase y darte cuenta que todos somos oprimidos por el simple hecho de vender nuestra fuerza de trabajo y no obtener todo el rédito del plusvalor que esta produce, comenzaras a ver que el sistema esta hecho solamente para crear mas capital jamas para aportar al desarrollo y crecimiento de los mas necesitados.
 
Al despertar tu conciencia de clase y darte cuenta que todos somos oprimidos por el simple hecho de vender nuestra fuerza de trabajo y no obtener todo el rédito del plusvalor que esta produce, comenzaras a ver que el sistema esta hecho solamente para crear mas capital jamas para aportar al desarrollo y crecimiento de los mas necesitados.

Sí, eso es así desde que el mundo es mundo.

Pero, ¿y la alternativa cual se supone que es? ¿rebelarnos y quitar a los que mandan para que se pongan a mandar algunos de los oprimidos obreros que oprimiran a los demás porque en esta vida nada es gratis? Porque así acaban todas las revoluciones desde que el mundo es mundo.

Supongo que sí, siempre y cuando se pertenezca a esa nueva casta gobernante, si no, empieza otra vez la rueda, hasta llegar arriba por fin, que es cuando nos pilla en el sitio dónde se reciben las ostias por parte de los que siguen quedando abajo.

Pero supongo que llegar a ese razonamiento supone ir más allá de cortar y pegar propaganda ideológica gartuíta y manida.
Y claro, seguramente estoy hablando con alguien totalmente ajeno al sistema, que no trabaja para nadie ni paga impuestos. El buen salvaje de Rousseau... Así que claro, juego en desventaja...

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El tema es interesante, pero no sé qué pretendes conseguir con el post... ¿despertar conciencias? ¿crees que no se ha dado cuenta ya TODO EL MUNDO de que hay desigualdades en el reparto de riqueza y poder?

Por lo menos actualiza un poco el vocabulario, que estamos en el siglo XXI... hablar de protelarios, burgueses y fuerza de trabajo suena a revolución industrial, hay teorías en la misma línea más actuales y realistas, y menos radicales.
 
No sé cual será tu intención, en este foro hay más de 150.000 usuarios, es obvio que vas a encontrar gente de todos los colores. Aunque no sería la primera vez que aparece un usuario en un foro con una entrada triunfal, y luego resulta que era un cerdo que quería hacer hamijos de 15 años...

El texto corresponde al primer capítulo del Manifiesto Comunista, concretamente al capítulo llamado "Burgueses y Proletarios". El Manifiesto Comunista es una obra corta, extremadamente pesada y que requiere de unos conocimientos políticos elevados para su correcta interpretación y entendimiento. Si alguien quiere iniciarse en el marxismo, o simplemente investigar acerca de él, tiene obras mucho más amenas.

No sé de dónde serás castroturcios, yo me limitaré a hablarte de la situación del comunismo en el Estado español. El comunismo está de capa caida desde hace algunos años, está sufriendo la acción-reacción apoyada en la versión revisionista de Pio Moa. La lógica sería que dentro de unos años hubiera otra acción-reacción tal y como ocurre en la mayoria de los casos, pero sinceramente... he de dudarlo viendo a la juventud actual. Me ha parecido leer por ahí que tenías 21 años, doy por hecho que si resides en España conocerás más que de sobra la situación.

El marxismo está perdiendo peso, es algo evidente; antes del revisionismo de este hombre (que comenzó hace unos 10 años) era fácil encontrarse por la calle gente con símbolos comunistas. Sin embargo, ahora hay muchos medios que dicen de cerrar el periódico "público" (tendencia socialdemócrata-trotskista) por que dicen que es "anticonstitucional". Parece ser que ahora sólo hay dos tipos de izquierdistas, los utópico-soñadores por un lado, y los cómplices del terrorismo y genocidios por el otro. A todos en las escuelas nos enseñan los grandes genocidios de Hitler y Stalin (y bueno... a Lenin también lo suben al carro últimamente), pero de los genocidios del Imperio Español o Inglés en el nuevo mundo no se habla... como tampoco de los genocidios del colonialismo... Leopoldo II es muchísimo menos conocido que los citados anteriormente.

En cuestión de partidos políticos, poco o nada se puede hacer por aquí... el PCE debería desligarse de IU y que dejase de haber tanto sectarismo... Por internet parece ser que el PCPE tiene fuerza... pero en las calles su fuerza se basa en 4 regiones y sus integrantes son muy jóvenes... De hecho, cuestionar el régimen norcoreano, o los años del mandato de Stalin es más que suficiente para ser tachado de burgués o socialdemócrata.

Pienso que los medios del comunismo e izquierda en general, han sido siempre las escuelas y los sindicatos. Creo que la decadencia se puede evitar renovando el marxismo como otras tantas veces se ha hecho, no intentar lavarse las manos como hacen otros, olvidarse de casillas y personajes. Y por supuesto leer y ser críticos con nuestras acciones, pero sin que ello nos divida.


Salud
 
Mi consejo personal:

- Hazte autónomo.
- Juégate tu patrimonio para que te den un crédito
- Funda tu empresa
- Trabaja 10/12 horas al día
- Mete a 5-10 trabajadores por cuenta ajena
- No tienes bajas por enfermedad o maternidad. Te aguantas
- No tienes derecho a subsidios. Te aguantas
- Paga el IVA de facturas que no has cobrado
- Cobra a 6,8,12 o 20 meses tus trabajos
- Aguanta si un trabajador no hace nada, porque no tienes dinero para despedirle
- No vayas nunca a juicio con un trabajador, porque vas a perder y a pagar las costas
- Aguanta que la gente diga que eres un explotador

Y así mil cosas.

En unos meses nos cuentas qué tal va tu conciencia de clase.

No lo dudes¡¡¡ Hazte autónomo y crea empleo¡¡
 
No sé cual será tu intención, en este foro hay más de 150.000 usuarios, es obvio que vas a encontrar gente de todos los colores. Aunque no sería la primera vez que aparece un usuario en un foro con una entrada triunfal, y luego resulta que era un cerdo que quería hacer hamijos de 15 años...

El texto corresponde al primer capítulo del Manifiesto Comunista, concretamente al capítulo llamado "Burgueses y Proletarios". El Manifiesto Comunista es una obra corta, extremadamente pesada y que requiere de unos conocimientos políticos elevados para su correcta interpretación y entendimiento. Si alguien quiere iniciarse en el marxismo, o simplemente investigar acerca de él, tiene obras mucho más amenas.

No sé de dónde serás castroturcios, yo me limitaré a hablarte de la situación del comunismo en el Estado español. El comunismo está de capa caida desde hace algunos años, está sufriendo la acción-reacción apoyada en la versión revisionista de Pio Moa. La lógica sería que dentro de unos años hubiera otra acción-reacción tal y como ocurre en la mayoria de los casos, pero sinceramente... he de dudarlo viendo a la juventud actual. Me ha parecido leer por ahí que tenías 21 años, doy por hecho que si resides en España conocerás más que de sobra la situación.

El marxismo está perdiendo peso, es algo evidente; antes del revisionismo de este hombre (que comenzó hace unos 10 años) era fácil encontrarse por la calle gente con símbolos comunistas. Sin embargo, ahora hay muchos medios que dicen de cerrar el periódico "público" (tendencia socialdemócrata-trotskista) por que dicen que es "anticonstitucional". Parece ser que ahora sólo hay dos tipos de izquierdistas, los utópico-soñadores por un lado, y los cómplices del terrorismo y genocidios por el otro. A todos en las escuelas nos enseñan los grandes genocidios de Hitler y Stalin (y bueno... a Lenin también lo suben al carro últimamente), pero de los genocidios del Imperio Español o Inglés en el nuevo mundo no se habla... como tampoco de los genocidios del colonialismo... Leopoldo II es muchísimo menos conocido que los citados anteriormente.

En cuestión de partidos políticos, poco o nada se puede hacer por aquí... el PCE debería desligarse de IU y que dejase de haber tanto sectarismo... Por internet parece ser que el PCPE tiene fuerza... pero en las calles su fuerza se basa en 4 regiones y sus integrantes son muy jóvenes... De hecho, cuestionar el régimen norcoreano, o los años del mandato de Stalin es más que suficiente para ser tachado de burgués o socialdemócrata.

Pienso que los medios del comunismo e izquierda en general, han sido siempre las escuelas y los sindicatos. Creo que la decadencia se puede evitar renovando el marxismo como otras tantas veces se ha hecho, no intentar lavarse las manos como hacen otros, olvidarse de casillas y personajes. Y por supuesto leer y ser críticos con nuestras acciones, pero sin que ello nos divida.


Salud

Saludos Fraternales camarada

Siendo sincero no entendí tu punto de vista ¿te consideras revisionista? ¿estas en contra del sistema? ¿eres de ideas progresistas?. Lo poco que pude captar es tu frustacion por la incapacidad de manejar los movimientos populares en España. Te cuento que en mi país temas como la conciencia de clase, la abolición de la oligarquía y la toma del poder son temas que escuchas por cualquier plaza, en cualquier cafetin, en centros comerciales, en la esquina de la cuadra, en colegios, universidades y hasta en las escuelas con niños de 12 años. La humanidad esta cambiando y el capitalismo salvaje y opresor esta en sus ultimas etapas, la gente de mi país ya no aguanta mas que el 90% de las riquezas estén concentradas en solamente 10 familias mientras en algunos hogares viven con menos de 1 dolar al día, ya no se tolera mas la corrupción de la clase política, que en mi país, no es nada mas que la extensión de las 10 familias que te conté antes.

La autodeterminación de los pueblos es ,sin lugar a duda, el principio que encuentra la humanidad para hacer realidad sus aspiraciones y de la afirmación de la igualdad intrínseca de todo ser humano.
 
Al despertar tu conciencia de clase y darte cuenta que todos somos oprimidos por el simple hecho de vender nuestra fuerza de trabajo y no obtener todo el rédito del plusvalor que esta produce, comenzaras a ver que el sistema esta hecho solamente para crear mas capital jamas para aportar al desarrollo y crecimiento de los mas necesitados.


Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.

La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la planteen can razón como su principal reivindicación.
 
Otro que se ha leido el manifiesto comunista, le ha parecido interesante y lo ha vomitado.

Te recomiendo "Economía liberal para no liberales" de Sala i Martín; no es un manual de economía pero si no tienes pajolera idea como que no te vas a leer libros de Friedman.

Más que nada porque para poder opinar con cordura debes ser conocedor del propio sistema que intentas eliminar; algo que el propio Marx sabía e hizo.

PD: soy el único que piensa que se ha pasado jugando al "call of duty" con los soviéticos al dirigirse a MetalGod como camarada???
 
Sí, eso es así desde que el mundo es mundo.

Pero, ¿y la alternativa cual se supone que es? ¿rebelarnos y quitar a los que mandan para que se pongan a mandar algunos de los oprimidos obreros que oprimiran a los demás porque en esta vida nada es gratis? Porque así acaban todas las revoluciones desde que el mundo es mundo.

Supongo que sí, siempre y cuando se pertenezca a esa nueva casta gobernante, si no, empieza otra vez la rueda, hasta llegar arriba por fin, que es cuando nos pilla en el sitio dónde se reciben las ostias por parte de los que siguen quedando abajo.

Pero supongo que llegar a ese razonamiento supone ir más allá de cortar y pegar propaganda ideológica gartuíta y manida.
Y claro, seguramente estoy hablando con alguien totalmente ajeno al sistema, que no trabaja para nadie ni paga impuestos. El buen salvaje de Rousseau... Así que claro, juego en desventaja...

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Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.

La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la planteen can razón como su principal reivindicación.
 
Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad.

¿Te refieres a algo similar a los planes quinquenales y similares de la antigua URSS? Porque de ser asi es para reírse ya que me pregunto donde estará ese gobierno actualmente.

¿Y como haces participar a un ciudadano de Galicia en la toma de decisiones de la industria agroalimentaria de invernaderos de Murcia? ¿Sabes cuantos tomates se van a producir? ¿O en otro tipo de industrias conoces cuanto se va a consumir?

Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.

La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la planteen can razón como su principal reivindicación.
La competitividad, flaqueza del sistema comunista y piedra angular del capitalismo. La atacas con el consenso social, una idea muy bonita para contarle a un niño de 5 años al igual que el cuento de la hormiga y la garrapata. Y ambos se parecen ya que son mentira, ni por ahorrar mucho vas a tener más ni por suprimir la propiedad privada el consenso va a ser mejor.
 
Mi consejo personal:

- Hazte autónomo.
- Juégate tu patrimonio para que te den un crédito
- Funda tu empresa
- Trabaja 10/12 horas al día
- Mete a 5-10 trabajadores por cuenta ajena
- No tienes bajas por enfermedad o maternidad. Te aguantas
- No tienes derecho a subsidios. Te aguantas
- Paga el IVA de facturas que no has cobrado
- Cobra a 6,8,12 o 20 meses tus trabajos
- Aguanta si un trabajador no hace nada, porque no tienes dinero para despedirle
- No vayas nunca a juicio con un trabajador, porque vas a perder y a pagar las costas
- Aguanta que la gente diga que eres un explotador

Y así mil cosas.

En unos meses nos cuentas qué tal va tu conciencia de clase.

No lo dudes¡¡¡ Hazte autónomo y crea empleo¡¡

No recuerdo que escritor español afirmaba que la base económica de un país lo constituían los pequeños negocios. Con un capitalismo férreo el pequeño empresario las pasa muy putas en mi opinión, además que el pequeño empresario es un elemento dificil de clasificar ¿Es un empresario o un trabajador? El capitalismo está diseñado teóricamente para pequeñas empresas, pero su evolución práctica ha derivado en monopolios, latifundios, ... El pequeño empresario lo tiene jodido en cualquier sistema político

Saludos Fraternales camarada

Siendo sincero no entendí tu punto de vista ¿te consideras revisionista? ¿estas en contra del sistema? ¿eres de ideas progresistas?. Lo poco que pude captar es tu frustacion por la incapacidad de manejar los movimientos populares en España. Te cuento que en mi país temas como la conciencia de clase, la abolición de la oligarquía y la toma del poder son temas que escuchas por cualquier plaza, en cualquier cafetin, en centros comerciales, en la esquina de la cuadra, en colegios, universidades y hasta en las escuelas con niños de 12 años. La humanidad esta cambiando y el capitalismo salvaje y opresor esta en sus ultimas etapas, la gente de mi país ya no aguanta mas que el 90% de las riquezas estén concentradas en solamente 10 familias mientras en algunos hogares viven con menos de 1 dolar al día, ya no se tolera mas la corrupción de la clase política, que en mi país, no es nada mas que la extensión de las 10 familias que te conté antes.

La autodeterminación de los pueblos es ,sin lugar a duda, el principio que encuentra la humanidad para hacer realidad sus aspiraciones y de la afirmación de la igualdad intrínseca de todo ser humano.

Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.

La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la planteen can razón como su principal reivindicación.

Ni revisionista ni progre, simplemente creo que no hay que comerle la polla a Stalin, ni tampoco a Trotsky; simplemente se ha de mirar más allá. Pienso que el marxismo necesita una renovación intelectual. Cambiar las estrategias, y organizaciones, y ser más consciente del mundo actual. No creo que los partidos deban afincarse en el eurocomunismo, pero tampoco deben llamar "comunista" a todos los que se tildan ese adjetivo. Yo todavía estoy buscando que algún "marxista-leninista" me diga qué tiene de marxista una monarquia hereditaria que se hace llamar ideológicamente "juche"

En España no hay conciencia de clase, y lamentablemente yo mismo me he tenido que replantear la división de clases viendo el panorama actual. Me resultaría dificil explicartelo con palabras si vives en el otro lado del charco, pero para que te hagas una idea... un buen sector de la juventud vive de sus padres, ni estudia ni trabaja, y por supuesto la política se la sopla... (Claro que antes que hacer la revolución con esa gente me meto en una secta...)

Por otro lado tenemos todavía muy reciente la guerra civil, los historiadores no se ponen de acuerdo, y la versión del alzamiento fascista de julio de 1936 contra el régimen republicano(versión que había sido prácticamente aceptada por todos los historiadores) ha sido criticada por un historiador reaccionario llamado Pio Moa (que curiosamente fue uno de los fundadores del GRAPO, organización maoísta acusada de terrorismo) en su versión de que la guerra civil empezó supuestamente en un Golpe de Estado socialdemócrata en 1934... versión que va ganando peso entre los historiadores y que algunos medios de comunicación ultraderechistas(a mi modo de ver) han empleado para criticar la mala gestión del actual gobierno socialdemócrata

Y podría seguir... pero es que creo que me estoy repitiendo y que al final no digo nada... simplemente decirte compañero, que independientemente de lo que te puedan decir los medios, la situación en España es muy mala para el marxismo... independientemente de los motivos

Otro que se ha leido el manifiesto comunista, le ha parecido interesante y lo ha vomitado.

Te recomiendo "Economía liberal para no liberales" de Sala i Martín; no es un manual de economía pero si no tienes pajolera idea como que no te vas a leer libros de Friedman.

Más que nada porque para poder opinar con cordura debes ser conocedor del propio sistema que intentas eliminar; algo que el propio Marx sabía e hizo.

PD: soy el único que piensa que se ha pasado jugando al "call of duty" con los soviéticos al dirigirse a MetalGod como camarada???

El manifiesto comunista me parece una obra extremadamente importante, me parece algo pesada, pero considero que el que pueda estar interesado en el marxismo o en historia contemporanea debería echar un vistazo

En cuanto al libro me lo apunto... pero como no me lo baje... porque no creo que sea fácil encontrarlo en muchas bibliotecas

Y en cuanto al termino... pienso que quizás con tantas películas, videojuegos y demás, el empleo de ciertas palabras pueden causarnos cierta gracia... por ejemplo si digo la palabra "espada", rápidamente me tildarían de freak... El termino camarada se emplea mucho en foros comunistas... (en la calle no tanto) sino me crees investiga

PD: Por curiosidad Raskol, ¿has estudiado (o estás estudiando) económicas?
 
El manifiesto comunista me parece una obra extremadamente importante, me parece algo pesada, pero considero que el que pueda estar interesado en el marxismo o en historia contemporanea debería echar un vistazo

En cuanto al libro me lo apunto... pero como no me lo baje... porque no creo que sea fácil encontrarlo en muchas bibliotecas

Y en cuanto al termino... pienso que quizás con tantas películas, videojuegos y demás, el empleo de ciertas palabras pueden causarnos cierta gracia... por ejemplo si digo la palabra "espada", rápidamente me tildarían de freak... El termino camarada se emplea mucho en foros comunistas... (en la calle no tanto) sino me crees investiga

De acuerdo, pero de ahí ha tratarlo como la verdad absoluta hay un gran salto, me entiendes no?? Y el manisfiesto no es pesado; pesado es el capital (eso si que es coñazo).

El libro en cualquier facultad de economía lo encuentras en su biblioteca, y si eres estudiante o socio de una biblioteca tendrás acceso a las bibliotecas del ayuntamiento contando entre estas las bibliotecas universitarias (al menos en santiago era asi). Pero ten en cuenta que es liberal a casco porro, Sala i Martín es uno de los economistas más citados a nivel internacional (claro que también es porque se dedica al análisis internacional y no al análisis interregional) y me atrevería a decir que el mayor liberal español.

Lo de camarada pues me ha hecho gracia y lo comenté, no es nada malo es simplemente una anécdota.
 
La competitividad, flaqueza del sistema comunista y piedra angular del capitalismo. La atacas con el consenso social, una idea muy bonita para contarle a un niño de 5 años al igual que el cuento de la hormiga y la garrapata. Y ambos se parecen ya que son mentira, ni por ahorrar mucho vas a tener más ni por suprimir la propiedad privada el consenso va a ser mejor.

saludos fraternales camarada.

Primero, creo debes revisar tu dialéctica, ya que, al confundir términos, no podrás defender tus argumentos ya que solamente trataras de convencerte a ti.
Te explicare lo erróneo de tu dialéctica en ese pequeño párrafo escrito por ti:
1._La competencia en el capitalismo

El sistema capitalista ha atravesado por dos fases históricas:
-Premonopolista o de libre competencia, que abarca del siglo xvi al ultimo tercio del siglo xix
-Imperialista o monopolista, que abarca del ultimo tercio del siglo xix a nuestros días

La fase premonopolista o de libre competencia se basa en la competencia entre capitalistas. En un principio los capitalsitas tenian su capital en la esfera del comercio por lo que muchos autores lo llamaron capitalismo comercial.
La competencia entre capitalistas se basaba en el costo de los productos y la calidad de los mismos. El capital se concentra y acumula en pocas manos, llegando incluso hasta la fusion de empresas que no podian mantenerse en la competencia. De esta forma, las empresas y los capitales fueron creciendo, hasta llegar a formar grandes corporaciones con mucho capital manejadas por unos cuantos capitalistas.

La fase Imperialista o Monopolista abarca del ultimo tercio del siglo xix a nuestros días, teniendo como rasgos fundamentales:
a._La concentración de la producción y del capital llegada hasta un grado tan elevado de desarrollo que ha creado los monopolios.
b._ La Fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base de este capital financiero, de la oligarquía financiera.
c._La exportación del capital, a diferencia de la exportación de mercancías adquiere una importancia particular.
d._ La formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten en mundo.
e._La terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas mas importantes.
El imperialismo implica también una nueva forma de dominación de unos países sobre otros, lo que puede ser considerado como neo-colonialismo. El capitalismo durante la fase imperialista sigue desarrollándose ampliamente, aunque es un desarrollo cada vez mas desigual, ensanchándose la brecha entre países desarrollados y atrasados y mas importante aun camarada se incrementa notablemente la concentración del capital y el dominio de las fuentes de las materias primas, al mismo tiempo las inversiones extranjeras y la deuda externa siguen creciendo (exportación de capitales).

De Igual manera al hablar de consenso como tu lo haces parece referirse a otro objetivo particular, de forma que estas fuera del contexto etimológico de la palabra al grado tal que no se entiende lo que deseas puntualizar, la forma en que utilizas la palabra consenso no hace alusión a la naturaleza humana tendiente en mayor o menor medida a la igualdad de conjuntos de creencias de los pueblos, NO de quienes nos gobiernan.
 
No recuerdo que escritor español afirmaba que la base económica de un país lo constituían los pequeños negocios. Con un capitalismo férreo el pequeño empresario las pasa muy putas en mi opinión, además que el pequeño empresario es un elemento dificil de clasificar ¿Es un empresario o un trabajador? El capitalismo está diseñado teóricamente para pequeñas empresas, pero su evolución práctica ha derivado en monopolios, latifundios, ... El pequeño empresario lo tiene jodido en cualquier sistema político





Ni revisionista ni progre, simplemente creo que no hay que comerle la polla a Stalin, ni tampoco a Trotsky; simplemente se ha de mirar más allá. Pienso que el marxismo necesita una renovación intelectual. Cambiar las estrategias, y organizaciones, y ser más consciente del mundo actual. No creo que los partidos deban afincarse en el eurocomunismo, pero tampoco deben llamar "comunista" a todos los que se tildan ese adjetivo. Yo todavía estoy buscando que algún "marxista-leninista" me diga qué tiene de marxista una monarquia hereditaria que se hace llamar ideológicamente "juche"

En España no hay conciencia de clase, y lamentablemente yo mismo me he tenido que replantear la división de clases viendo el panorama actual. Me resultaría dificil explicartelo con palabras si vives en el otro lado del charco, pero para que te hagas una idea... un buen sector de la juventud vive de sus padres, ni estudia ni trabaja, y por supuesto la política se la sopla... (Claro que antes que hacer la revolución con esa gente me meto en una secta...)

Por otro lado tenemos todavía muy reciente la guerra civil, los historiadores no se ponen de acuerdo, y la versión del alzamiento fascista de julio de 1936 contra el régimen republicano(versión que había sido prácticamente aceptada por todos los historiadores) ha sido criticada por un historiador reaccionario llamado Pio Moa (que curiosamente fue uno de los fundadores del GRAPO, organización maoísta acusada de terrorismo) en su versión de que la guerra civil empezó supuestamente en un Golpe de Estado socialdemócrata en 1934... versión que va ganando peso entre los historiadores y que algunos medios de comunicación ultraderechistas(a mi modo de ver) han empleado para criticar la mala gestión del actual gobierno socialdemócrata

Y podría seguir... pero es que creo que me estoy repitiendo y que al final no digo nada... simplemente decirte compañero, que independientemente de lo que te puedan decir los medios, la situación en España es muy mala para el marxismo... independientemente de los motivos



El manifiesto comunista me parece una obra extremadamente importante, me parece algo pesada, pero considero que el que pueda estar interesado en el marxismo o en historia contemporanea debería echar un vistazo

En cuanto al libro me lo apunto... pero como no me lo baje... porque no creo que sea fácil encontrarlo en muchas bibliotecas

Y en cuanto al termino... pienso que quizás con tantas películas, videojuegos y demás, el empleo de ciertas palabras pueden causarnos cierta gracia... por ejemplo si digo la palabra "espada", rápidamente me tildarían de freak... El termino camarada se emplea mucho en foros comunistas... (en la calle no tanto) sino me crees investiga

PD: Por curiosidad Raskol, ¿has estudiado (o estás estudiando) económicas?


Sigo sin entender lo que quieres decir.
 
De acuerdo, pero de ahí ha tratarlo como la verdad absoluta hay un gran salto, me entiendes no?? Y el manisfiesto no es pesado; pesado es el capital (eso si que es coñazo).

El libro en cualquier facultad de economía lo encuentras en su biblioteca, y si eres estudiante o socio de una biblioteca tendrás acceso a las bibliotecas del ayuntamiento contando entre estas las bibliotecas universitarias (al menos en santiago era asi). Pero ten en cuenta que es liberal a casco porro, Sala i Martín es uno de los economistas más citados a nivel internacional (claro que también es porque se dedica al análisis internacional y no al análisis interregional) y me atrevería a decir que el mayor liberal español.

Lo de camarada pues me ha hecho gracia y lo comenté, no es nada malo es simplemente una anécdota.




Siendo sincero no entendí tu punto de vista ¿te consideras revisionista? ¿estas en contra del sistema? ¿eres de ideas progresistas?. Lo poco que pude captar es tu frustacion por la incapacidad de manejar los movimientos populares en España. Te cuento que en mi país temas como la conciencia de clase, la abolición de la oligarquía y la toma del poder son temas que escuchas por cualquier plaza, en cualquier cafetin, en centros comerciales, en la esquina de la cuadra, en colegios, universidades y hasta en las escuelas con niños de 12 años. La humanidad esta cambiando y el capitalismo salvaje y opresor esta en sus ultimas etapas, la gente de mi país ya no aguanta mas que el 90% de las riquezas estén concentradas en solamente 10 familias mientras en algunos hogares viven con menos de 1 dolar al día, ya no se tolera mas la corrupción de la clase política, que en mi país, no es nada mas que la extensión de las 10 familias que te conté antes.

La autodeterminación de los pueblos es ,sin lugar a duda, el principio que encuentra la humanidad para hacer realidad sus aspiraciones y de la afirmación de la igualdad intrínseca de todo ser humano.
 
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